Es posible que nuestro satélite, la Luna, actúe como una «red» para atrapar objetos interestelares y hasta vida extraterrestre, a opinión de algunos científicos.

Si existen extraterrestres, la luna puede ser el mejor lugar para buscar pruebas de su existencia. En un artículo para Scientific American, el astrofísico Abraham Loeb de la Universidad de Harvard describe a la luna como una «red de pesca» que podría capturar objetos interestelares que potencialmente albergarían rastros de vida extraterrestre.

Loeb dijo:

“La idea es considerar la superficie de la Luna como una red de pesca para los objetos interestelares recolectados a lo largo del tiempo”.

Avi Loeb. Crédito: Universidad de Harvard / Loeb Photo Collection.

Loeb agregó que algunos de estos objetos interestelares podrían haberse originado en los entornos habitables alrededor de otras estrellas y podrían haber entregado aminoácidos, los componentes básicos de la vida, a la Luna.

La Luna como un «buzón natural» de objetos interestelares

Según Loeb, la Luna es un lugar ideal para buscar signos de vida extraterrestre porque está geológicamente inactiva. Esto significa que la superficie lunar probablemente conservó las pistas intrigantes traídas por los asteroides y otras fuentes astrofísicas en lugar de enterrarlas profundamente bajo la superficie. En la Tierra, el vulcanismo activo cubre los cráteres de impacto y altera el material traído por los meteoritos.

Loeb dijo:

“Sirviendo como un buzón de correo natural, la superficie lunar recogió todos los objetos impactantes durante los últimos miles de millones de años”.

Loeb agregó que la ausencia de una atmósfera lunar también evita que los meteoros se quemen, lo que de otro modo eliminaría a los «autostopistas» interesantes en el momento del impacto.

Si bien la mayoría de los cráteres de la Luna probablemente fueron causados ​​por objetos del interior del sistema solar, los objetos del espacio interestelar también pueden llegar al vecindario solar. En 2017, por ejemplo, los investigadores descubrieron que el sistema solar fue visitado por un objeto misterioso llamado ‘Oumuamua.

Crédito: NASA / Unsplash

Lo extraño de este visitante interestelar es que se parecía tanto a un cometa como a un asteroide, pero carece de las características definitorias de cualquiera de las rocas. De hecho, se especuló que ‘Oumuamua podría ser una pieza perdida de tecnología alienígena avanzada. Loeb dijo que objetos como ‘Oumuamua presagian «suciedad extraterrestre» en la Luna, y estudiarlos puede ayudar a informar cuántos desechos interestelares pueden estar al acecho en la superficie lunar.

Loeb dijo:

“Con esta calibración a mano, se puede calcular la cantidad de material interestelar que se ha acumulado en la superficie de la Luna a lo largo de su historia”.

Señaló que, según las mediciones actuales del flujo (cantidad de energía) de los objetos interestelares, la superficie lunar alberga potencialmente hasta 30 partes por millón de desechos interestelares y algunas partes por cien mil millones de aminoácidos. Las rocas que se originaron en otras partes del cosmos se pueden identificar estudiando su contenido de oxígeno, carbono o nitrógeno, según dijo Loeb.

Señales de extraterrestres en la Luna

Crédito: Pixabay

Loeb planteó la posibilidad de que microfósiles de vida extraterrestre extinta estén al acecho en la superficie lunar, ya que se han encontrado meteoritos de hasta 3.400 millones de años en la Tierra. Pero está más entusiasmado con la posibilidad de encontrar rastros de tecnología alienígena. Estos, según Loeb, servirán como «una carta de una civilización alienígena que dice: ‘Existimos’».

Loeb dijo:

“Sin revisar nuestro buzón, nunca sabríamos que llegó un mensaje así”.

Es optimista de que los descubrimientos revolucionarios están a la vuelta de la esquina, especialmente porque EE. UU. y China planean establecer una presencia humana permanente en la Luna.

Por ejemplo, la misión Artemis de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio implica planes para construir una base lunar y enviar astronautas a la Luna al menos una vez al año. Estos esfuerzos pueden hacer avanzar la investigación espacial y conducir a nuevos descubrimientos científicos.

Como dice Loeb, la Luna podría contener miles o millones de rastros de objetos interestelares, acumulados a lo largo de todo el tiempo; e incluso podrían existir señales de vida extraterrestre, llegada de otras partes de la galaxia y que por ser la Luna un territorio que no ha cambiado mucho y que no se ha visto afectado por el paso del tiempo, sería mucho más fácil hallarlos por futuras misiones espaciales. La Luna podría tener la respuesta al largo misterio.