Charles Fort, vida y obra del investigador de lo imposible
Publicado el 21 Feb 2022
© Imagen: Wikimedia Commons

Sucedió hace mucho tiempo mientras me encontraba enfrascada en la lectura de El Retorno de los Brujos, cuando el nombre de Charles Fort sacudió mi retina.

Tras aquel descubrimiento casual, sobrevino inusitado interés por ahondar en la personalidad que a inicios del siglo XX publicara quizás el manifiesto más descarado, hablo de El Libro de los Condenados, sin dudas, una de las obras más influyente de su tiempo, tal su valor.

Y es que Charles Fort fue un estudioso poco común, cuya mente privilegiada, fina ironía y pluma sagaz, supuso una revolución del pensamiento, por ese entonces dominado por la visión formal y dogmática. Fort buscó a través de escritos provocadores, torcer aquella rígida estructura abogando por su pronta renovación, en una contienda no siempre justa.

Pero el tímido hombrecito nunca se rindió, y hoy su legado se revela imprescindible, aún en nuestra época. Conozcamos a Charles Fort, apóstol de la excepción e investigador de lo imposible.

Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.

Charles Hoy Fort – Biografía de un inconformista

“Charles era un niño salvaje, no podía soportar que le dijeran que debía hacer algo. Tenía una madrastra, y vivían en una hermosa casa en Albany. Charlie llegó a casa una noche a las 10 en punto, y descubrió que estaba cerrada. La casa tenía una gran puerta de vidrio rojo, y él tomó una piedra y rompió todos los pedazos del vidrio. Lo hicieron dormir en el sótano con los sirvientes, y cuando subió, no lo dejaron desayunar con la familia durante una semana. Los sirvientes tenían prohibido pasarle nada, pero cuando llegó el pastel un día, él agarró el plato y la madrastra trató de quitárselo. Charlie tomó el pastel y se lo arrojó a su madrastra. Luego hubo una pelea. Charlie fue a casa de su abuelo, donde su padre tuvo que pagarle la manutención hasta que fuera mayor de edad, y luego Charlie se fue al extranjero. Así se separó“. Comentario de Tiffany Thayer editora de Charles Fort.

Charles Hoy Fort vino al mundo un seis de agosto de 1874, nativo de Albany, New York. Hijo de Charles Nelson Fort y Agnes Hoy. Charles fue el mayor de tres hermanos, Clarence y Raymond. La familia por parte paterna tenía orígenes holandeses. Durante su infancia su padre dirigió una tienda de comestibles. Debo aclarar al lector que Charles Fort escribió una pequeña autobiografía conocida como Muchas Partes, que fuera publicada en 1900.

Charles Fort espíritu innovador, y un adelantado a su tiempo

Charles Fort espíritu innovador, y un adelantado a su tiempo. Cortesía: timesunion.com

Sin embargo, sus semblanzas de aquellos primeros años se encuentran un tanto alteradas, debido a que Fort decidió resguardar a su familia del escrutinio público. No obstante, se conocen algunos hechos como los recogidos por Bob Rickard en Charles Fort: su vida y época, 1997, describiendo una infancia complicada. “Charles Fort nació en una familia bastante próspera de inmigrantes holandeses que eran dueños de un negocio mayorista de comestibles en Albany, estado de Nueva York. Era el mayor de tres hermanos: los otros eran Clarence y el menor, Raymond. Su madre murió a los pocos años del nacimiento de Clarence; y el padre de Fort se volvió a casar durante la adolescencia de Fort. Las palizas de su tiránico padre ayudaron a ponerlo en contra de la autoridad y el dogma, como declara en los fragmentos restantes de su autobiografía Muchas Partes. Escapó de casa a la edad de 18 años, y trabajó como reportero en la ciudad de Nueva York antes de hacer autostop por Europa, “para poner algo de capital en el banco de la experiencia”. En 1896, a los 22 años, contrajo malaria en Sudáfrica y regresó a Nueva York donde se casó con Anna Filan (o Filing), una sirvienta inglesa en la casa de su padre”.

Charles Fort es considerado uno de los primeros difusores de la temprana ufología

Charles Fort es considerado uno de los primeros difusores de la temprana ufología. Cortesía: paranormal.lt

Además de un padre maltratador, Charles Fort debió soportar una madrasta abusiva, Blanche Fort, situaciones que lo llevaron a retirarse del hogar ya no tan querido, siendo acogido por su abuelo, logrando que su padre le entregara una mantención.

