Es quizá el rompecabezas más enrevesado que jamás haya existido, una línea temporal que enfrenta a algunos de los dogmas más dominantes en la actualidad, ya sean científicos o teológicos, en una guerra sin cuartel. La historia de la civilización humana permanece hasta nuestros días en el misterio. Existe un enfrentamiento entre los que defienden la evolución, entre los creacionistas y una teoría alternativa que ha ido ganando adeptos y que sugiere un origen venido de las estrellas.

La teoría del antiguo astronauta es quizá una de las más controvertidas. Esta teoría transporta a los investigadores a la cuna de la civilización en Oriente Medio, la antigua Mesopotamia. Las tablillas cuneiformes sumerias, descubiertas en el siglo XVII, proporcionan al hombre moderno una nueva comprensión de nuestra historia.

Este conocimiento perdido ha tardado en abrirse camino en el pensamiento dominante y ahora se emite por televisión en los canales History y Discovery. Descifrar con precisión el complicado lenguaje del pasado ha llevado a los arqueólogos muchas décadas, pero afortunadamente hoy estas antiguas escrituras han salido a la luz para que las vea todo el público.

El acceso a escrituras como el Libro de Enoc, los Evangelios de Nag Hamadi, el Libro de los Jubileos, entre otros textos históricos, ayudan a ampliar nuestra base de conocimientos en relación con los escritos de la Biblia canónica; muchos de estos documentos son anteriores a la Biblia canónica en miles de años, arrojando luz sobre los orígenes y las influencias de las historias familiares que en ellos se cuentan y que han tenido una inmensa influencia en el pensamiento occidental.

Muchos se sorprenderían al descubrir que el gran héroe del Diluvio, Noé, era en realidad un rey sumerio. En la Epopeya de Gilgamesh, uno de los relatos más largos que se conocen sobre el rey de una ciudad sumeria llamada Uruk, Noé recibe la visita de un rey y le habla del cataclismo que se avecina, el gran diluvio.

Historia ocultada

Lamentablemente, la financiación de las primeras investigaciones arqueológicas estaba estrechamente controlada y canalizada por las primeras autoridades eclesiásticas, en particular la Iglesia Católica Romana. Se ordenó financiar únicamente las exploraciones arqueológicas que perpetuaran la historia relatada en la Biblia canónica, establecida por la misma institución en el Concilio de Nicea, 343 de la era cristiana.

Debido a la mayoría inculta en el pasado, la tarea de conocer la verdad se delegaba a menudo en las autoridades. Afortunadamente hoy en día el conocimiento y la distribución de la información es desenfrenada a través de Internet, y el poder está ahora en nuestras manos, ya que los esfuerzos de los decodificadores del pasado están siendo finalmente difundidos al mundo.

Cuando uno se da cuenta de que el Dios del Antiguo Testamento, Yahvé, no era otro que la deidad local de la ciudad sumeria de Ur, Enlil, se revela la verdad. Enlil y sus diversos parientes fueron venerados como dioses en varios templos desde Nínive hasta Asur y la ciudad sumeria de Ur, por nombrar sólo algunos.

Del mismo modo, su hermano Enki y sus hijos Nannar e Innana también tenían templos en destacados portales culturales y comerciales de la región. Y lo que es más importante, Enlil no actuaba solo, sino más bien en consorte con otros a los que se hace referencia como los Anunnaki.

Enlil y su hermano, Enki, son mencionados en el Génesis y en las más históricas Tablas de Arcilla como participantes en pruebas genéticas para producir un trabajador primitivo, el Homo sapiens.

Se proporciona un relato muy detallado de un ensayo clínico que da como resultado el nacimiento del arquetipo de la raza humana, “Adán”. El ensayo fue realizado por Ninmah, hermanastra de Enlil, y su hermanastro Enki, en un laboratorio africano.

Los registros históricos atraen incluso al científico más escudriñador, que reconoció fácilmente el umbral de conocimientos necesario para tratar un tema como la ingeniería genética en un documento de casi 5.000 años de antigüedad que ofrece un relato más detallado de la creación del hombre, que tiene sentido técnica e históricamente frente a la versión resumida que ofrece la Biblia, aunque en muchos casos complementaria.

