Uno de los temas más controversiales, cuando hablamos de OVNIs (y créanme que hablo bastante de OVNIs en mi vida diaria) es el tema de “¿de dónde provienen los extraterrestres?“. Dos de las teorías más aceptadas son:
Si son extraterrestres, entonces vienen del exterior. El espacio exterior, para más datos.
Según el saber popular, los alienígenas son extraterrestres… Pero, ¿son extraterrestres o intraterrestres? Crédito: conner / Pixabay
La otra teoría es que vienen del centro de la tierra; mejor dicho los intraterrestres.
Como entenderán, la más popular es que vienen del espacio exterior, en sus OVNIs, desde una gran distancia. Miles o millones de Km. Y esta sería la razón por la que no se ven telescopios en cualquier lugar de mundo. Las distancias que se manejan en astronomía son tan grandes, que si hiciéramos un gráfico, la distancia entre los polos de nuestro planeta, sería un punto, comparada con la distancia de la Tierra al Sol, por ejemplo. Y el Sol da vida a este planeta, calienta la superficie de la Tierra y muchas maravillas más. Pero no me voy a poner en plan poeta, no. Solo marco una diferencia en algo tan usual y conocido, comparándolo con las inmensas distancias, por ejemplo, con Neptuno o Plutón y más allá.
En el caso de la “teoría intraterrestre”, es diferente, ya que muchas veces choca con las ciencias tradicionales, como la física por ejemplo. Me explico: hay muchos factores que, según la ciencia tradicional, harían imposible la vida intraterrestre.
Aquí viene una gran zona nerd, ya que hay que explicar un poco, según la ciencia tradicional, la vida intraterrestre sería imposible. Pero es necesario explicarlo, poniéndome en plan “abogado del diablo”, para que quede claro el concepto generalizado de “no, eso es imposible” que da como respuesta la ciencia.
Representación de intraterrestres. (Pinterest)
Pero hagamos un poco de historia…
En casi todas las culturas antiguas, el concepto de los seres venidos del interior de la Tierra, es conocido. La referencia más antigua que se tiene de una mención de la Tierra Hueca o habitantes del interior de la Tierra es la de Athanasius Kircher (1602 – 1680; estudioso que escribió más de 30 libros acerca de diferentes temas, desde idiomática hasta la Atlántida) que habla de esto en su libro “Mundus subterraneus, quo universae denique naturae divitiae” en 1665. En este mismo libro se nombra a la Atlántida.
Pero Kircher se refiere a Agartha, la mítica tierra que, supuestamente, tiene entrada por los dos polos. Varios escritores, además de Kircher, han hablado de esta mítica tierra.
Helena Blavatsky: Escribió que Agartha (aunque ella la llama la Logia Blanca) fue fundada hace unos quince millones de años sobre lo que era una isla en el «mar de Gobi» ―el actual desierto de Gobi― donde aterrizaron llamados «Señores de la Llama», provenientes del planeta Venus. Helena Blavatsky afirma que este mundo subterráneo pudo haber inspirado algunas creencias religiosas antiguas como el Hades y el Infierno.
Louis Jacolliot: En 1873 Menciona a Agartha en su libro Les fils de Dieu, sin más precisiones.
Nicholas Roerich menciona a Agartha. Relata cómo llegó supuestamente a entablar contacto con sus habitantes en un viaje, que tenía como propósito retornar la piedra Chintamani. También la representó en algunas de sus pinturas.
Pintura de Nicholas Roerich, representando a Agartha. © Imagen: Nicholas Roerich
Cuando hablamos de Agartha, no hablamos de una ciudad, sino de varias. De hecho, Shambala es su ciudad central. Pero no se trata solo de Agartha…
Incluso aquí en argentina, mi país, existe la creencia entre la mayoría de los ufólogos e investigadores, de la existencia de una ciudad subterránea llamada “Erks“.
Allá por el año 1983, un personaje llamado Ángel Cristo Acoglanis congregaba a cierto número de personas, y entraba en el Cerro el pajarillo, en Capilla del Monte, Córdoba Argentina, donde mediante la meditación, hacían ceremonias e invocaciones, para intentar acceder a Erks. Durante las invocaciones, luces comenzaban a aparecer y “bailar” sobre ellos, y parecían seguir las órdenes de Acoglanis.
Representación artística de Erks. Imagen: Youtube
Según sus dichos, estas luces eran seres incorpóreos que vivían bajo las montañas del lugar, en la ciudad de Erks, una ciudad híper tecnificada que estaba siendo preparada para recoger a los sobrevivientes de un cataclismo global. La única manera de entrar en la ciudad era con permiso de los altos sacerdotes ekrs. Estos sobrevivientes serian llamados “los elegidos”.