Al parecer el futuro fundador del Realismo Fantástico padece de una curiosidad mortal, aunque como escribe Félix Casanova en su ensayo Charles Fort, cronista de fenómenos inexplicables, 2020, nuestro muchacho rehúye de la opresiva educación escolar, que suele tornarlo ansioso, y tampoco se siente a gusto en el mundo matemático, generando un rendimiento deficiente al presentar sus calificaciones. Pero estos obstáculos están lejos de detener la mente inquisitiva de Fort, pronto convertido en un feroz autodidacta.

Fort (derecha) junto a su mentor el editor y naturalista, Théodore Dreiser, quién lograra la publicación de El Libro de los Condenados

Fort (derecha) junto a su mentor el editor y naturalista, Théodore Dreiser, quién lograra la publicación de El Libro de los Condenados. Cortesía: mysteriousuniverse.org

Narra Casanova:

“Pero mientras académicamente no brillaba, encontró formas de satisfacer sus ansias de conocimiento fuera del aula. Logró completar un amplio catálogo de artículos naturales que incluía minerales, nidos, huevos, plumas y órganos de pequeños animales encurtidos en frascos de formaldehído. Incluso llegó a aprender taxidermia para poder rellenar y montar especímenes de aves en casa. Cuando su abuelo, tendero y padre de tendero, le preguntó a Charles qué quería ser cuando fuera mayor, se disgustó al escuchar a su hijo responder: un naturalista“.

Aunque Fort pronto abandonó la idea de alcanzar una educación formal, a los 16 años se ligó a un periódico de Albany, The Argus donde comenzó a desarrollar sus dones. A los 18 años pasó a formar parte de Woodhaven Independent, un periódico de Long Island en calidad de editor. Un año más tarde con 19 años, Fort decide arriesgar todo y partir en un viaje alrededor del mundo. Esta aventura lo llevaría a recorrer buena parte de los Estados Unidos, Inglaterra, Escocia y Sudáfrica, donde Fort va a contraer malaria.

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Este incidente decide su regreso a New York donde en casa de su padre instalado para recuperarse, Charles Fort está a punto de dar un giro a su vida tras conocer a Anna Filan o Filing. La muchacha de origen británico se encontraba prestando labores domésticas en su residencia familiar. Ambos se enamoraron al instante, y a pesar de las diferencias intelectuales, puesto Ana era una mujer sencilla, deciden casarse, aunque por entonces la pobreza lo envuelve, como se revela en Charles Fort: su vida y época:

“Fort y Anna se establecieron en una vida de extrema pobreza en una sucesión de pequeños apartamentos en los barrios Bronx y Hell’s Kitchen de la ciudad de Nueva York. Tomó trabajos ocasionales entre las ventas infrecuentes de sus historias (la mayoría de las cuales ahora se han perdido) a periódicos y revistas. A veces las cosas iban tan mal que los Fort tenían que usar sus muebles como leña. Donde Anna, ‘sabía todos los asuntos de sus vecinos’, el propio Fort tenía muy pocos amigos. Prácticamente vivía como un ermitaño, persiguiendo referencias en la biblioteca hasta que cerraba y escribiendo sus notas en casa, hojeándolas hasta la noche. Si no fuera por la insistencia de Anna en que él la acompañara al cine la mayoría de las noches y las visitas de Thayer y Dreiser, él no tendría vida social”.

Charles Fort junto a su esposa Anna, quién lograra ser el sostén emocional del hombre que siempre se consideró un desterrado social

Charles Fort junto a su esposa Anna, quién lograra ser el sostén emocional del hombre que siempre se consideró un desterrado social. Cortesía: oarquivo.com.br

A pesar de la escasa información de la época circulan ciertos testimonios describiendo al extraño Charles Fort, cuya figura parecía repeler y a la vez emocionar ánimos, tal se desprende de la observación legada por Marguerite Tjader a uno de sus biógrafos.

“Recordaba a Fort como un hombre bajo, moreno y de tez grasienta, [con] escaso cabello negro peinado sobre una cabeza redonda y dinámica. Sus manos eran gordas y sobresalían de los sucios puños de la camisa debajo de un traje oscuro anodino. A pesar de todo esto, había algo fascinante en él; parecía completamente vivo, despreocupado y omnisciente mientras hablaba”.