Esto explicaría quizás la edad de Noé, de quien se dice que tenía 600 años en el momento del diluvio universal. Según la Biblia, Noé era hijo de una “deidad”. ¿Podría esta “deidad” paterna ser realmente un ser extraterrestre que dio lugar a la larga vida de Noé?

Varias deidades de los registros sumerios y egipcios también tenían nombres (AKA) que parecían abarcar largos periodos de tiempo y se encontraban a lo largo de varios textos antiguos. Por ejemplo, el dios acadio Sin también era conocido como el dios de la luna Nannar, hijo de Enlil. Su hermana, Inanna, también lucía el símbolo de la luna creciente y tenía templos por toda Mesopotamia. Los acadios la llamaban Ishtar.

El historiador griego Heródoto, que vivió en el siglo V a. C. y procedía de Jonia, dividió la civilización egipcia en tres dinastías, modelo que los egiptólogos siguen utilizando hoy en día. Mantheo, el sacerdote-historiador egipcio, está de acuerdo con las tres dinastías, salvo que añade una dinastía más que estaba gobernada únicamente por los “dioses”.

Afirma que los primeros gobernantes dinásticos de los dioses egipcios gobernaron durante 12 300 años. Es interesante observar que en los textos sumerios, Enki fue asignado las regiones de Egipto y África por su padre Anu, en o antes de 3760 a. C. Da la casualidad de que el calendario judío, cuyos orígenes se remontan a la ciudad sumeria de Nippur, también comienza su cómputo en el 3760 a. C.

Los sumerios afirmaban que todos los aspectos de la civilización les fueron enseñados por las deidades que eran adoradas en los templos de Mesopotamia. Los conocimientos detallados sobre el plano orbital de la Tierra, su eje de inclinación, su forma esférica y el comportamiento de precesión de su equinoccio eran conocidos por las deidades sumerias, a las que también se atribuía la construcción del Zodíaco.

Contrasta este detallado nivel de conocimiento en Sumeria con el que se poseía en Europa durante la Edad Media. Los científicos y las autoridades eclesiásticas de Europa estaban en desacuerdo sobre si la Tierra era redonda o plana, mientras que el pueblo de Sumeria y la región circundante tenían matemáticas avanzadas (que les permitió saber que la tierra es redonda), metalurgia, códigos de leyes y produjeron muchos inventos y logros avanzados que fueron los primeros de la civilización.

La correlación entre el Dios del Antiguo Testamento y el dios sumerio es evidente; el dios sumerio de la tormenta, Enlil, puede considerarse el Dios de la ira y la venganza en el Antiguo Testamento. Cuando se habla de la verdad religiosa, existe lo que cree el partido gobernante o la superpotencia y lo que creen las culturas subordinadas, a las que se les da una etiqueta despectiva como paganas u ocultistas.

Un ejemplo de esto está teniendo lugar y manifestándose actualmente en Oriente Medio, donde facciones religiosas que representan al cristianismo, al judaísmo y al islam están librando una guerra en la antigua tierra de Canaán, cerca del monte Megiddo, situado al sur de Israel. Las facciones en guerra cuya genealogía se origina en Sumeria siguen en conflicto hoy en día.

Los devotos de Enlil, alias Yahvé, el Dios del Antiguo Testamento, se enfrentan a los seguidores de Enki, aún enfrentados por el dominio de la Tierra. ¿Podrían los conflictos que involucran a los países de Irán, Irak, Siria e Israel ser el resultado de las guerras pasadas que tuvieron lugar entre los “dioses” Enlil y Enki y su descendencia, como está escrito en “Guerra de Dioses y Hombres” de Zecharia Sitchin?

Anunnaki, los que llegaron del cielo a la Tierra

Según los sumerólogos, el término AN.UNNA.KI se interpreta literalmente como aquellos que del “cielo a la Tierra vinieron”. El punto clave a tener en cuenta desde el principio es la afiliación del término “cielo” con el supuesto planeta de origen Anunnaki, a saber, Nibiru como se detalla en “El Duodecimo Planeta” de Sitchin.

