A día de hoy, han sobrevivido un gran número de esculturas antiguas, monumentos y grabados milenarios que representan a nobles personajes que vivieron en la Tierra hasta principios del siglo XIX. Si nos fijamos bien en ciertos rasgos faciales, hay un detalle fácil de pasar por alto que suscita muchas preguntas: la forma poco natural del puente de la nariz, que recuerda a los Ingenieros de la película de culto “Prometeo”.

Las primeras imágenes de este tipo de rostros aparecieron en el antiguo Egipto. En antiguos grabados se puede ver cómo la nariz pasa suave y claramente en línea recta hacia la frente. Los mismos rasgos faciales exactos se observan en antiguas esculturas griegas.

Cabe destacar que no todas las estatuas de la antigua Grecia tienen estos perfiles, sino que sólo las esculturas auténticas encontradas durante las excavaciones presentan un rostro con un puente de la nariz tan recto. Por ejemplo, una de las estatuas encontradas en la Franja de Gaza muestra ese perfil facial con la escultura de la cabeza, supuestamente hallada en las obras de construcción de una de las casas del norte de Turquía. Los arqueólogos están convencidos de que es griega antigua. Incluso la famosa escultura de Afrodita tiene un perfil poco típico, que recuerda al de los mismos Ingenieros del universo cinematográfico de “Alien“. Los Discóbolos de Mirón, Artemisa, Hermes y Dioniso, es decir, todo el panteón de dioses antiguos. Tampoco se excluye la cabeza de Alejandro Magno.

La ciencia oficial afirma que el perfil griego no era una reproducción de la naturaleza, sino sólo un recurso estilístico adoptado por algunas escuelas escultóricas de Grecia para retratar a todos los héroes positivos y, por supuesto, a la élite gobernante.

Sin embargo, no sólo las antiguas estatuas romanas y griegas tenían ese perfil facial. Lo mismo puede verse en esculturas y grabados antiguos de Irak, Persia (mitología sumeria-acadia), India e incluso Afganistán. Resulta que éste era el tipo de perfil más común entre la élite gobernante de la época. En particular, todas estas estatuas y grabados señalan rasgos distintivos específicos de la clase privilegiada de la época. Se trata de una nariz especial que se adentra en la frente. Cabe destacar que Leonardo da Vinci, el famoso “viajero del tiempo”, clavado en el siglo XV, también representó un tipo de rostro similar en sus obras. Sorprendentemente, los artistas italianos del Renacimiento también gravitaron hacia este tipo de atractivo humano. Sin embargo, no sólo las esculturas y pinturas han traído hasta nuestros días esta imagen tan especial y repetitiva.

Cráneos “alienígenas”

También debemos prestar atención a unos cráneos inusuales encontrados por los arqueólogos no hace mucho tiempo en la Europa continental. Los cráneos alargados hallados en Hungría presentan los rasgos característicos de perfiles enigmáticos, en contraste con los cráneos ordinarios, en los que la curva en el puente de la nariz es claramente visible. Restos humanos tan extraños se encontraron no sólo en Europa, sino también en Asia, Oriente Próximo e incluso en América Central y del Sur y, de hecho, en todo el mundo. ¿Qué significa esto?

Cortesía: Cristina García / INAH

Hoy en día, no es común encontrar a una persona normal con formas tan extrañas de la cabeza y el puente de la nariz. ¿Extraterrestres? Tal vez, pero sigamos adelante. En toda Eurasia se encuentran esculturas en las que se pueden trazar narices rectas directamente en la parte frontal de la cara.

Lo mismo puede verse en varios retratos y resulta que, independientemente de la región concreta del planeta, la élite gobernante tenía rasgos faciales similares, muy diferentes de los humanos modernos. Todos ellos tenían dos rasgos distintivos especiales. Se trata de una nariz de forma no estándar propia de los gobernantes o de una clase próspera, independientemente de las características geográficas locales. Y a juzgar por el patrimonio arqueológico y cultural, estos grupos gobernaron literalmente la Tierra hasta mediados del siglo XIX.