El Libro de los Condenados, publicado en 1919 quizás uno de los textos más singulares de todos los tiempos

El Libro de los Condenados, publicado en 1919 quizás uno de los textos más singulares de todos los tiempos. Cortesía: uncw.edu

Otros atesoraban detalles diversos, hablando de un hombre dotado con gran sentido del humor, y cuya vestimenta no parecía corresponder a la época, como si no le importara. Algunas opiniones van aún más lejos, comparando a Charles Fort como una especie de morsa con lentes y bigotes. Gentil, pacífico, sedentario, sumamente educado, así como poseedor de una inocencia perturbadora, según otras narrativas, Charles Fort parecía transmitir una personalidad encantadora y querible, que como diría su amigo Aaron Sussman, quién lo frecuentara en sus últimos años: “daba la impresión de una gran mente que se había retirado del mundo”.

En la película Magnolia de 1999 dirigido por Paul Thomas Anderson, se homenajea a Charles Fort

En la película Magnolia de 1999 dirigido por Paul Thomas Anderson, se homenajea a Charles Fort. Cortesía: magnoliathemovie

Pero retomando sus días con Anna, el matrimonio Fort decide su traslado a Londres en 1921, sitio que tendrá para Charles un impacto notable, dando inicio, a sus espectaculares estudios con el Museo Británico como meta. Durante ocho años Charles Fort quemará pestañas dentro de la prestigiosa institución, buceando en sus interminables archivos buscando indagar información no convencional y tampoco admitida en los círculos académicos, que como refieren Jacques Bergier y Louis Pauwles en El Retorno de los Brujos, 1960, lo llevarán a compilar: “cuarenta mil notas, distribuidas en mil trescientas secciones, escritas a lápiz, en cartoncitos minúsculos, y en un lenguaje taquigráfico de su invención”.

En El Retorno de los Brujos libro publicado por Jacques Bergier y Louis Pauwles 1960, Charles Fort es reverenciado como padrino espiritual del exitoso libro

En “El Retorno de los Brujos” libro publicado por Jacques Bergier y Louis Pauwles 1960, Charles Fort es reverenciado como padrino espiritual del exitoso libro.

Son los llamados datos malditos, condenados, excluidos, los arrojados al Mar de los Súper Sargazos como luego escribiría Fort, incomodando debido a su alta extrañeza. Tales ideas datan de su tiempo en New York, cuando trabajando en el desarrollo de historias, comenzó a toparse con noticias que parecían salidas de las Mil y Una Noches. Aquello primero lo intrigó, y después asombró.

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David Sutton editor británico de Fortean Times, en su artículo sobre Fort da cuenta de aquellos inicios:

“Había comenzado a leer periódicos viejos en bibliotecas públicas, en busca de ideas para historias, pero encontró algo mucho más interesante: eventos de la vida real tan inusuales que hacían que la ficción pareciera redundante y sugerían que nuestro mundo era mucho más extraño que cualquier cosa soñada por novelistas. Se sintió fascinado por lo que él llamó ‘datos malditos’: los hechos inexplicados y, a menudo, inconvenientes que los sumos sacerdotes de la ciencia dominante -quienes prefirieron cortar la realidad en categorías artificiales tranquilizadoras- buscaron excluir o ignorar. Estudió detenidamente colecciones de revistas científicas en salas de lectura y bibliotecas, organizando su ejército de anomalías y grabando miles de notas en tarjetas metidas en cajas de zapatos. De vez en cuando, los destruía y comenzaba, obsesivamente, de nuevo”.

Y aquí un primer interrogante, ya que tras esta inocente actividad en Charles Fort parece albergarse algo más profundo. Indaguemos.

Charles Fort ¿Un autista en el placard?

“El calificativo de excéntrico endilgado a Fort por su personalidad y trayectoria no resulta sorprendente, sin embargo, su obsesión por la recopilación y dilucidación de sucesos extraños y anómalos a lo largo de buena parte de su vida seguiría resultando inexplicable salvo por una atenta relectura de su biografía. Numerosos hechos de su vida sugieren a la luz de los avances actuales en el conocimiento de la psiquis humana, que su personalidad respondería a una variante de autismo moderado identificada como Síndrome de Asperger cuyos causas, entidad y valoración resultan en cualquier caso actualmente tan controversiales como los hechos y conclusiones acumulados por Fort”.  Charles Fort, otro Asperger.

Los estudios que tendrían a Charles Fort casi veinte años inmerso en historias tan fuera de lo común, debido a la particularidad de estos, y que como se dijo son teñidos de “alta extrañeza”, hacen pensar nuestro curioso protagonista pudiera ser presa de cierta condición mental conocida en los ámbitos médicos como Síndrome de Asperger, enfermedad vinculada a una manifestación moderada del autismo. Hay que entender que tal diagnóstico y dolencia asociados a la personalidad de Charles Fort, no son evidencia concreta de que nuestro protagonista haya sido presa de tal patología.