Además, de la lista de personajes detallados como “deidades” en la literatura mesopotámica sabemos que la cabeza del consejo Anunnaki de los 12 fue presidido por Anu, el padre de los dos jugadores clave y medio hermanos Enlil y Enki.

NI.BI.RU está compuesto a partir de la escritura cuneiforme, ahora digitalizada, que figura en Unicode como 1224C, 12249 y 12292. Por lo tanto, una interpretación más precisa de la palabra Anunnaki es aquellos que de Anu a la Tierra vinieron o fueron enviados.

Equiparar el planeta Nibiru con la palabra Cielo, como se usa en la Biblia, es un detalle importante cuando se reexaminan oraciones como “Nuestro padre que está en el Cielo…”, arrojando una luz completamente nueva sobre quién era realmente el Padre en el Cielo, a saber, Anu (gobernante de los Anunnaki y padre de Enlil y Enki). Por lo tanto, las oraciones deben haberse originado de los hijos extraterrestres de Anu en la Tierra.

¿Cuál fue la razón por la que los Anunnaki dejaron Nibiru para venir a la Tierra?

Según Sitchin y otros autores sobre el tema, Nibiru, situado más allá de Plutón, está atrapado en una órbita elíptica retrógrada de 3.600 años alrededor de nuestro Sol.

De acuerdo con los mapas sumerios y los informes de 1983 del Observatorio Naval IRAS por el Dr. Harrington, el descubrimiento de un gran planeta en la región Nibiru se informó que residen cerca de donde los sumerios indicaron, más allá de Plutón.

Los planetas enanos marrones, como sabemos, no reciben radiación solar significativa para mantener la temperatura de la superficie habitable. La atmósfera de Nibiru se generó artificialmente o a partir de gases y vapor liberado del planeta calentado geotérmicamente.

Según la cronología de la historia publicada por Sitchin, hace aproximadamente 450.000 años la vida en Nibiru se enfrentaba a la extinción debido al deterioro de la atmósfera y la consiguiente exposición a la radiación, especialmente en el cercano perihelio con el Sol.

Uno de los líderes de Nibiru viajó hacia el interior y aterrizó en la Tierra, descubriendo los excedentes de oro de la Tierra. Debido a sus avances en la tecnología, los Anunnaki podrían utilizar el oro para salvar la atmósfera de Nibiru, dispersando las partículas ionizadas en la atmósfera del planeta.

Anu y sus dos hijos Enlil y Enki eventualmente vinieron a excavar la Tierra por el oro también, sin embargo, Enlil y Enki mantuvieron su distancia debido a una rivalidad. Según las reglas de herencia niburianas, Enlil era el heredero legítimo debido a su posición como hijo de Anu y Hermana de Anu.

Enki era hijo único de Anu, su madre no era de sangre real. La contribución femenina al material genético incluye el ADN mitocondrial, que no tiene el masculino. A Enki se le asignó la explotación minera en África, a Enlil en Mesopotamia, y a una nieta llamada Inanna se le dio la región del Valle del Indo. La división se llevó a cabo y finalizó en 3760 a.C.

Para aumentar la eficiencia, los miembros de mayor rango de los Anunnaki trajeron varios trabajadores serviles para ayudar con el trabajo de extracción de oro (conocidos como Vigilantes o Igigi). Los Igigi trabajaron duro durante algún tiempo, pero inevitablemente se cansaron de sus condiciones de esclavitud y se rebelaron contra los Anunnaki.

Esto obligó a los Anunnaki a establecer un nuevo plan, uno que desarrollara un ser híbrido, un trabajador primitivo, para reemplazar a los buscadores de oro Igigi. El Homo-sapiens.

La formación de nuestro Sistema Solar según los textos sumerios

Lo que sigue es un resumen de la formación de nuestro sistema solar según la época sumeria, Enuma Elish. Según el texto, narrado en una alegoría de guerreros celestes, diez planetas componían nuestro sistema solar.

