Diversos hallazgos arqueológicos, aunque resistidos por los especialistas, llevan a pensar en un remoto pasado el continente americano recibió visitas de otras civilizaciones, mucho antes que el navegante genovés Cristóbal Colón arribara a estas tierras con sus legendarias carabelas.

Uno de sus visitantes habrían sido los egipcios, cuyas huellas parecen reflejarse en las antiguas culturas de Perú y México, donde el factor arquitectónico, religioso, y hasta lingüístico, guardan cierta semejanza pasmosa con el país de las pirámides.

Sin embargo, tanta similitud difícilmente convenza a los estudiosos que no se muestran demasiados receptivos ante este aparente descubrimiento, sobre un pretendido contacto transoceánico. Ni decir los descubrimientos insólitos realizados en buena parte del continente americano, que parece avalar esta tesis por el momento resistida.

Invito al lector me acompañe en el repaso de ciertas historias vinculadas a este misterio, que apuesto los intrigará.

Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.

El misterio de las estatuillas egipcias de Acajutla

“Los shawabti eran estatuas similares a momias. En el antiguo Egipto predinástico, los sirvientes a veces eran enterrados con sus amos. Más tarde, las personas fueron enterradas con figurillas o shawabti. Se utilizaron desde la dinastía XII (alrededor de 1938-1759 a. C.) hasta alrededor del año 30 a. C. También se les conoce como ushabtis o shabtis. Se creía que en el más allá, un shawabti cobraba vida cuando se le convocaba y realizaba los deberes exigidos por el difunto”. Frank Joseph. Egipcios en la América Prehistórica, 2007.

En 1914 el arqueólogo M.A. González que se encontraba excavando en las ruinas mayas del municipio de Acacajutla departamento de Sonsonate, El Salvador, se topó con un descubrimiento inusitado, siendo dos estatuillas de estilo egipcio representando a Isis y Osiris respectivamente. El hallazgo se realizó a tres metros de la superficie, en la propiedad del arzobispo Belloso.

Estatuillas mortuorias egipcias halladas en El Salvador durante 1914, y actualmente desaparecidas. Cortesía: scholarsarchive.byu.edu

Estos artefactos, y según declarara el estudioso, serían piezas funerarias de aspecto semejantes a momias, colocadas en los enterramientos para acompañar a los difuntos en su viaje al más allá. La terminología histórica los denomina Sabty o Ushebtis, sirvientes, al servicio de los muertos. En la actualidad se desconoce el paradero de estos objetos, que en su momento fueron certificados como auténticos. Tan solo se conservan unas fotografías y referencias, legadas por el historiador Mariano Cuevas en su obra, Historia de la Nación Mexicana, publicada en 1940.

Cuevas fue archivero y bibliotecario de la Compañía de Jesús, sitio desde el cual tuviera acceso a innumerables documentos de enorme valor, siendo actualmente su nutrida biblioteca, integrante del fabuloso patrimonio bibliográfico jesuita, Fondo Cuevas. En su registro sobre este hallazgo, Cuevas añadió, haber recogido testimonios similares en sus periplos por América Central, dando cuenta de extraños artefactos también de factura egipcia, que cada tanto finalizaban en manos de coleccionistas privados. 

Barry Fell afamado lingüista de origen neozelandés, provocó un verdadero terremoto con sus traducciones de lenguas antiguas como la realizada sobre egipcios en Chile. Cortesía: equinox-project.com

Cueva de Tinguiririca. Cuando los egipcios reclamaron Chile

“La gruta de Tinguiririca está situada en los Andes a 34°45′ de latitud sud. Su inscripción rupestre ha sido traducida por el Prof. Barry Fell como una pretensión de soberanía egipcia. La cuestión ha dado lugar a una nota breve en “La Nueva Provincia” del 20 de marzo de 1975, y ha ocupado gran parte de los números 131 y 132 de “La semana científica y tecnológica” que publica la Comisión Nacional chilena de Investigación científica y tecnológica, de los 13 y 20 de marzo de 1975. La “oposición al cambio” es fuerte en los científicos de cierta edad, y es tradicional el papel conservador de las academias de todo el mundo, que consideran como parte de su deber la defensa de las verdades científicas consagradas, contra las innovaciones de los jóvenes heterodoxos”. Paul Gellez. Los Egipcios en Chile en el siglo III a.C., 2008.

