Enormes sarcófagos de granito sólido de 70 toneladas colocados en estrechos nichos excavados en profundas cavidades. Es uno de los mayores enigmas de Saqqara, uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos y grandes del antiguo Egipto.

Los investigadores se preguntan cómo fue posible colocar estos mastodónticos artefactos en espacios tan reducidos y hoy sigue siendo un misterio sin resolver. Pero, ¿cuáles son las razones?

Situado en la orilla occidental del Nilo, a unos 30 km al sur de El Cairo, se encuentra el yacimiento de Saqqara, uno de los enterramientos más antiguos y grandes de todo el antiguo Egipto. La pirámide de Teti, primer gobernante de la VI dinastía de Egipto, se alza sobre la inmensa necrópolis. El faraón construyó la pirámide y el templo mortuorio cercano durante su reinado, hace más de 4.000 años.

La pirámide de Teti es muy importante, ya que contiene las inscripciones más antiguas del mundo, parte de los llamados “Textos de las Pirámides“, una colección de antiguos escritos religiosos que datan del 2400 a. C. y contienen pasajes sobre Osiris, el dios egipcio del más allá, e instrucciones sobre cómo preparar los restos del faraón para su ascenso al cielo tras la muerte. En los textos de las pirámides todo gira en torno a las estrellas, al rey que se convierte en estrella y que asciende al cielo para alcanzar a Osiris-Orión en el firmamento.

¿Puertas para acceder a otras dimensiones?

Lo que es importante destacar es que los antiguos egipcios creían que en una era llamada “ZP TPJ” (habitualmente transcrita como Zep Tepi, literalmente “la primera vez”), los dioses vivían entre ellos, para volver a desaparecer. Lo que significan los textos de las pirámides es que el hombre puede volver a reunirse con los dioses. Para ello, tiene que pasar por la muerte: hablamos de un viaje extradimensional del alma, comenta Philip Coppens, autor de The Rosslyn Riddle. The truth behind the Templar and Masonic mysteries.

Los egiptólogos llaman tumbas a estos monumentos, pero para los egipcios no eran tumbas en absoluto, sino puertas al más allá. Entonces, ¿sirvieron estas tumbas como amplificadores para abrir verdaderos portales de acceso a otras dimensiones? Fue a través de estas estructuras como el rey inició su viaje al mundo de ultratumba, enfrentándose a obstáculos, peligros y amenazas. Si hubiera superado estas amenazas, habría tenido acceso al reino de Osiris. Las ruinas de Saqqara, que han permanecido intactas bajo las arenas del desierto durante siglos, encierran el verdadero misterio de todo el yacimiento, un enigma situado a tan sólo 800 metros de la pirámide de Teti. En 1850, el arqueólogo francés Auguste Mariette hizo un descubrimiento extraordinario: un enorme búnker subterráneo, el Saqqara Serapeum, un laberinto de túneles excavados en la roca.

Auguste Mariette (1821-1881), egiptólogo frances, ca.1861. Crédito de imagen: Wikimedia Commons (Public domain)

Saqqara Serapeum

En su interior hay colocados enormes sarcófagos de granito que se cree fueron transportados desde la ciudad de Asuán, a unos 960 kilómetros de distancia. Hay docenas de ellos y pesan unas 70 toneladas cada uno, cada uno hecho de un solo bloque de granito, tan liso que se puede reflejar. Pero el verdadero misterio es cómo se las arreglaron los antiguos egipcios para transportar estas enormes rocas durante kilómetros y luego colocarlas en el estrecho laberinto subterráneo del Serapeum. ¿Con qué fin? Es un verdadero enigma.

Tenemos que imaginar a los antiguos egipcios excavando kilómetros y kilómetros de túneles subterráneos en la roca, haciendo nichos en los laterales. Luego, viajaron durante días hasta llegar a la ciudad de Asuán para extraer de la roca el granito más duro que existe y transportarlo, de algún modo desconocido para nosotros, por estos túneles subterráneos. La mayoría de los estudiosos especulan que el Serapeum y sus enormes sarcófagos se hicieron para albergar los restos momificados de los sagrados Toros Abeja, que los antiguos egipcios creían venidos del cielo y a los que honraban con ceremonias muy elaboradas. Sin embargo, cuando Mariette abrió los sarcófagos descubrió que estaban vacíos, salvo por unos pocos huesos. En el lugar, de hecho, se encontró la momia de un único Toro Api.