La Tierra aún no estaba formada, ya que entonces formaba parte de un planeta mayor llamado Tiamat, que acabó estrellándose contra Nibiru durante la formación inicial de las órbitas del planeta, dejando tras de sí una inmensa estela de escombros a partir de la cual se formó la Tierra, junto con el cinturón de asteroides.

Durante este cataclismo, la masa de la Tierra en formación también capturó la luna de Nibiru. Se teoriza que este desastre inicial transfirió las semillas originales de la vida a la Tierra, una forma de Panspermia accidental.

El significado de la Epopeya de la Creación de los sumerios especifica un planeta adicional en nuestro sistema solar, el planeta natal de los Anunnaki, Nibiru, cuyo afelio está situado más allá de Plutón en una órbita retrógrada de 3600 años alrededor del Sol.

Así las cosas, el paso de un décimo planeta de la magnitud de Nibiru entre Marte y Júpiter tendría sin duda un impacto notable cada 3.600 años. Teniendo esto en cuenta, para algunos investigadores es probable que el paso de Nibiru sea responsable de los cambios e inversiones de los polos, de los cambios en la precesión de la Tierra respecto a su eje y de los meteoritos y desechos espaciales potencialmente peligrosos que llegan desde el cinturón de asteroides en dirección al perihelio.

No es difícil encontrar artefactos inusuales encontrados en todo el mundo, aquellos que parecen contradecir las capacidades conocidas de la civilización analizada. Algunos ejemplos son los jeroglíficos del templo egipcio de Abidos, que representan cohetes, aviones, submarinos e incluso un helicóptero avanzado.

También hay un hallazgo de baterías iraquíes, mampostería de precisión y arquitectura con piedras megalíticas. De todo el material accesible a una cultura, ¿por qué utilizar el material más difícil posible? Bloques masivos de 1.000 toneladas.

Los hallazgos de todo el mundo para incluir modelos de aviones, templos solares y lunares increíblemente sofisticados alineados con el solsticio y el equinoccio por igual, junto con decenas de miles de seres avanzados enseñando tecnologías civilizadoras a los pueblos indígenas apuntan abrumadoramente al hecho de que los Anunnaki estuvieron aquí en la Tierra.

Sitchin fue instrumental en conseguir los detalles sumerios sobre los registros Anunnaki para que el mundo los viera. Ha tomado más de 100 años para que la información sea aceptada hasta ahora. Las tablillas están ahora digitalizadas para la velocidad y precisión de la traducción.

Un punto importante a mencionar es que el relato sumerio del diluvio fue claramente copiado y modificado para crear el relato del Génesis, escrito por sacerdotes hebreos cautivos en Babilonia, donde tuvieron acceso a la verdadera historia de la gran inundación, pero optaron por aplacar a Enlil como su dios monoteísta astronauta antiguo elegido.

Después de todo, estaban muertos de miedo ante la ira de Enlil. Génesis 6 describe la escena de fondo de la gran inundación, dejando fuera todas las referencias a los otros miembros del consejo Anunnaki en la narrativa de la Torá.

Tenga en cuenta los collares de cruz usados por los Anunnaki, miles de años antes de la crucifixión de Cristo – ¿Qué implica esto?

Génesis 6:1-8 (NVI)

Cuando los seres humanos comenzaron a aumentar en número sobre la tierra y les nacieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los humanos eran hermosas, y se casaron con cualquiera de ellas que escogieron. Entonces el Señor dijo: “Mi Espíritu no contenderá con los humanos para siempre, porque son mortales; sus días serán ciento veinte años.”

Los Nephilim o Nefilim estaban en la tierra en aquellos días-y también después-cuando los hijos de Dios fueron a las hijas de los humanos y tuvieron hijos de ellas. Eran los héroes de antaño, hombres de renombre.

El Señor vio cuán grande se había vuelto la maldad de la raza humana en la Tierra, y que toda inclinación de los pensamientos del corazón humano era sólo el mal todo el tiempo. El Señor se arrepintió de haber hecho seres humanos en la tierra, y su corazón se turbó profundamente.

