Un informe científico reciente informó sobre el hallazgo de un ingrediente crucial para la vida en Encélado, una luna oceánica helada de Saturno. De ser así, ¿qué aspecto podría tener esta vida?

Ya se creía que Encélado era un buen candidato para la vida extraterrestre. Se sabe que sus vastos océanos tienen la salinidad y el pH adecuados para albergar vida. Bajo su superficie helada se han encontrado indicios de fumarolas hidrotermales, estructuras que emiten energía térmica y nutrientes y que muchos consideran el lugar donde se originó la vida en la Tierra. También se habían identificado moléculas complejas basadas en el carbono -los componentes básicos de la vida en la Tierra- y cinco de los seis elementos esenciales para la vida.

Pero aún faltaba algo: fósforo.

Frank Postberg, director de Ciencias Planetarias y Teledetección de la Freie Universität Berlin, dijo en un comunicado:

“El fósforo se considera uno de los seis elementos esenciales para la vida. Es fundamental para el ADN y también se encuentra en el ATP, la moneda energética de todas nuestras células”.

Estudiando los datos de la nave espacial Cassini de NASA, Postberg y su equipo pudieron detectar indicios de fósforo, o más concretamente de fosfatos, en el helado mundo oceánico.

Representación artística de Encélado, luna de Saturno. Crédito de imagen: NASA

Postberg agregó:

“Se consideraba la última prueba de lo que se necesita [para la vida extraterrestre]. ¡Y ahora la hemos encontrado! Y por eso todo el mundo está muy entusiasmado”.

El equipo publicó su investigación en la revista Nature, en un artículo del 14 de junio.

Un descubrimiento diferente

Ya se había encontrado fósforo en material extraterrestre. Pero este descubrimiento es diferente.

Postberg explica:

“Lo más importante es que está disuelto en el océano. Es la primera vez que se detectan fosfatos en agua fuera de la Tierra. Se encuentran fosfatos en rocas meteóricas, por ejemplo, pero la vida tal y como la conocemos necesita agua para acceder a ellos; no puede hacerlo en minerales rocosos.”

Aún no sabemos con certeza si realmente existe vida extraterrestre en Encélado, pero este descubrimiento convierte a la luna helada en una candidata principal.

Postberg dijo:

“Hemos encontrado probablemente el lugar más habitable fuera de la Tierra, en Encélado, pero todavía no tenemos ni idea de si la vida ha aprovechado realmente esta oportunidad y ha evolucionado allí”.

En la imagen: Tres de las lunas de Saturno, Tetis, Encelado y Mimas. Encelado es uno de los mejores candidatos para la vida extraterrestre en nuestro sistema solar. Crédito de imagen: NASA / JPL-Caltech

¿Qué aspecto tendrían los alienígenas?

Tras el descubrimiento de fósforo en Encélado, la pregunta obvia es: ¿qué aspecto tendrían las posibles formas de vida extraterrestre?

Una respuesta puede venir en un artículo de investigadores de la University of Oxford, publicado en el International Journal of Astrobiology en 2017. El artículo, titulado “Darwin’s aliens”, esboza cómo los mismos modelos de evolución que se utilizan para explicar la vida en la Tierra podrían utilizarse para especular sobre la vida en otros planetas.

Sam Levin, CEO de la startup de biotecnología MelonFrost y ex investigador de la University of Oxford, dijo en un comunicado:

“Lo que estábamos argumentando era que en realidad podemos usar la teoría evolutiva para hacer todas estas predicciones sobre la vida en otros planetas incluso antes de encontrarla.

La textura, el color y los tipos de órganos sensoriales podrían ser más extravagantes que la imaginación de nuestros mejores escenógrafos de películas de ciencia ficción, pero hay aspectos en el diseño y la función del organismo que nos resultarán muy familiares”.

La vida en Encélado, y de hecho en cualquier otra luna o planeta, puede haber desarrollado una bioquímica totalmente diferente a la que vemos en la Tierra. Puede que ni siquiera esté compuesta de ADN. Y, sin embargo, Levin afirmó que la biología evolutiva es válida independientemente del componente básico que la sustente.

Levin dijo:

“Darwin, por ejemplo, elaboró su teoría de la evolución sin saber nada del ADN ni de la bioquímica de la vida. Sólo hay una forma de conseguir vida compleja y es a través de la evolución por selección natural”.

Estas ilustraciones representan diferentes niveles de complejidad que podríamos ver si encontráramos extraterrestres. (A) Una molécula replicante simple, sin diseño aparente. Esto puede o no sufrir selección natural. (B) Una entidad similar a una célula increíblemente simple. Incluso algo tan simple tiene suficientes partes que deben someterse a selección natural. (C) Un extraterrestre con muchas partes intrincadas trabajando juntas. Crédito de imagen: Helen Cooper / Levin Scott, Cooper y West / International Journal of Astrobiology

Por ello, podemos teorizar que los organismos de otros planetas se regirán por el mismo conjunto de reglas evolutivas que nosotros en la Tierra.

Levin agregó:

“Estas entidades estarán diseñadas para maximizar su aptitud. Por muy extravagantes que sean los blip bloops de Encélado, intentarán tener más bebés”.

Estas reglas se aplican a todos los organismos, incluso a las bacterias más simples. Pero para que evolucione la vida compleja hay que tener en cuenta otros factores.