En Wild Talents publicado en 1932, y que fuera su último libro, Charles Fort reveló su experiencia paranormal con un supuesto poltergeist

En Wild Talents publicado en 1932, y que fuera su último libro, Charles Fort reveló su experiencia paranormal con un supuesto poltergeist. Cortesía: coverbrowser.com

Una pista quizás se encuentra en los rasgos obsesivos que las lecturas de estos temas pudieron aquejar a Fort, quién se cree sufrió de intensas depresiones y arranques explosivos, como bien presenta Daniel González Dueñas en su artículo, Charles Fort: el escepticismo creativo, revelando una realidad interior aún muy poco estudiada.

“Fort parece calificar sobradamente en este diagnóstico una de cuyas características principales es la fascinación por algún tema en particular y su avidez por seleccionar y clasificar información sobre el mismo. En su caso, sucesos anómalos y extraños desestimados o tergiversados al ser abordados por la ciencia. Por ejemplo, ciertas ‘catástrofes naturales’ como terremotos, tornados, caídas de meteoros o inundaciones —fenómenos a los que la ciencia consideraba aislados, presentaban una cierta ordenación apenas se los contemplaba en conjunto: mostrando puntos del espacio o del tiempo en que parecían concentrarse. Fue el principio de su estudio de lo que suele llamarse ‘coincidencias'”.

Otros sucesos por el contrario resultaban reales enigmas que desafiaban incluso hasta el sentido común, tales como desapariciones de personas y de naves, lluvias de barro, hielo, materia orgánica, minerales y animales, observaciones de objetos voladores desconocidos en los cielos y anomalías en observaciones astronómicas del Sol y la Luna. La recopilación e investigación de estos sucesos, un desafío inédito de exigencias y de nivel enciclopédicas en muchos casos, consumieron la mayor parte de su vida. Ocasionales periodos depresivos le valieron a Fort con los años, en al menos un par de ocasiones perder el rumbo y destruir miles de fichas de referencias trabajosamente obtenidas en bibliotecas suponiendo que sus investigaciones no tenían sentido.

González Dueñas hace hincapié en otras características que son propias del Asperger como son la práctica del aislamiento social de la cual Fort hacía gala, así como su falta de habilidad para formar amistades. Agrega también, la existencia en Fort de una inteligencia poco común, así como el despliegue en el neoyorquino de un humor todo terreno, y su crítica feroz al campo científico. Sin dudas, un punto controversial y de indagación futura. Antes de proseguir abordemos otro secreto acerca de Charles Fort.

¿Encuentro con lo Paranormal? Cuando el “otro” es uno mismo

“Fort describe cómo estaba investigando una variedad de temas, incluidos los fenómenos psíquicos, pero con énfasis en “temas físicos, como terremotos y rayos aurorales y luces en las partes oscuras de la luna [que] eran de cinco a uno, en comparación con cantidad de datos sobre asuntos de investigación psíquica… El tema de las imágenes que caen de las paredes estaba en mi mente, pero estaba muy sumergido en otros temas y aspectos de los temas. Estaba tan inactivo en mi mente que, cuando me dijeron que varios cuadros se habían caído de las paredes de nuestra casa, lo atribuí a inseguridades domésticas y no presté más atención”. Alan Murdie. El Poltergeist de Charles Fort, 2012.

Durante los años que Charles Fort residió en Londres ocurrieron algunos eventos inesperados. Aparentemente, los extraños sucesos se desarrollaron desde 1924 a 1925, y que incluso siguieron con un ritmo ya menor en los Estados Unidos. Fue el propio Fort quién diera a conocer estas experiencias en Wild Talents, que fuera su última obra publicada en 1932. Con su proverbial tranquilidad Fort explica sus impresiones, y donde su esposa Anna fuera también testigo. Al parecer, el primer incidente registrado se habría disparado un 1 de marzo de 1924.

Escribe Fort:

“Estaba leyendo anoche, en la cocina, cuando escuché un golpe. A veces no me sobresalto fácilmente, y miré a mi alrededor con tranquilidad, viendo que se había caído un cuadro, el cristal no se había roto, sobre una pila de revistas en un rincón. Dos cortinas de encaje a los lados de la ventana. La imagen cayó al pie de la cortina izquierda. Ahora, según mi impresión, la parte inferior de la cortina de la derecha se sacudió vigorosamente durante varios segundos, un tiempo apreciable después de la caída del cuadro”.

