El Último Samurái, así se titula la reconocida película que narra una historia real, del guerrero más famoso de los relatos japoneses, sobre Saigō Takamori. Nació en el año 1828 en el pueblo de Kagoshima. Vivió lo que se conoce como el final del tiempo feudal en Japón y empezó lo que fue la época Meiji.
¿Quién fue el famoso samurái?
Saigō Takamori fue uno de los individuos más importantes que, en un principio colaboró en la restauración Meiji. Se puede decir que se ganó el respeto de todos los soldados rivales. En la última batalla que participó, antes de morir, demostró tanto coraje que empezó a considerarse como el último samurái auténtico.
¿Cómo era la vida de Saigō Takamori?
Cuando Takamori todavía era un jovencito, no tenía poder ni renombre, por el contrario, había crecido en el seno de una familia pobre. Aunque eran muy buenos luchadores, tenían un bajo estatus económico y eran excluidos por la sociedad.
¿Cómo llegó a ser el espadachín más famoso del mundo?
A pesar de que este joven era pobre fue bien educado, y tuvo la influencia de personas que lo impulsaron a surgir. Pero el inicio de su carrera fue bastante duro, estuvo acompañado de momentos peligrosos y muy difíciles. Sin embargo, nunca se dejó intimidar y siguió adelante.
Estatua de Saigō Takamori en el Parque Ueno, Tokio. Crédito: Toshihiro Gamo / Flickr
El dificultoso camino de Saigō Takamori
Durante muchos años estuvo al servicio de Shimazu Nariakira, un señor feudal japonés (1809-1858). Esto se debía a que su familia se había endeudado económicamente con ellos. Aunque de igual manera debía trabajar porque él pertenecía a la clase goshi, se trataba de luchadores menores que tenían la obligación de laborar.
Shimazu apoyaba el movimiento que pretendía modernizar Japón, no obstante, estuvo en desacuerdo con algunas decisiones que se tomaron. Pero en 1858 falleció, dejando a Saigō completamente desamparado, así que fue desterrado en dos ocasiones.
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Takamori y su importante papel en la política
Un aspecto sobresaliente en la vida de este espadachín, fue la labor que ejerció durante el reinado de Meijin. Aunque al principio estuvo de acuerdo con algunas resoluciones, luego abrió los ojos y tomo firmes decisiones. Así fue como empezó a ser catalogado de “rebelde”.
Solicitan la ayuda de un reconocido capitán estadounidense
Muchos japoneses llevaban a cabo protestas porque disentían completamente con la modernización de la época Meiji, y los acuerdos que pactaron con otros países. Dado que consideraban que estaban traicionando todas sus costumbres ancestrales con las que estaban familiarizados.
(Public domain)
Debido a la molestia que existía en las calles de Japón, el capitán Nathan Algren, recibió un comunicado. Se exigía que se dirigiera a Japón para entrenar a los soldados del emperador, con el objetivo de frenar las protestas. Pero los soldados de Algren fueron derrotados y el general terminó como prisionero de Takamori.
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La última guerra del gran samurái
Tiempo después, llegó el momento de enfrentar al ejército del emperador, quien le declaró la guerra a todos los espadachines que se resistían a la era Meiji. En el último conflicto los guerreros se enfrentaron a sus oponentes sin miedo, pero fueron derrotados.
Los samuráis luchaban con sus espadas, porque se habían quedado sin municiones. Pero el ejército del emperador usó armas avanzadas como cañones, armas de fuego y se encontraban bien abastecidos de artillería.
La valentía de estos guerreros liderados por Saigō Takamori fue admirable, así como su deseo de defender sus tradiciones. Esto hizo que el ejército enemigo les rindiera honores, quedando como héroes, sin importar que habían sido vencidos.
Saigō Takamori. Crédito: Rafael Mendes de Araujo / Wikimedia Commons
Un antiguo ritual de suicidio
Para un verdadero espadachín, rendirse no era una opción, incluso, su lema era: “El camino del samurái es la muerte“. Por lo tanto, antes de someterse ante sus adversarios preferían realizar un ritual donde se suicidaban, conocido como el “Seppuku”. Sin embargo, al parecer, Takamori no murió durante la guerra.
Según algunas historias, Saigō ya herido gravemente decide hacerse el seppuku, para salvar su honor y dar fe de su valor en batalla. Por otro lado, una teoría narra que su ayudante, al verlo agonizante, recibió la orden de su jefe de decapitarlo.
También existen quienes afirman que sobrevivió y se mantuvo oculto el resto de sus días. Sin embargo, ninguna de estas hipótesis ha sido comprobada, por lo que, la verdadera causa de su muerte continúa siendo un completo misterio en nuestros días.
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