Stuart West, profesor de zoología de la University of Oxford y coautor del artículo “Darwin’s aliens”, dijo en un comunicado:

“La cooperación es enorme para la evolución de la vida en la Tierra para cualquier cosa por encima de una sola célula. Así que, si encontráramos algo que se pudiera ver a simple vista, implicaría cooperación a algún nivel, lo que podría significar unir cosas en un organismo de nivel superior”.

Para entender cómo funciona esto en la práctica, Levin comparó el cuerpo humano con una matrioska rusa: Cada uno de nosotros está formado por una colección de órganos diferentes que trabajan juntos para ayudarnos a comer y navegar por el mundo; cada órgano está formado por un montón de células que colaboran para ayudar al órgano a llevar a cabo su función específica; cada una de esas células está instruida por genes, colaborando y cooperando con otros genes y así sucesivamente.

Levin explica:

“En cada nivel, las entidades superiores intentan maximizar la aptitud de las inferiores. Una de las predicciones más interesantes que podemos hacer sobre la vida [potencialmente compleja] en Encélado es que también habrá un tipo similar de jerarquía anidada de entidades que se agruparán en esta estructura mayor en la que todas las partes cooperan para ayudar al organismo a hacer más copias”.

Utilizando estas reglas de cooperación y autorreplicación, Levin y West, junto con sus coautores Thomas Scott y Helen Cooper, pudieron hacer predicciones sobre el aspecto que podría tener un organismo extraterrestre.

Octomite, una hipotética criatura extraterrestre

La criatura descrita en su artículo, a la que llamaron “Octomite”, se asemeja a una especie de tardígrado en ciernes, o microanimal, con esteroides. Se compone de una jerarquía de entidades con intereses evolutivos alineados en la que cada parte es capaz de especializarse en una tarea específica. La criatura también puede reproducirse generando criaturas más pequeñas, parecidas a larvas, que nadan o vuelan para empezar una nueva vida en otro lugar.

Por supuesto, las características de cualquier forma de vida en Encélado habrán evolucionado en circunstancias ambientales muy diferentes a las de la Tierra.

Esta ilustración muestra el teorizado “Octomite”. Este es un extraterrestre complejo que comprende una jerarquía de entidades, donde cada colección de entidades de nivel inferior tiene intereses evolutivos alineados. Crédito de imagen: Helen Cooper / Levin Scott, Cooper y West / International Journal of Astrobiology

Levin dijo:

“Podría ser totalmente oscuro. Eso podría ser una de las cosas más emocionantes de las formas de vida potencialmente complejas que hay allí, si pudiéramos encontrar toda una ecología que ha evolucionado durante miles de millones de años en la oscuridad”.

Desde luego, no esperaríamos encontrar ojos, pero otros órganos sensoriales podrían ser mucho más exagerados.

Levin agregó:

“Quizá podríamos fijarnos en la vida que se encuentra en las profundidades marinas o en las cavernas para ver algo equivalente, pero estos [alienígenas] habrían pasado un periodo mucho más largo en la oscuridad”.

En la Tierra, a menudo vemos rasgos, como los ojos, que evolucionan de forma independiente numerosas veces.

West dijo:

“Vemos la evolución convergente de rasgos una y otra vez. Comparemos los mamíferos marsupiales australianos con los mamíferos placentarios: en ambos casos obtenemos algo que es bueno excavando en el suelo. Pero un topo placentario está en realidad más cerca genéticamente de una ballena azul que de un topo marsupial”.

Sin embargo, Levin dijo que era difícil hacer predicciones sobre el desarrollo de tales características en otros mundos.

Levin dijo:

“Obviamente, eso depende del contexto o del entorno. [Los ojos han evolucionado varias veces] en la Tierra porque la luz es una fuente abundante de información. Tampoco sabemos si el ADN se presta a la aparición repetida de cierto tipo de rasgos.”

Estos principios algorítmicos se aplican más allá de hacer predicciones sobre la vida en otros planetas. Levin utiliza estas mismas reglas evolutivas para “hacer evolucionar extraterrestres en la Tierra” con su empresa emergente MelonFrost.

Levin explica:

“Hemos creado una tecnología para hacer evolucionar rápidamente mircrobios para diversas aplicaciones. Construimos esta máquina loca, que llamamos reactor de evolución, donde básicamente cultivamos miles de poblaciones independientes de microbios y ejecutamos estos experimentos de evolución en paralelo”.

Esta tecnología puede utilizarse para generar microbios capaces de producir una serie de productos que hoy serían sintéticos, como soluciones de limpieza, fibras textiles y alimentos.

Levin dijo:

“De la misma manera que podemos hacer predicciones sobre la vida en una luna lejana, podemos confiar en la naturaleza algorítmica de la evolución para aprovechar la biología aquí en la Tierra para fabricar nuevos materiales sostenibles”.

¿Y ahora qué pasará con Encélado?

Postberg dijo:

“Seguiremos analizando los datos de Cassini. Pero, al mismo tiempo, ya estamos acelerando los preparativos para las próximas grandes misiones al mundo oceánico. Europa Clipper se lanzará dentro de un año para visitar las lunas oceánicas de Júpiter, no de Saturno, y entonces podremos comparar realmente cuál es el mejor lugar para buscar vida real.”

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Nature.

[H/T: nature | IJA]

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