Eso es al menos lo que aseguran algunos investigadores. Para buscar los entresijos de esta alucinante historia tenemos que trasladarnos en el tiempo hasta la década de los setenta del siglo pasado. En aquellas fechas un joven Uri Geller se asomaba en los televisores de medio mundo exhibiendo sus supuestas facultades psíquicas. Y es que, ante la mirada atónita de millones de espectadores, Geller demostraba, sin aparente truco o cartón, que era capaz de doblar cucharas con el poder de su mente. Tal fue el alcance de su fama, que entre las numerosas invitaciones que recibía hubo una muy especial. El israelí fue invitado a participar en un desconcertante y misterioso proyecto militar en los Estados Unidos para poner a prueba sus facultades mentales. Lo que pocos conocían en aquellas fechas es que uno de los materiales elegidos para aquel experimento podría proceder del OVNI estrellado en Roswell. Código Oculto te revela toda la verdad sobre este singular episodio.
Una extraña invitación
Auspiciado por la Marina de los Estados Unidos, el Dr. Eldon Byrd invitó a sus instalaciones, en la “Naval Surface Weapons Center” ubicadas en Maryland, al israelí con la finalidad “pública” de estudiar sus “poderes psíquicos“. Sin embargo, aquellas premisas podrían ocultar unos ensayos secretos con “tecnología extraterrestre”. Geller fue sometido por los científicos de la marina a una batería de experimentos, en octubre de 1973 y octubre de 1974. Entre otros objetivos, el Dr. Byrd y el Fred Wang, dos de los promotores de la iniciativa, querían documentar la “influencia psíquica” sobre varios materiales. Una de las pruebas a las que fue sometido el mentalista fue realizada con una aleación de última generación y altamente secreta, el enigmático Nitinol, un metal que según investigadores como Anthony Bragalia procede de la “ingeniería inversa” efectuada a los asombrosos restos de un platillo volador encontrado en el desierto de Roswell en 1947.
El investigador Jean Louis Petit en un artículo titulado: “¿Es preciso creer todavía en Uri Geller?” relata el insólito episodio vivido por el conocido mentalista en las dependencias militares:
“Dentro de un laboratorio del ejército norteamericano, Uri Geller vencerá un metal raro, escogido por su extrema dureza y su memoria de forma, es decir su capacidad de recobrar la forma inicial. Eldon Byrd, físico del ‘Naval Surface Weapons Center’ relata en estos términos la acción de Uri Geller sobre el Nitinol (aleación de titanio y niquel): La resistencia del bloque (9 mm por 25) había sido controlada antes en laboratorio y los alambres examinados para comprobar que una vez sumergidos en agua hirviendo o calentados con un fosforo, retomaban su forma anterior.
Geller me pidió sostener el alambre. Lo sostuve fuertemente con el pulgar y el índice de cada mano. Geller puso su pulgar y su índice sobre el alambre y empezó a frotarlo suavemente. Después de haberlo frotado durante unos 20 segundos, Geller me dijo que sentía una ‘joroba’ formándose bajo sus dedos. Se comprobó la joroba y se reanudaron las pruebas. Pedí a un asistente que me trajera agua hirviendo. Este hilo había sido fabricado con objeto de que guardara la forma recta y el hecho de sumergirlo en el agua hirviendo debería haberlo hecho volver rápidamente a su forma original.
Pero cuando lo sumergí en el agua, el hilo, en lugar de regresar a su forma inicial, comenzó a formar un ángulo aproximadamente recto. Encendí un fosforo y lo puse debajo del alambre, pero éste no se enderezó. Uri dejó el laboratorio y no tuvo más contacto con ese alambre de Nitinol. En cambio, éste fue sometido a toda una serie de exámenes que concluyeron en un aspecto normal, la misma densidad, con la misma composición cristalográfica. Ninguna de las tentativas destinadas a hacerle retomar su forma inicial tuvo éxito. Finalmente, el Nitinol resistió todos los ácidos destinados a ablandarlo, en la hipótesis improbable que Uri Geller hubiera burlado la vigilancia para ablandar el alambre por medio de tal producto, hipótesis esgrimida con frecuencia por sus detractores”.
¿Por qué los militares habían elegido el Nitinol para realizar las pruebas a Uri Geller?, ¿Qué escondían realmente estos experimentos?… y lo más importante ¿estaría al corriente Geller de que aquellos materiales podrían proceder del OVNI estrellado en el desierto Roswell?...
Inexplicablemente, hasta la fecha, los investigadores habían ignorado la importancia de la participación de Uri Geller en los test realizados con Nitinol. Por ello, ni corto ni perezoso, decidí contactar con el paragnosta para conocer de su propia voz que ocurrió realmente en aquellas instalaciones militares. Pero antes de revelar que sabía Geller es preciso aclarar que es el Nitinol y cuál puede ser su relación con el incidente de caso Roswell.
