A menudo se han escuchado numerosos relatos sobre mujeres realmente hermosas que han gobernado países y sus historias se han vuelto muy famosas. Sin embargo, una de las damas más célebres de todos los tiempos sin lugar a dudas es la reina de Saba.

La vida de la reina de Saba y la crónica que relata la Biblia

Esta sobresaliente regidora se encargó de gobernar el pueblo de los antiguos sabeos. Frecuentemente se nombra en las sagradas escrituras en diversos libros. La primera vez que hace su aparición es en el antiguo testamento, en el libro de 1 Reyes.

Posteriormente se narra nuevamente sobre la dama en el libro de 2 Crónicas, donde el relato es casi exactamente igual al de 1 Reyes. Según cuenta la historia, la reina estaba muy interesada en probar la supuesta sabiduría que decían que tenía el famoso rey de Israel llamado Salomón.

Una mujer acaudalada

Además de su gran inteligencia y hermosura por la que fue reconocida, esta dama poseía una vasta riqueza. Lo demostró cuando llegó a Jerusalén con una apoteósica caravana compuesta por camellos, los cuales transportaban grandes cantidades de especias, piedras preciosas y, sobre todo, oro.

La Biblia cuenta que la doncella quedó fascinada al observar la espléndida vista de la corte y del templo. Por lo tanto, decidió obsequiarle al rey israelita 120 talentos de oro, actualmente se estima que esto equivalga a 3.6 millones de dólares. También le regaló muchas especias, algunas de ellas Salomón las desconocía completamente.

La reina mencionada en el nuevo testamento

Nuevamente en la Biblia vuelve a hablarse sobre la hermosa reina de Saba, esta vez en los libros de Mateo y Lucas. Al parecer Jesucristo hace mención de ella como “La reina del Sur“, quien sería la encargada de juzgar a los hipócritas.

Representación de la reina de Saba. Cortesía: Revista Bohemia

Cuando el Mesías prometido se refiere a la mujer como la reina del sur, inmediatamente surgió una teoría que supuso que procedía de la Península Arábiga. Sin embargo, muchas personas incluyendo a famosos escritores, rechazan esta hipótesis.

La historia según el Corán

Poco a poco a este relato se le fueron agregando detalles, y en ocasiones los hechos sobre la historia difieren frecuentemente. En el Corán se dice que Salomón era tan poderoso que podía hablar con animales y dominar monstruos sobrenaturales.

Al parecer el rey israelita recibió la noticia de que Saba era gobernado por una doncella llamada Bilqis, quien tenía un célebre reinado con muchas riquezas. Salomón envía un pájaro con una carta exigiéndole que transforme su vida y forme parte de la religión musulmana islam.

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Un épico relato etíope

Nuevamente hace su aparición la reina de Saba, en esta oportunidad en el libro sagrado de la iglesia ortodoxa etíope, donde se le llama Makare. Según este relato, la dama se convierte al judaísmo y es seducida por Salomón, como resultado tuvieron un hijo que le pusieron por nombre Menelik I.

Makeda, la Reina de Saba de Etiopía. Cortesía: rift-valley.com

La crónica y su relación con la vida real de Hatshepsut

Según otras leyendas, la famosa dama era mitad humana y diosa, además tenía grandes poderes sobrenaturales. Por otro lado, un escritor antiguo recolectó una serie de pistas que apuntan a que esta mujer tenía una conexión con la vigorosa faraona Hatshepsut.

El primer indicio que las relaciona tiene que ver con el nombre que se le daba a la mujer según la tradición etíope. Se le llamaba Makare, y luego de que Hatshepsut se convirtiera en la regidora de Egipto cambió su nombre a Maatkara.

El historiador romano-judío llamado Josefo, se refirió a la faraona como la reina de Etiopía y Egipto. Su descripción física siempre se caracterizó por tener unas extrañas piernas muy peludas y vestirse con ropa de hombre.

Estatua de Hatshepsut en el Museo Metropolitano de Arte, en Nueva York. Fue Reina-faraón de la Dinastía XVIII de Egipto. (Wikimedia Commons)

Contradicciones de la hipótesis

En la línea del tiempo en la que posiblemente vivió Hatshepsut no existía Salomón. Cuando los historiadores hablan sobre la reina la ubican en el periodo de 1500 y 1450 a. C, una época que se conoció como “el nuevo reino”.

El último rey de Israel gobernó entre 970 y 931 a. C, por lo tanto, resulta imposible que llegaran a conocerse pues existe una diferencia de 500 años. Sin embargo, se dice que tal vez la línea del tiempo estuvo un poco desviada por 5 siglos pero que en realidad si fueron contemporáneos.

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