Entonces el Señor dijo: “Borraré de la faz de la tierra al género humano que he creado, y con él a los animales, las aves y las criaturas que se mueven por el suelo, pues me arrepiento de haberlos hecho.” Pero Noé halló gracia ante los ojos del Señor.

Enlil (Dios en el Génesis hebreo) no creó al hombre, sino que su hermanastro Enki y su hermana Ninmah estuvieron más involucrados en la manipulación genética, como se evidencia en el Atrahasis, anterior al relato del Génesis en 1.700 años.

Al parecer, Enlil aniquiló al hombre a causa de su incesante ruido, aunque este motivo parece sombrío, y teniendo en cuenta la animosidad entre Enlil y Enki, sólo cabe considerar que el motivo de Enlil para aniquilar a la humanidad tenía algo que ver con el hecho de que el Homo sapiens era semilla de Enki y, por tanto, tenía el potencial de alzarse contra Enlil. Enlil fue un escritor fantasma de la Biblia y, en consecuencia, la verdad fue distorsionada para beneficiar a este último.

Además, la “planta del conocimiento del bien y del mal”, el “fruto prohibido”, estaba presente en la primera ciudad avanzada de Enki, Eridu. Enlil (alias Jehová/Dios) le dice a Adapa (Adán) en el Jardín del Edén de Eridu que si come el fruto morirá. Enki rebate esta mentira y le dice a Adapa que no morirá, sino que se convertirá en “uno de nosotros, los dioses”.

Así pues, parece haber un efecto transformador producido por esta planta que cambia la conciencia humana. En cualquier caso, Enki dice la verdad y es demonizado y simbolizado como una serpiente, mientras que Enlil miente y se promociona como Dios.

Esta mentira, el hecho de que Adán no muriera sino que tomara conciencia de su desnudez, atestigua que no quería que se consumiera la planta del conocimiento del bien y del mal. Se trataba de controlar el acceso a la conciencia superior, mal vista por Enlil.

La humanidad fue la orgullosa creación de Enki con la ayuda de su pariente Ninharsag, que alivió con éxito los trabajos de los Anunnaki en las minas de oro, tal como había prometido. Enlil dijo que estaba cansado del ruido del hombre, y quería que Enki liberara alguna forma de enfermedad para acabar con ellos.

Por supuesto, Enki desafió a su hermano y ofreció guía y protección al hombre. Enlil continuó ordenando la muerte del Homo sapiens, y afligió al hombre con enfermedades, dolores de cabeza y otras dolencias. Para finalizar la muerte del hombre, Enlil ordena a Enki que conjure un gran diluvio. Enki se niega, y la tensión sigue creciendo entre los dos hermanos.

Aunque los Anunnaki tenían los medios tecnológicos para manipular el clima, no está claro si la gran inundación por venir fue causada por los propios Anunnaki o por las fuerzas gravitacionales forjadas por el paso de Nibiru de la Tierra, en ruta a un perihelio solar de 3.600 años.

Independientemente de la causa, Enlil tomó el crédito para establecer su poder percibido para castigar. De ahí la correlación con el Dios de la Ira del Antiguo Testamento y los atributos genocidas de Enlil.

Enki decidió modificar un juramento hecho para ocultar al pueblo el conocimiento del inminente desastre acuático, e instruye a su hijo Atrahasis para que construya un barco. Enki ayuda a Atrahasis a trasladar el barco al señor Ararat.

También es importante señalar que la idea de que Noé alojó a varias especies animales en la barca es un concepto erróneo. Lo que se recogió y guardó fue el ADN de los animales.

Así pues, Atrahasis es el Noé bíblico. También hay que señalar que Ninharsag se llamaría más tarde “Isis” en el antiguo Egipto.

Ingeniería humana

Según los registros sumerios, uno de los hijos de Enki, Thoth, fue el creador y el proponente clave de que la humanidad se convirtiera en los “Hijos de Dios” a través del despertar de los cuerpos energéticos (chakras) y la conciencia subsiguiente, que él diseñó para ser sensible a las diversas frecuencias afiliadas con la distancia radial y las frecuencias causadas por un resonador esférico, es decir, la Tierra.

