Durante una expedición realizada en septiembre a Papúa Nueva Guinea se confirmó la existencia de la paloma faisán de nuca negra, una especie en peligro crítico de extinción y que no había sido vista en los últimos 140 años.
Jordan Boersma colíder de la expedición e investigador postdoctoral en el Laboratorio de Ornitología de la Cornell University, dijo en un comunicado:
“Durante gran parte del viaje, parecía que no teníamos ninguna posibilidad de encontrar este pájaro.
Estábamos a dos días de terminar nuestra estancia en la isla de Fergusson, en Papúa Nueva Guinea, cuando una de nuestras cámaras remotas grabó al ave caminando y abanicando la cola”.
Ave redescubierta
El grupo captó el primer vídeo y las primeras fotos de este pájaro, una especie de gran tamaño que habita en el suelo, con el dorso de color óxido, la cabeza y el cuerpo negros y una cola que se balancea como un faisán. Es posible que sólo exista en el interior de la isla de Fergusson, en un terreno geotérmico caluroso y extremadamente escarpado, con ríos tortuosos y una gran cantidad de insectos y sanguijuelas.
John C. Mittermeier, director del proyecto Search for Lost Birds de American Bird Conservancy y miembro del equipo de la expedición, dijo en un comunicado:
“Después de un mes de búsqueda, ver las primeras fotos de la paloma faisán fue como encontrar un unicornio. Es el tipo de momento con el que sueñas toda tu vida como conservacionista y observador de aves”.
No se sabe casi nada de la paloma faisán de nuca negra, aparte de dos ejemplares recogidos en 1882. No existen grabaciones de sus sonidos. Los investigadores creen que probablemente su sonido sea similar al de otra especie de paloma faisán de Papúa Nueva Guinea continental, un sonido que los lugareños comparan con el grito desesperado de una mujer condenada al ostracismo por su comunidad.
Crédito: Jason Gregg, American Bird Conservancy
Conocimiento de los nativos lo hizo posible
Aprovechar los conocimientos nativos fue clave para el éxito de la expedición. Doka Nason, un experto local en aves, se unió a la búsqueda y asesoró al equipo sobre dónde buscar. Nason preparó la cámara que finalmente grabó al ave.
Nason dijo:
“Cuando vi las fotos, me emocioné muchísimo. Estaba saltando y gritando: ‘¡Lo hemos conseguido!'”.
Jason Gregg, un colíder de la expedición, dijo:
“Fue una experiencia única trabajar con los isleños de Fergusson para encontrar el faisán pichón y dar charlas en las escuelas y pueblos sobre nuestra búsqueda fue un punto culminante.
Los niños susurraban el nombre local del ave -Auwo- y todo el mundo hablaba de ella. Estoy muy contento de que sepamos que esta especie sobrevive, y esto abre oportunidades para aprender aún más sobre el pájaro y su increíble hogar.”
Pero los conservacionistas están preocupados. El principal terrateniente donde se encontró el ave dijo al equipo de búsqueda que acababa de firmar un acuerdo con una empresa maderera, una medida que podría amenazar a la paloma faisán de nuca negra y su hábitat. El equipo está buscando financiación para poder volver a Fergusson y tratar de averiguar cuántas especies quedan.
Boersma agregó:
“La razón por la que me importa, y por la que creo que debería importarnos a todos, es que este pájaro ha significado algo y sigue significando algo para la población local.
Forma parte de sus leyendas y de su cultura. Si perdemos esta especie, se perderá su importancia cultural junto con el papel que desempeña en este fantástico ecosistema”.
Pueden ver un vídeo del ave a continuación:
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