Uno de los ejemplos más llamativos es el de la reina francesa María Antonieta de Austria. Si nos fijamos en cómo la retrataron, con esa misma nariz misteriosa y ese perfil alargado, todo encaja. Lo mismo ocurre con todos los gobernantes europeos de la época. Todos ellos aparecían retratados y grabados con la nariz recta. Así que todos pertenecían de una u otra forma a la misma línea dinástica, venida directamente de mensajeros de estrellas lejanas, que posiblemente poblaron nuestro planeta mediante terraformación artificial.

En tiempos más recientes

Todo ha cambiado desde finales del siglo XIX, y aquí la cosa se pone interesante. Uno de los ejemplos clave es la dinastía real de los Romanov del Imperio ruso. Por ejemplo, Nicolás II ya no tenía esa nariz tan especial. Su padre Alejandro III tampoco tenía un tipo alienígena como los ingenieros de las películas “Prometheus” y “Alien: Covenant“. Alejandro II también tenía un rostro bastante sencillo. Sin embargo, Nicolás I ya se parecía remotamente a los gobernantes de siglos pasados. Por ejemplo, Pedro III también tiene rasgos similares, los mismos que los de los gobernantes del siglo XVIII, mientras que Pedro I definitivamente tiene algo que puede describirse brevemente como el tipo de persona gobernante.

Esto se confirma en casi todos los retratos, esculturas y grabados que representan a Pedro I. En general, como ya se ha mencionado, estos rasgos pueden rastrearse en todos los gobernantes y nobles hasta el siglo XIX: una nariz oblonga, que llega hasta la frente. Además, algunos tienen una forma del cráneo ligeramente alargada.

Crédito: depositphotos.com

Sin embargo, con la llegada de principios del siglo XX, todos ellos desaparecen misteriosamente del rastro. ¿Qué fue de ellos? ¿Adónde han ido a parar? Puede que sus descendientes se hayan ido literalmente a las sombras, pero siguen gobernando el mundo en secreto.

En aquellos tiempos no había Internet, ordenadores, redes sociales ni medios digitales que mostraran a diario a la gente corriente a sus gobernantes, que exteriormente son sorprendentemente diferentes de una persona corriente. Por lo tanto, se puede suponer cautelosamente, sólo como una especie de loca teoría, que hoy, mientras siguen gobernando el mundo abiertamente, se les habría preguntado definitivamente: ¿por qué sois tan diferentes de nosotros, siendo sólo gente corriente?

Quizá por eso, con la llegada de la era industrial y el desarrollo generalizado de los medios de comunicación, tuvieron que pasar a la sombra. Sin embargo, probablemente nunca soltaron las riendas del poder sobre el planeta. Después de todo, no en vano existe la expresión “sangre azul”. Quizá deba entenderse literalmente, que la sangre de la élite gobernante oculta era, en efecto, de otro color.

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Hoy en día, se pueden rastrear indicios de su presencia dominante a través de otros hechos indirectos relacionados más con la sociología y la economía (por ejemplo, por qué se extrae mucho más oro del que se consume. A dónde van a parar los excedentes de petróleo, diamantes, etc.).

Para terminar, nos gustaría añadir que es posible que su dinastía provenga directamente de cierta raza de extraterrestres que pudo llegar a la Tierra en tiempos inmemoriales. Por supuesto, aquí hay más preguntas que respuestas, y quizá valga la pena empezar una investigación con la mitología sumeria-acadia, cuando los 10 primeros reyes sumerios gobernaron la Tierra durante 250.000 años y cada rey sumerio vivió una media de 25.000 años.

Todo esto es muy controvertido y ambiguo, pero hay algo en ello. ¿Es posible que las dinastías gobernantes del pasado (y quizá del presente) fueran descendientes directos de alienígenas de estrellas lejanas?

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