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Tres años después, en 1986, en aquel mismo lugar, apareció una extraña marca en la ladera del cerro el pajarillo. Todos decían que había sido provocada por un OVNI y esto alentó aún más la teoría de los intraterrestres. Muchos investigadores decían que aquella marca había sido provocada por la salida de una nave intraterrestre de la montaña, mientras que otros que había sido provocada por el aterrizaje de una nave extraterrestre. De todas maneras, se popularizo aún más la supuesta existencia de Erks.
Representación de los contactos de Ángel Cristo Acoglanis y sus acólitos en la supuesta entrada de Erks, la ciudad intraterrena. © Imagen: cuatro.com
Un apartado especial es para el comandante Richard Byrd que, según el portal The Truth Seeker, dejó un diario en el que registro un viaje realizado a través del Polo Norte, donde encontró una gran grieta, por la que entró. Según este diario, Byrd, habría emprendido el viaje el día 19/2/1947, alrededor de las 6 de la mañana. Siempre según el portal, en el diario se lee que alrededor de las 9 de la mañana, los compases magnéticos comienzan a girar locamente, incapaces de mantener el rumbo del avión. En ese momento, a la distancia, puede divisar montañas sin hielo. Media hora más tarde, confirma que son montañas sin hielo. No solo eso, en el suelo, ve escenarios verdes, musgo al parecer, lo que choca con la cuestión de que esta en el polo norte.
Sus instrumentos dicen que la temperatura exterior es de 74° F (unos 23.5 ° Celsius) que vuelve a chocar con la realidad del Polo.
Alrededor de las 11:30, no solo ve suelo verde, sino una ciudad. Comienza a aterrizar (de hecho, los controles lo hacen sin que él pueda evitarlo), y es abordado a través de la radio por alguien que en perfecto inglés le dice que se relaje que aterrizarían en 7 minutos.
Almirante Richard E. Byrd
Al aterrizar, se acercan a su avión, varios hombres de aspecto nórdico, es decir, altos, rubios y blancos.
Sigue relatando el diario que estos hombres llevan a Byrd con el “Maestro”, este le explica que ellos pertenecen a la raza de Los Arianni, que viven en el centro de la Tierra y que son los vigilantes del mundo exterior. Tienen un mensaje de paz y de advertencia para los seres humanos de la superficie. Que están destruyendo el mundo y mucho más. Todo el texto, en español, está en mi blog personal.
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¿Por qué traigo a colación este artículo? Porque de ser cierto, explicaría muchas cosas.
Según el Maestro, los OVNIs serían sus propias naves, llamadas por ellos “Flugelrads“, que son naves circulares, como los típicos OVNIs. Entonces, los OVNIs, serían intraterrestres y no extraterrestres.
Según el Diario del Almirante Byrd, este entró a través de un hueco en el polo norte a una tierra verde perteneciente a una raza hipertecnológica. © Imagen: erks.org
Contras de la teoría
1.- La vida es imposible en el interior de la Tierra, por la alta temperatura. Según el “gradiente Geotérmico” (esto es variación de temperatura a medida que nos adentramos en el centro de la tierra) la temperatura aumenta de 25 a 30 ° C, por cada kilómetro que avanzamos. Es decir, que a un kilómetro de profundidad, estaríamos entre los 50 y 60° C.
2.- Alimento: cuanto más profundo, menos alimento hay. Resulta que cuanto más profundo, no habría luz solar, no habría fotosíntesis, o sea no habría plantas y por ende, ningún tipo de alimento.
3.- Oxígeno: al no haber plantas ni Sol, no se puede producir la fotosíntesis, por lo tanto no se produce oxígeno. De hecho, cuando se deben hacer túneles o en trabajos de minería, se suele bombear oxígeno a los túneles para asegurar el bienestar de los trabajadores.
Representación de seres avanzados en una hipotética civilización intraterrena. (Pinterest)
Si todo esto es cierto (y sí, es cierto), una persona no podría vivir más de 10 minutos a una temperatura de más de 60 °, sin contar que tampoco hay oxígeno.
