En tiempos remotos civilizaciones decidieron vivir bajo tierra, quizá para protegerse de los efectos nocivos de un cataclismo ocurrido en el planeta. Tal es el caso de una enorme ciudad subterránea hallada en Turquía, y en la que sus habitantes vivían de forma permanente.
Hace algunos años fue hallado un asentamiento subterráneo de proporciones considerablemente grandes en la provincia de Nevşehir en Anatolia Central en Turquía, una región ya conocida por sus lugares históricos inusuales.
Lo que hace que este descubrimiento sea único es el papel permanente que cumplió para sus habitantes. Como ha revelado el análisis inicial, los residentes de este complejo subterráneo no solo encontraron refugio en el interior, sino que también pasaron gran parte (si no toda) de su existencia en esos túneles.
La datación por carbono reveló que el misterioso complejo enterrado es anterior a los hititas, los pueblos antiguos que formaron un imperio en esta zona hace unos 3.600 años.
Sin revelar demasiada información, el que fuera alcalde de Nevsehir, Hasan Ünver, expresó su entusiasmo en una declaración para los medios locales:
“Cuando las obras estén finalizadas, se reescribirá la historia de Capadocia. Hemos alcanzado importantes descubrimientos; nuevos túneles largos y espacios donde la gente vivía en conjunto. Se encontraron lugares donde se producía aceite de linaza, capillas y túneles que combinaban varios espacios habitables en la ciudad subterránea”.
El hallazgo del complejo subterráneo
El inusual complejo fue encontrado por casualidad por un grupo de trabajadores turcos que excavaban en el área para un proyecto de desarrollo urbano.
Los arqueólogos que llegaron por primera vez al sitio pensaron que se trataba de otro asentamiento similar a la ciudad de Derinkuyu, el establecimiento subterráneo excavado más grande de Turquía, que albergó a un número estimado de 20.000 habitantes hace unos 3.000 años.
La principal diferencia aquí es que esas personas se estaban escondiendo de las constantes incursiones musulmanas en ese momento, a diferencia de estos otros habitantes que encontraron consuelo permanente debajo de la superficie.
Özcan Çakır, profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Geoglífica de la Universidad de Canakkale en Turquía, creía al principio que los túneles anchos se utilizaban como “carreteras agrícolas” que proporcionaban un paso seguro a las personas que transportaban alimentos a través de largas distancias.
Lo que hizo que el profesor cambiara de opinión fue la fuente de agua dulce descubierta al final del túnel explorado más amplio que apuntaba hacia la naturaleza permanente del sitio.
Para hacerse una idea de las proporciones de este pasaje subterráneo, se extendía por toda la ciudad de Nevşehir y continuaba durante otros kilómetros hasta esta lejana fuente de agua. Se estima que el sitio tiene casi460.000 metros cuadrados.
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Artefactos y estructuras
Entre los artículos rescatados por los arqueólogos se encontraban instrumentos en forma de pipa hechos de mineral sepiolita que probablemente se usaron para fumar tabaco y otras sustancias psicoactivas específicas de la región. Estos “tubos de espuma de mar” ofrecen otra pista sobre la naturaleza permanente de este asentamiento debajo de la superficie.
Los investigadores encontraron asentamientos de varios niveles de viviendas, cocinas, capillas, bodegas, escaleras y prensas de linaza para la fabricación de aceite de lámpara para iluminar los pasajes subterráneos.
El alcalde Ünver dijo:
“Esta es una verdadera ciudad subterránea donde los habitantes residían permanentemente, y no como otras ciudades subterráneas donde vivían temporalmente. Estamos seguros de que también alcanzaremos información y descubrimientos muy importantes sobre la historia del mundo”.
Reescribir la historia
Este formidable descubrimiento de seres humanos que viven permanentemente bajo tierra plantea, de hecho, más de unos pocas interrogantes que amenazarían el registro histórico establecido. Con este fin, destacaré la más notable de las intrigas.
¿Fueron estas personas obligadas a vivir allí como resultado de algún cataclismo despiadado en la superficie? ¿Alguna vez una guerra nuclear envolvió esta región en un pasado remoto? ¿Habrá evidencia de una raza olvidada hace mucho tiempo? Y lo más importante, ¿revelarán las autoridades turcas esta exótica verdad si fuera realmente el caso?
Por lo que sabemos, una curiosa cultura llamada Ubaid evolucionó entre el 6.500 y el 5.000 a. C. hasta el este de Turquía, en la región de la antigua Mesopotamia. Entre los artefactos pertenecientes a esta cultura remota, los arqueólogos descubrieron numerosas estatuillas parecidas a reptiles que representan a reptiles hembras amamantando a sus crías.
Los investigadores creen que estos artefactos no tenían ningún propósito ritual, por lo que plantean un enigma incluso hoy. Sin embargo, podemos hacer una analogía entre el complejo subterráneo recién descubierto en Turquía y estas estatuillas pres-sumerias que podrían, a pesar de todo asombro, resultar ser objetos ritualistas utilizados para venerar una especie de reptil humanoide.
La red de túneles está relativamente cerca del área donde los Ubaids una vez prosperaron, y este misterio comenzaría a tener sentido si pensamos en humanoides reptiles que viven bajo tierra.
Dado que los humanos adoptaron las mismas prácticas para escapar de cualquier peligro en la superficie, podemos especular que nuestra especie había interactuado una vez con estos reptiles, prueba de su interacción son estas desconcertantes estatuillas con claras características reptiles.
Sin embargo, esto es solo una suposición que debe investigarse más. La mejor esperanza de resolver este misterio proviene del gobierno turco que prometió poner a disposición del público la primera parte del sitio subterráneo en 2017.
El proyecto arqueológico está coordinado por el arqueólogo Semih Istanbulluoglu y el Ministerio de Cultura y Turismo. Hasta ahora, Ashish Kothar, un representante de la UNESCO, pudo inspeccionar los túneles y tomar fotografías, pero el acuerdo confidencial le prohíbe revelarlas públicamente.
Reunir fragmentos de historia olvidados (o negados) puede llevarnos a una versión alternativa del pasado. Todavía no está claro si se nos permitirá saber sobre esto, pero la mejor oportunidad que tenemos (por ahora) puede provenir de esta formidable ciudad subterránea en Turquía.
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