Charles Fort sigue teniendo gran impacto en la cultura popular, adoptado por las nuevas generaciones como un símbolo de rebeldía

Charles Fort sigue teniendo gran impacto en la cultura popular, adoptado por las nuevas generaciones como un símbolo de rebeldía. Cortesía: barnebys.es

Fort también certifica ruidos de ventanas destrozadas, aunque las mismas estaban siempre intactas, señala, también, cuadros que se desprenden de las paredes como si fueran arrancados. Consciente de ser objeto de alguna fuerza sobrenatural rondando a su familia, se alimenta la idea de poltergeist malignos, aunque esa suposición es de inmediato desplazada ante los propios planteos de Fort, que cree descubrir el causante de su desdicha. Presiente culpable a su propia psiquis alterada, como así lo manifiesta en estas líneas: “quisiera que, de alguna manera desconocida, yo fuera el que estaba haciendo esto”.

Como expresa Alan Murdie, en El Poltergeist de Charles Fort:

“Es difícil apreciar hoy cuán radical fue esta idea en ese momento y cuán solo estaba Fort al proponerla. Desde la década de 1890, las discusiones sobre las manifestaciones de poltergeist se habían dividido dogmáticamente entre dos campos opuestos. Los escépticos afirmaron que los poltergeists fueron explicados como fraudes por niños traviesos (particularmente niñas), mientras que los creyentes los atribuyeron a la agencia de los espíritus, a veces canalizados a través de médiums.  Los informes fueron objeto de acaloradas disputas y, en última instancia, se consideró que las observaciones de primera mano confirmaban una de las opiniones arraigadas o la otra”.

Adhiriendo a Murdi, Charles Fort sin darse cuenta se adelanta con sus afirmaciones a ideas muy de avanzada, y que recién con el desarrollo del psicoanálisis comienzan a ganar terreno. Fort también rechaza cualquier intromisión espiritual como intermediarios de aquellos fenómenos, producidos a su entender, por cualquier mente despierta.

El Libro de los Condenados – Historia de los Excluidos

“El libro de los condenados» sería un libro que no valdría la pena de ser leído: cualquiera, con más o menos paciencia y tras consultar varios archivos y bibliotecas, puede llegar a completar una tarea así. El mérito de “El libro de los condenados” es mucho más profundo que la simple recopilación de unos hechos malditos: me atrevería a decir que es, incluso, el del planteamiento de una nueva filosofía. Charles Fort, a través de los veintiocho capítulos de su libro, nos presenta toda una nueva concepción de lo que nos rodea. Sus ideas a este respecto podrán parecernos a veces atrevidas, incongruentes, incluso absurdas… si las estudiamos bajo el manto del cartesianismo. Pero Charles Fort repudia el cartesianismo. Por otro lado, añadiría yo, muchos hechos ortodoxamente científicos, reconocidos por la “ciencia oficial” contemporánea -como pueda ser la bilateralidad de la materia, por ejemplo-, pueden parecer al no iniciado nociones tan malditas como el propio esoterismo de Fort”. Domingo Santos y su introducción para El Libro de los Condenados, 1970.

Antes de lanzarnos de llenos en quizás el acontecimiento más notable en la vida de Charles Fort, algunos hechos intermedios. Poco antes de cruzar los océanos para residir en tierras británicas, nuestro querido filósofo de lo absurdo, que por cierto gracias a los designios divinos fue premiado con una herencia familiar, haciendo posible pudiera dedicarse a la escritura sin las pesadas cargas de la miseria, se lanzó a la arena de la ficción novelística, aunque sin mucha suerte.

Durante esa etapa primaria donde Fort parece adelantar el estilo que luego lo haría famoso, se trató de diez intentos novelísticos, en su mayoría truncos, y sin interés editorial, salvo The Outcast Manufacturers (Los fabricantes marginados), una deslucida obra según los críticos, que pasó sin pena ni gloria publicada en 1909.

Un dato muy interesante sobre esta producción fallida es la existencia de dos obras, tituladas curiosamente, X e Y. En X, Fort parece abordar la creencia de una antigua civilización marciana responsable de la vida en la Tierra y su posterior control, en una idea que hoy encontraría refugio en la mejor conspiranoia. Le sigue, Y, donde Fort se imagina la existencia de una extinta civilización que alguna vez habitara el Polo Sur, que nos recuerda escritos posteriores de H.P. Lovecraft, quién alguna vez se refiriera a Fort como su hermano cósmico.

En New Lands (Nuevas Tierras), 1923, su segundo trabajo de importancia, Fort aboga por la posibilidad de dimensiones paralelas interactuando con nuestro mundo

En New Lands (Nuevas Tierras), 1923, su segundo trabajo de importancia, Fort aboga por la posibilidad de dimensiones paralelas interactuando con nuestro mundo.