Se pueden leer las Tablas Esmeralda para hacerse una idea de los avanzados conocimientos energéticos que poseía Thot. También, como lo demuestra su bastón el Caduceo, era un experto genetista. Lawrence Gardner en su preeminente libro Génesis de los Reyes del Grial, discute el significado del antiguo símbolo asociado con Thoth. El conocimiento de la energía, la materia y la glándula pineal humana estaban en juego en función de la conciencia humana conectada al ADN.

Enki diseñó trabajadores primitivos con habilidades altamente científicas: mapeos funcionales genéticos con un cuerpo energético humano compuesto de 7 chakras. Los chakras proporcionan acceso a un medio evolutivo que permite a la humanidad continuar en su camino de expansión consciente.

Estos siete estados de energía cuantizada fueron diseñados intencionadamente por Enki para proporcionar a la humanidad una interfaz para la futura evolución de la conciencia. Enki no parecía cómodo aceptando el concepto de esclavitud frente a la creación de un trabajador primitivo que acaba de obtener un salto genético con el potencial de convertirse en uno de los dioses. Para los Anunnaki, el mecanismo de evolución de la conciencia era altamente clasificado.

¿Podría ser la narrativa sumeria la respuesta?

Extensa, detallada y controvertida, la Epopeya Sumeria de la Creación se erige a la vez en oponente y adversario de las teorías de la ciencia moderna, así como de las doctrinas religiosas más prominentes de hoy en día, un tema de discurso volátil.

Estos antiguos escritos contribuyen a ampliar nuestros conocimientos sobre el origen de la humanidad, al tiempo que desafían el relato bien establecido que se narra desde la Biblia.

La teoría del antiguo astronauta puede poner a prueba las creencias de la mayoría, ya que las representaciones y dramatizaciones de seres extraterrestres en la cultura dominante han ahogado la comprensión de la gente sobre estos últimos, pero no se puede negar el enigma que rodea a las innovaciones y conocimientos que poseían los sumerios.

Además, aún no se ha completado el mayor enigma de la evolución: el milagroso salto del Homo-erectus al Homo-sapiens. Sin embargo, los sumerios ofrecen una detallada aclaración científica al respecto.

El hecho de que numerosas culturas indígenas de todo el mundo construyeran monumentos que parecían rendir culto al cielo y compartieran historias similares de “dioses” que ascendían de los “cielos” debería plantear la cuestión de una presencia extraterrestre durante aquellos tiempos.

Existe una correlación asombrosa entre las historias y la base de conocimientos de las culturas antiguas y la cronología en la que adquirieron una comprensión más profunda de la astrología, la tecnología, la biología y la espiritualidad, temas que sólo han adquirido una comprensión adecuada en los últimos siglos.

Los registros sumerios constituyen una de las colecciones históricas más importantes de la humanidad hasta la fecha. Con un análisis adecuado, estos escritos no sólo ofrecen una visión de nuestros humildes comienzos, sino que también ofrecen respuestas sobre nuestro destino final como seres humanos.

Autor: Jeff Roberts – Collective Evolution

Referencias:

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2. Sitchin, Zecharia. The Earth Chronicles (Book).
3. Gods, Demons, and Symbols of Ancient Mesopotamia. Jeremy Black and Anthony Green, University of Texas, 2003.
4. Freer, Neil. The Anunnaki and the Myth of a 12th Planet. 2006, http://www.redicecreations.com/specialreports/2006/01jan/annunaki.html
5. Roug, Louise, Digitizing Cuneiform, LA Times, http://www.ancientsites.com/aw/Post/148092
6. Chew, Feeland. Zecharia Sitchin and a New Synthesis.
7. ‘http://www.ancienttexts.org/library/mesopotamian/gilgamesh/tab11.htm
8. ‘http://yowusa.com/planetx/2007/planetx-2007-08b/1.shtml
9. ‘http://humansarefree.com/2014/04/mankinds-forbidden-history-holds-answer.html#sthash.QGASfaLT.uxuhyAGA.dpuf

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