El Nitinol: un extraño metal
Muchos de los testigos implicados en el caso ocurrido en Nuevo México en 1947, señalaban que los restos metálicos encontrados en el desierto tenían unas extrañas propiedades. Bill Brazel hijo del ranchero William Mac Brazel que descubrió los materiales dispersados por la propiedad del Rancho Foster, habló en una ocasión del sorprendente hallazgo de su padre como:
“Algo parecido al papel de estaño, sólo que no se rompía. Uno podía arrugarlo y doblarlo e inmediatamente recuperaba su forma original. Era flexible, pero no se podía plegar o doblar como el metal común. Casi como un plástico, pero definitivamente metálico. Mi padre dijo una vez que los militares le dijeron que no era algo hecho por nosotros. Había también un material filiforme: parecía seda, pero no lo era. Era un material muy fuerte sin hebras o fibras, como tendría la seda. Era más como un alambre, una sustancia de una sola pieza.”.
Según un documento desclasificado por la “Freedom of Information Act” (FOIA. Ley por la Libertad de la Información, es una ley que otorga a todos los ciudadanos de los Estados Unidos el derecho de acceso a la información federal del gobierno) en agosto de 2009, desde la Base Wright-Patterson se habría encargado en el año 1949, poco tiempo después de los oscuros acontecimientos de Roswell, al “Battelle Memorial Institute” desarrollar nuevas aleaciones metálicas basadas en el titanio. Algunos de los implicados en este estudio fueron C.M. Craighead, F. Fawn y L.W. Eastwood, cuyos trabajos fueron utilizados posteriormente para un sensacional descubrimiento.
El investigador Anthony Bragalia asegura que las pesquisas del Battelle Institute fueron la antesala del invento del nitinol una extraordinaria aleación de titanio y níquel capaz de recobrar su forma (memoria molecular). No hay que olvidar, que el hijo del comandante George Hoover (el inventor del satélite) aseguró que su padre le contó que la Marina había investigado los restos del OVNI recuperado en Roswell para intentar duplicar su tecnología. También confirmó que la ONR (Oficina de Investigación Naval) estaba muy interesada en los “asuntos de la mente”. El Dr. Fred Wang, uno de los colaboradores del Dr. Byrd se inspiró en un trabajo anterior realizado por el instituto Battelle para crear el Nitinol. También es curioso reseñar que otro de los participantes en los experimentos con Geller fue el Dr. Ronald Hawke un físico de la Universidad de Berkeley que en su día fue reclutado por el Informe Condon, para que realizara un trabajo teórico sobre cómo podrían detener los OVNIs el funcionamiento de los vehículos.
Hawke consideró que las interrupciones en los motores eran posibles y determinó que para ello hacía falta un campo de energía muy intenso. Hawke consideraba que los efectos que produciría este campo energético, sobre diferentes elementos, coincidían plenamente con lo que se describía en algunos de los eventos OVNIs investigados por el colectivo de Condon. Ni que decir que al profesor Condon no le gustaron las conclusiones de Hawke. Ademas, para complicar aún más el asunto, el Dr. Howard Cross que trabajó en estrecha colaboración con la Marina de EE. UU., en el estudio de aleaciones de Titanio y Niquel, participó en las investigaciones OVNI encargadas al Battelle Institute por el gobierno estadounidense. De hecho, en el seno de dicho instituto se llevó a cabo un proyecto secreto, denominado Informe Especial Nº 14, destinado a cotejar y analizar científicamente los datos obtenidos de los avistamientos OVNIs por la USAF, en el denominado proyecto Stork (en los documentos llamados Memorándum “Pentacle”).
Bragalia, en un artículo denominado “Roswell metal scientist: The curious Dr. Cross” (2009) indicaba que el citado informe fue entregado al “Coronel Miles Goll”. Este militar es clave en la historia, ya que a finales de los cuarenta estaba destinado en la Base Wright Field, en la unidad ultra secreta “T2”, cuya misión era la de clonar la tecnología obtenida del bloque soviético. Tal era la influencia de Cross, en las investigaciones OVNIs oficiales, que se atrevió a sugerir al oficial al mando Edward Rupelt, en una misiva enviada el 9 de enero de 1953, que en una futura reunión del Panel Robertson y la CIA, se debía discutir previamente, en el ATIC (Air Technological Intelligence Center) “lo que puede y lo que no puede ser discutido en la reunión”. Curiosamente el científico del Battelle Institute siempre quiso ocultar su participación e interés por el fenómeno OVNI.
Un secreto revelado
Tras establecer una cordial comunicación por correo electrónico con Uri Geller, y ponerle en antecedentes de mi investigación sobre la conexión entre el OVNI de Roswell, el Nitinol y su propia participación en los experimentos con dicho material, el mentalista me dejó intrigado e impaciente tras leer su inmediata respuesta:
“Por favor, llámame por teléfono y te diré el secreto sobre él que, como usted dice, es un secreto a voces”.