Lamentablemente estos escritos según narra su editor Théodore Dreiser, fueron destruidos por el propio Fort, agregando: “Estos manuscritos eran tan extraños, tan maravillosos, tan llenos de energía eran sin duda las cosas más grandes que me habían dado a leer en toda mi vida”. Toda una declaración de admiración.

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Y ahora sí demos paso a El Libro de los Condenados, presentando en sus primeras líneas a un eufórico Charles Fort, donde en un tono poco conciliador discurre:

“Mi primer interés había sido científico. pero el realismo me hizo retroceder. Entonces, durante ocho años, estudié todas las artes y ciencias de que había oído hablar, e inventé media docena más de otras artes y ciencias. Me maravillé de que alguien pudiera contentarse con ser un novelista o el director de una compañía acerera, o un sastre, o gobernador, o barrendero. Entonces se me ocurrió un plan para coleccionar notas sobre todos los temas de la investigación humana acerca de todos los fenómenos conocidos, para entonces tratar de hallar la mayor diversidad posible de datos, de concordancias, que significaran algo de orden cósmico o ley o fórmula… algo que pudiera ser generalizado. Coleccioné notas sobre los principios y fenómenos de la astronomía, sociología, psicología, buceo a grandes profundidades, navegación, exploraciones, volcanes, religiones, sexos, gusanos… eso es, buscando siempre similitudes en las diferencias más aparentes, tal y como cuantivalencias astronómicas, químicas y sociológicas, o perturbaciones astronómicas, químicas y sociológicas, combinaciones químicas y musicales, fenómenos morfológicos de magnetismo, química y atracciones sexuales”.

Aquel texto imposible es el resultado de doce años de investigación, gracias a la conjunción de casi 40.000 notas, luego destruidas por el propio Fort ante el temor que aquellos papeles adornando las paredes de su departamento londinense, pudieran provocar un incendio. Sin embargo, se habla de un archivo aún más inmenso, con casi 60.000 registros, albergado en Estados Unidos. Otra justificación sería tal vez Fort siempre estaba insatisfecho de su propio trabajo, dando muestras de una personalidad obsesiva. Son 28 capítulos hurgando en los fenómenos más insólitos registrados por todo el siglo XIX, hasta bien entrado 1916. Es el nacimiento de los datos malditos, fenómenos rechazados por la ciencia oficial, encogida de hombres ante la manifestación de sucesos inexplicables.

Publicado en 1931, ¡Lo! es uno de sus trabajos más aclamados de Charles Fort, donde se plantea la posibilidad de un poder oculto responsable de accionar ciertos fenómenos paranormales

Publicado en 1931, ¡Lo! es uno de sus trabajos más aclamados de Charles Fort, donde se plantea la posibilidad de un poder oculto responsable de accionar ciertos fenómenos paranormales. Cortesía: abebooks.com

Como bien lo resume Grace Morales en Charles Fort: El Gabinete de los Condenados:

“El autor, Charles Hoy Fort, había pasado veinticinco largos años en las bibliotecas compilando de forma obsesiva aquellos sucesos que no podía explicar la ciencia. En su casa del Bronx tenía un archivo improvisado en cajas de zapatos con más de sesenta mil notas sobre fenómenos paranormales, casos extraños que desafiaban a la física y a la matemática: huellas de extraterrestres, poltergeist, estigmas, lluvias del cielo de objetos, sustancias y animales inverosímiles… Esos eran «los malditos», los excluidos por el paradigma científico, todos los que según Fort habían sido despreciados del conocimiento por no ajustarse a los márgenes del saber oficial. No se trataba de casos de fantasmas o apariciones en sesiones de espiritismo (a Fort le parecía una moda para gente en busca de diversiones alternativas), sino de fenómenos «físicos anómalos«, que podían producirse sin mediar invocaciones o trance previo, en la calle barrida por una tromba de ranas o en cualquier cocina donde los objetos volaban y se estrellaban contra las paredes. Fort creyó descubrir en estos acontecimientos, espacios vacíos de la ciencia, un patrón de anomalías, como si dentro del azar y lo improbable también hubiese una correlación siniestra”.