Nosotros, los seres humanos, tenemos una fisiología (basada en carbono) que soporta determinados estándares de temperatura, oxígeno y demás. Nadie nos asegura que es imposible que pueda existir vida en condiciones extremas. Por ejemplo, los tardígrados, también llamados Osos de Agua, son organismos llamados extremófilos, es decir, pueden sobrevivir en condiciones extremas, como temperaturas altísimas o bajísimas (desde -200° a 150°), presiones hasta 6000 atmósferas, incluso, viven en el espacio exterior. Si conocemos un ser tan extremo, ¿Por qué no pensar que una raza podría sobrevivir en el centro de la Tierra?
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Pero seguimos con el tema del alimento. No hay manera de producir alimento (en este planeta) sin oxígeno y sin agua…
En cuanto a la vida extraterrestre, es otro cantar.
¿Extraterrestres o Intraterrestres? (Pixabay / bogitw)
Se ha hablado hasta el hartazgo de esto. Se han realizado cientos (cuando no miles) de teorías acerca de la procedencia de las naves y extraterrestres en cielos, mares y en la tierra. Zeta Retículi, Las Pléyades, el Cinturón de Orión, Sirio A, B, C… Yo mismo he escrito varios artículos (varios de ellos para Código Oculto y pueden leerlos aquí) explicando procedencia, posibles transportes…
Digamos que de venir del espacio exterior, deberían viajar cientos de años luz, como mínimo. Seamos gráficos, un año luz son 9.46 × 1012 km (una cifra de 13 números). Nuestro vecino más cercano (Próxima Centauri), es una estrella roja enana que está a 4 años luz (multipliquen 9.46 × 1012 por 4 y da un número aún más grande. Y pensar que a veces nos preocupamos por el gasto de combustible al ir de Buenos Aires a Mar Del Plata, en Argentina…) y hoy por hoy, con la tecnología actual, estamos lejos de llegar a él. En realidad, con nuestra tecnología solo hemos llegado en persona a la lLuna, imaginemos un poco cuanto tardaríamos en llegar a Próxima Centauri…
Así las cosas, creo que estamos casi en zona de tener conclusiones, si es que son necesarias.
Conclusiones
Todo lo expuesto, dice que es imposible que haya seres de una raza no identificada, viviendo en las profundidades (cuando no en el centro) de la Tierra. Las condiciones no están dadas para que ningún ser vivo (aclaremos, de la Tierra) pueda sobrevivir, y menos prosperar en un ambiente que solo desea destruirlo. Sin oxígeno, sin alimento, sin agua, a una temperatura que estaría a un paso del infierno. Sería imposible.
Y con la tecnología actual (aquí en la Tierra, digo), tampoco sería posible el viaje entre estrellas. Nosotros apenas llegamos a la Luna en una carrera espacial que lleva 80 años, menos podríamos pensar en llegar a Júpiter, por ejemplo, y menos en llegar a Próxima Centauri o aún más allá. Muchos miles de millones de Km, años luz (con los números gigantescos que esto representa y que hemos explicado muy escuetamente más arriba) que harían inviable acercar distancias con otras civilizaciones.
Siempre hablando desde nuestra física, nuestra química y nuestra biología actual, claro.
Me explico. Creo en los extraterrestres. O los intraterrestres, al caso es lo mismo. Siento que no estamos solos en el universo. Como alguien dijo “sería un gran desperdicio de espacio” (Carl Sagan). Y si bien en este momento se habla mucho de sobrepoblación, el interior de la Tierra es un montón de espacio para aprovechar.
Sí, soy de la idea de que es muy probable que existe vida, tanto en el interior de la tierra como en el espacio. “seriamos muy soberbios si pensáramos que estamos solos en el universo” (otra frase conocida) y también, agrego, seriamos soberbios si pensáramos que no podría haber otro tipo de física y biología para soportar las condiciones en el interior de la Tierra. O en el espacio exterior. Se dice que hay varios planetas, alrededor de diversas estrellas conocidas, con posibilidades de tener vida (La ya nombrada Próxima Centauri albergaría al menos dos planetas, uno de los cuales podría parecerse a la Tierra.), pero volvemos a la soberbia de creer que si no es parecida a nosotros, no es posible. Y yo opino que sí. Tenemos hermanos extraterrestres, y tenemos hermanos intraterrestres.
Solo es cuestión de poder comunicarnos y aprender de ellos. Según un polémico artículo que escribí (se puede leer aquí), tenemos ya a quien sería el mediador… ¿Tendríamos algo que aportar a esta especie de sociedad? Quien lo sabe. Esperemos que cuando el encuentro se dé, estén dadas las condiciones para intercambiar algo interesante. Solo es cuestión nuestra llegar a ese encuentro preparados.
Autor: Dario Fernandez
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