Con la inestimable ayuda de un buen amigo José García, licenciado en filología inglesa, procedí a entrevistar telefónicamente a Geller el 21 de junio de 2014. Después de 4 décadas de silencio el famoso psíquico repasaba ante mi grabadora los extraños acontecimientos protagonizados en aquel lejano octubre de 1973 y 1974. Uri Geller, con 67 años en la actualidad se hizo famoso en nuestro país, en 1975, gracias a su estelar participación en el programa de televisión “Directísimo“, presentado por José María Iñigo. Ante la mirada atónita de millones de telespectadores el israelí fue capaz de doblar cucharas y arreglar relojes sólo empleando sus “facultades mentales”.
Y ahora a través del hilo telefónico el mentalista rememoraba quizás uno de los episodios más extraños vividos a lo largo de su vida. Desde su despacho en Londres, Uri Geller recordaba su estancia en las instalaciones de la Marina en Maryland. Allí junto al Dr. Byrd y dos científicos más, realizó todo tipos de tests y pruebas para evaluar su potencial psíquico. Sin embargo, cuando le pregunté directamente sobre el experimento efectuado con el Nitinol, su respuesta fue serena, contundente y sobre todo sorprendente. El Dr. Byrd le dijo que aquel material con el que iban a realizar el ensayo:
“Se trataba de tecnología de naves espaciales, alguna clase de tecnología extraterrestre“.
Aunque Geller asegura que en aquellas fechas no creía que fuera cierto, el científico le confirmó que “esta tecnología fue encontrada en una nave espacial“. En aquellos instantes no daba crédito a los apuntes que realizaba mi traductor, Uri Geller afirmaba que el controvertido Nitinol, objeto de infinitas polémicas en la comunidad ufológica, según le reportaron los propios científicos de la marina, había sido obtenido del estudio de una nave extraterrestre que el gobierno estadounidense había encontrado en algún lugar. Además, el mentalista percibió que sus interlocutores y “examinadores” no le contaban toda la verdad sobre los experimentos que efectuó en aquellas dependencias militares. Por si fuera poco, Geller intuyó que la CIA podía estar involucrada de alguna manera en aquellas experiencias.
Una de las cuestiones que más me interesaba conocer, es si hablaron con Geller en algún momento, sobre la posibilidad de pilotar una aeronave con la mente. De nuevo su respuesta afirmativa confirmaba mis sospechas. El Dr. Byrd le planteo esta interesante cuestión al famoso mentalista. Según el coronel Philip Corso, autor del libro “The Day After Roswell” el vehículo espacial recuperado por los militares en el desierto de Roswell intrigó a los especialistas del gobierno ya que no hallaron ningún mecanismo para su puesta en marcha o para su maniobrabilidad, por lo que no tenían ni la menor idea de cómo se podía pilotar.
Corso aseguraba en su libro que los científicos del ejercito pensaban que el artefacto era controlado por la mente de sus ocupantes. Por tanto, era lógico, pensar que, si los científicos le mostraron a Uri Geller el Nitinol, supuestamente resultante de los estudios secretos de ingeniería inversa sobre los materiales del OVNI de Roswell, le plantearan también esta interesante cuestión. Geller añadió que, durante su estancia en las instalaciones de la Marina, no hablaron en ningún momento sobre OVNIs, y que la única vez que utilizaron el término “extraterrestre” fue para referirse al origen del Nitinol.
Geller también quiso dejar claro que su participación en los experimentos era, sólo, un apartado más de las múltiples investigaciones que se estaban conduciendo en aquel lugar sobre la “influencia mental” sobre distintos objetos y materiales. Uri Geller conocía la existencia del “Battelle Memorial Institute”. En todo momento Geller se mostró tranquilo, colaborador y en ningún instante dio la impresión de querer añadir detalles sensacionalistas a su sorprendente e inédito, hasta la fecha, relato. Su testimonio coincide con los rumores que señalan que el Nitinol y quizás otros materiales en posesión del gobierno estadounidense son fruto de la tecnología extraterrestre recuperada en Roswell.
Sin duda es sumamente interesante conocer que en una de las pruebas a las que fue sometido Geller se utilizara un material relacionado con el más conocido caso de estrellamiento OVNI y que de alguna manera se lo pudieran confirmar… Pero ¿qué hay de verdad detrás de todo esto? Quizás algún día lo sepamos…
En el siguiente vídeo pueden ver unos lentes hechos con nitinol, sometidos a duras pruebas. Los lentes recobran su forma original. (Metal con memoria como el reportado en el caso Roswell):
Un artículo escrito por José Antonio Caravaca, colaborador de CodigoOculto.com
Gracias por leernos. Te invitamos a seguirnos en nuestra Fan Page, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes visitarnos directamente AQUÍ. O puedes unirte a nuestro Grupo Oficial, y a nuestra comunidad en Telegram.
0 comentarios