El enigmático libro fue publicado en 1919 por la editorial neoyorquina Boni and Liveright Inc, gracias a la insistencia de Théodore Dreiser, un prestigioso editor, así como naturalista destacado, quién creyó en su potencial, e hizo posible su sueño. Cuando El Libro de los Condenados vio la luz su recepción dividió a la crítica. Algunos tomaron su contendido como un atentado a la razón. Una de esas voces, Ben Hecht, lo definió como el apóstol de la excepción y el sacerdote desconcertante de lo improbable. Otros en cambio, definieron su lectura como una liberación, y bocanada de aire fresco. Para el lector común, el título del libro hizo pensar estaban comprando una novela de terror. Nadie quedó indiferente, y aquel novedoso enfoque se convirtió en un clásico instantáneo.

En 2019 se cumplieron el cien años de la publicación de El Libro de los Condenados, y la casa editorial española Reediciones Anómalas, homenajeó a Fort con una nueva edición

En 2019 se cumplieron el cien años de la publicación de El Libro de los Condenados, y la casa editorial española Reediciones Anómalas, homenajeó a Fort con una nueva edición. Cortesía: verkami.com

En una de sus citas más famosas Fort resumiría aquel pensamiento:

“Una procesión de los Malditos. Por los condenados, me refiero a los excluidos. Realizaremos una procesión de todos los datos que la ciencia ha considerado conveniente excluir. Batallones de los malditos, encabezados por los pálidos datos que he desenterrado, se establecerán en movimiento. Algunos lívidos, y algunos en llamas, y algunos podridos “.

Seguirían New Lands (Nuevas Tierras), publicado en 1923. Aquí Fort no solo se interroga sobre anomalías astronómicas, sino que va más allá. Señala la probable existencia de otras dimensiones paralelas bautizadas como Súper Mar de los Sargazos, especie de no lugar, donde los objetos de esos mundos ocultos logran materializarse. También, hace mención, a la existencia de ciudades fantasmas observadas en las nubes, basado en innumerables reportes, y que supone son parte de estos enigmas dimensionales.

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En 1931 llegaría el imprescindible LO!.  Fort expone la idea de un poder oculto llamado el bromista cósmico, al cual acusa de teletransportar personas, animales y objetos, adelantando con esta idea una discusión ufológica recién en ciernes. Señala también los misterios del famoso Triángulo de las Bermudas, siendo quizás su primer difusor. Otros temas son la combustión espontánea, enigmas criptozoológicos, y nuevamente la astronomía, donde ataca con dureza la ciencia fáctica. Cerrando el ciclo tenemos a Wilds Talents (Talentos Salvajes), 1932, donde Fort se centra en los fenómenos producidos por la mente, y el ocultismo.

Tal explosión de datos hace que en 1931 se cree The Fortean Society, aunque Charles Fort tomó con reservas aquella osadía, instando a sus asociados a no dejarse fanatizar, mantener la mente abierta, cierto escepticismo; combinando la ironía y humor, como base de sus principios. El maestro de la irreverencia abandona sus aposentos terrestres un 03 de mayo de 1932, aquejado de leucemia con tan solo 57 años. Su legado le sobrevive, y vaya leyenda.

Hasta Aquí.

Conclusión

Charles Fort fue una mente difícil de catalogar, y cuya influencia sigue latente resistiendo las décadas. Actualmente se lo considera un referente en el campo de la ciencia ficción, el realismo fantástico, la ufología, criptozoología, por mencionar algunas áreas que se encuentran en deuda con un hombre no temió interrogarse sobre hechos extraños, llamando la atención sobre los mismos. Fort resintió la idea de un mundo cuerdo, y nos enseñó a mirar más allá. A la salud del hombrecito de Albany. Continuará.

Bibliografía

Libros:

  • Charles Fort
    El Libro de los Condenados, 1919.
    Nuevas Tierras, 1923.
    Lo!, 1931.
    Wild Talents, 1932.

Sitios web:

  • Andrew May
    Charles Fort y la asombrosa ciencia ficción.
    https://www.andrew-may.com/asf/fort.htm
  • Año Cero
    Fábrega Calahorro, Oscar. Charles Fort: padre del periodismo de misterio.
    https://www.espaciomisterio.com/enigmas-y-anomalia/charles-fort-padre-periodismo-misterio_54885
  • Bud Archaeology
    Fitzpatrick-Matthews, Keith. Charles Fort. The first postmodernist?
    http://www.badarchaeology.com/other-dimensions/charles-fort/
  • Dangerous Mind
    Metzger, Richard. Charles Fort. La Campana de Arte Original.
    https://dangerousminds.net/comments/charles_fort_the_original_art_bell
  • Daily Ufo News
    Dirigibles misteriosos: ola de avistamientos de ovnis desconcierta al mundo en las décadas de 1880 y 1890.
    https://www.ufosightingstoday.org/mystery-airships-ufo-sightings-video/
  • El Definido
    López, Álvaro. Los primeros “X Files”: Charles H. Fort y sus investigaciones de lo insólito.
    https://eldefinido.cl/actualidad/plazapublica/6416/los-primeros-xfiles-charles-h-fort-y-sus-investigaciones-de-lo-insolito/
  • El Espejo Gótico
    Beringhel, Sebastián. Nuevas tierras: Charles Fort y las ciudades extra dimensionales en las nubes.
    http://elespejogotico.blogspot.com/2018/08/nuevas-tierras-charles-fort-y-las.html
  • Europa Paranormal
    Murdie, Alan. Poltergeist de Charles Fort.
    https://europaranormal.com/poltergeists/charles-forts-poltergeist/
  • Forteana
    Rickard, Bob. Charles Fort: Su vida y tiempos.
    https://www.forteana.org/fortbiog.html
  • Historias de nuestra Historia
    Casanova, Félix. Charles Fort, cronista de fenómenos inexplicables.
    https://hdnh.es/charles-fort-cronista-de-fenomenos-inexplicables/
  • Jot Down
    Morales, Grace. Charles Fort: el gabinete de los condenados.
    https://www.jotdown.es/2016/04/charles-fort-gabinete-los-condenados/
  • Marcianitos Verdes
    Sutton, David. Charles Fort.
    http://marcianitosverdes.haaan.com/2018/06/charles-fort/
  • Messy Nessy
    Knappe, F. Entonces, ¿cómo eran los avistamientos de ovnis en los viejos tiempos?
    https://www.messynessychic.com/2020/02/14/so-what-were-ufo-sightings-like-in-the-really-old-days/
  • Mysterious Universe
    Hanks, Mikeas. Procesión de los condenados: Charles Fort, defensor de “Los Excluidos”.
    https://mysteriousuniverse.org/2016/07/a-procession-of-the-damned-charles-fort-defender-of-the-excluded/
  • Mysteria3000
    Magin, Ulrich. Acerca de Charles Hoy Fort.
    https://mysteria3000.de/magazin/uber-charles-hoy-fort/
  • Para Libros
    Charles Fort anticipa los Expedientes X.
    http://www.paralibros.com/libros/pb5012exx.htm
    Charles Fort, otro Asperger.
    http://www.paralibros.com/biograf/autores/bg2032cf.htm
    Especulaciones Forteanas: La Tierra: Pertenencia Extraterrestre.
    http://www.paralibros.com/libros/pb5011het.htm
  • Projet 22
    Syagrius. Charles Fort.
    http://www.projet22.fr/ovni/les-grands-noms-de-l-ufologie/charles-fort.html
  • Resologist
    Fort, Charles. ¡Loi!
    http://www.resologist.net/loei.htm
    Fort, Charles. Many Parts.
    http://www.resologist.net/parte01.htm
    Fort, Charles. Nuevas Tierras.
    http://www.resologist.net/landsei.htm
    Fort, Charles. Talentos Salvajes.
    http://www.resologist.net/talentei.htm
  • Science. Howstuff Works
    Charles Fort, el primer ufólogo.
    https://science.howstuffworks.com/space/aliens-ufos/ufo-history7.htm
  • The Saucers That Time Forgot
    Collins, Curt. Charles Fort, Ken Arnold y ovnis de especies de animales.
    https://thesaucersthattimeforgot.blogspot.com/2019/03/charles-fort-ken-arnold-space-animal.html
  • The Ufo Chronicles
    “¿Nos han visitado los marcianos?”, pregunta Charles Fort (1926)
    https://www.theufochronicles.com/2013/10/have-martians-visited-us-asks-charles.html
  • Universidad de Texas
    Coker, Rory. ¡La falacia forteana!
    https://web2.ph.utexas.edu/~coker2/index.files/fortean.shtml

Un artículo escrito por: Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com

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Débora Goldstern

Débora Goldstern

Autor

Bibliotecaria de Profesión, natural de Buenos Aires, Argentina. Presta servicios en la Universidad Abierta Interamericana desde hace 16 años. Además es escritora e investigadora, dedicándose al estudio de las civilizaciones andinas desaparecidas por más de 20 años. Ha participado como consultora de la revista Ufo Brasil, ha sido expositora en diversos congresos y es regularmente convocada por programas de radio, tv, documentales, films y canales de Internet. Ha publicado dos libros: «Secretos subterráneos de los mundos olvidados - Cueva de los Tayos» y «Tierra Hueca». Débora es colabora permanente en CodigoOculto.com desde Diciembre de 2018.

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