Estos datos han llevado a algunos estudiosos a creer que, en realidad, los egipcios temían a los toros abejas, en lugar de adorarlos, porque habían sido creados por los dioses: al ser animales sagrados, esperaban que tuvieran una muerte natural y, una vez muertos, los destruían, destrozando sus huesos, que luego sellaban en sarcófagos. Se trata de una práctica única en su género, ya que en el antiguo Egipto incluso los animales eran momificados, así que cuando se encuentran sarcófagos con sólo un montón de huesos en su interior, cabe preguntarse por qué cuando moría un toro Api, los egipcios aplastaban los huesos y le ponían una tapa de 35 toneladas. ¿Querían asegurarse de que nunca volverían en el futuro? Sin embargo, los estudiosos están perplejos, ya que el propósito original de estas cajas no puede entenderse del todo. ¿Por qué muchas de ellas están vacías? ¿Qué tecnología es capaz de cerrar el depósito vacío con ocho metros cúbicos de volumen interno? ¿Por qué se cerró vacío?

¿Cómo construyeron el Saqqara Serapeum?

El Serapeum está excavado a doce metros de profundidad y consta de tres pasadizos; el principal mide 68 m de largo, 3 m de ancho y 4.5 m de alto, con 24 cámaras laterales excavadas en la roca, de las cuales la más larga mide de 6 a 11 m y de 3 a 6 m de ancho. 24 ataúdes de 80 toneladas cada uno, con tapas de 15 toneladas de granito y basalto extremadamente duros. La pregunta es: ¿qué herramientas se han utilizado para lograr tal precisión que trabaja un material tan difícil, si, según los egiptólogos, tienen más de 3.000 años de antigüedad? Nadie en aquella época disponía de las herramientas necesarias para trabajar la dureza de este tipo de granito. Sólo una tecnología avanzada, quizá de origen extraterrestre, pudo crear estas tumbas de toneladas y toneladas de peso.

Las superficies de estos grandes recipientes son perfectamente lisas, con bordes precisos y perfectos, hechas de un bloque macizo de granito de un grosor increíble. El interior presenta un brillo impecable, algo así como un espejo. Estas 24 tumbas debieron de tener una finalidad o uso que nadie ha sido capaz de comprender. Se dice entre los investigadores que el Serapeum además de ser una necrópolis es más bien un lugar mágico del que no se sabe nada más, donde de hecho se encuentran las famosas cajas negras o sarcófagos. Gabriel Silva, en su libro “The Pharaoh“, defiende la teoría en la que se dice que los sarcófagos negros estaban completamente sellados, creando el vacío en su interior. Dice que algunos investigadores han registrado anomalías a través de dispositivos electrónicos. ¿Sirvieron estas tumbas como dispositivos de teletransporte o ascensión? En la parte exterior de las losas rectangulares de las tapas de las tumbas se han encontrado varios escritos y diseños geométricos de distintos tipos. Cada uno de los sarcófagos presenta tallas perfectas e increíbles, creadas gracias a máquinas dotadas de una tecnología indiscutible. Están situados estratégicamente en cada uno de ellos. ¿Podría ser que cada sarcófago tuviera una finalidad diferente a la de los demás?

Algunos expertos en radiestesia que visitaban las tumbas, percibían estas cajas o tanques negros, como si fueran lugares de ascensión, es decir, verdaderas Puertas Estelares para ir a otras dimensiones o reencarnarse en otros planetas. Y pensar que todo esto ocurrió hace más de 30.000 años. ¿Qué más tenemos por descubrir del antiguo Egipto? ¿Qué más ya se ha descubierto y nos es ocultado?

Autor: Alessandro Brizzi

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