En 1975 un extraño anuncio sacudió los periódicos del mundo haciendo mención sobre un descubrimiento sorprendente, indicando antigua presencia egipcia en Chile. Sin embargo, el hallazgo databa de 1888. Según narra el prestigioso estudioso chileno Oscar Fonck Sieveking, un ingeniero alemán llamado Karl Stolp mientras se internaba en la cordillera andina a la altura del valle de Tinguiririca tras la búsqueda de minas, se vio sorprendido por una fuerte ventisca que lo obligó a buscar refugio en el interior de una cueva. Sin embargo, se debe agregar la caverna conocida por Stolp llamada Casa Pintada, ya había sido registrada en 1861 por un naturalista polaco naturalizado chileno Ignacio Domeyko.

Harold Wilkins fue un periodista norteamericano cuyas crónicas sobre la antigua Sudamérica alcanzaron gran popularidad. Cortesía: todocoleccion.net

Lo cierto es Stolp se topó allí con una extraña inscripción, y que sin poder descifrar decidió publicar en un boletín mensual de la Sociedad Científica Alemana de Santiago. Transcurrieron las décadas, hasta que en 1974 alguien envió este curioso dato al epigrafista norteamericano, y prestigioso zoólogo Barry Fell, en ese entonces decano de la Universidad de Harvard. Grande resultó su sorpresa cuando pudo descifrar los pictogramas de Tingiririca, advirtiendo en ese grabado la existencia de tres lenguas (libio, egipcio y berberisco). Al parecer, se trataba de un acta de anexión territorial reclamando Chile para la corona de Egipto, llevada adelante por el capitán Rata y su piloto Mawi, año 232 a. C.

La civilización maya es considerada heredera de los egipcios, debido a sus sorprendentes similitudes culturales. Cortesía: laplacamadre / wordpress

Aquí la interpretación de Barry Fell:

“Limite sur de la costa alcanzada por Mawi. Esta región es el límite sur de la tierra montañosa que el comandante reclama, mediante proclamación escrita en esta tierra triunfante. A este límite sur llegó la flotilla de barcos. El navegante reclama esta tierra para el Rey de Egipto, para su Reina y para su noble Hijo, comprendiendo un curso de 4000 millas escarpado, poderoso, montañoso, levantado en lo alto. Agosto, día 5 del año 16 del Rey”.

Según los historiadores en farón reinante en aquella época, siglo III a.c., era Tolomeo III Evergetes, casado con la reina era Berenice II de Libia, ambos padres de Tolomeo IV Philopator. Estos expedicionarios egipcios comandados por Mawi y Rata, habrían realizado una escala anterior en Nueva Guinea. Cuando estas reclamaciones históricas se dieron a luz, generaron mucha incomodidad entre los estudiosos chilenos, quienes se quejaron con sus pares norteamericanos argumentando falta de evidencia. Algunas voces hasta sustentaron se trataría de antigua escritura araucana. Poco tiempo después el asunto de Tinguiririca entró en un cono de sombras, y el tema ya no volvió a discutirse.

Pre – Egipcios en Brasil, y la conexión al revés

“Descubrimientos hechos recientemente en la América Central y en América del Sur permiten apreciar mejor la hipótesis según la cual la civilización egipcia sería de origen atlántico y encontraría en América la huella del origen de los pre-egipcios”. Alexander Pavlovich Braghine. El Enigma de la Atlántida, 1940.

El tesoro de la cueva de Illinois y una polémica que no cesa ¿Viajeros egipcios se instalaron en Norteamérica? Cortesía: mysteryscience.net

Alexander Pavlovich Braghine (1878-1942), fue un coronel ruso que se dedicó a buscar vestigios de la Atlántida por el mundo, tema al que dedicó dos trabajos. Nacido en Moscú, Braghine fue jefe del servicio de contraespionaje del zar durante la Primera Guerra Mundial, que había combatido contra el ejército rojo. Tras la revolución rusa se exilió en Inglaterra y luego a Brasil, donde cambió su nacionalidad. De las dos obras que escribió, vamos a referirnos a El enigma de la Atlántida, (1940), publicada dos años antes de su fallecimiento, donde el coronel plantea en uno de sus capítulos, el tema egipcio y su relación con el continente americano. A contracorriente de otros autores, Braghine postula los egipcios pudieron tener su ascendencia en América, haciéndose eco de una discusión impensada para su tiempo. Y aunque al lector pueda sonar controversial su tesis vale la pena recordarla. Aunque Braghine alude a la existencia de pre egipcios en varias regiones del continente sudamericano, centremos la atención en las selvas de Brasil.

Una de las hermosas piezas de la Colección Crespi de factura egipcia. Cortesía: Archivo Personal / Débora Goldstern

Escribe:

“Un tal Señor Frot me escribió una carta muy interesante, cuya breve traducción reproduzco a continuación: “En sus inscripciones suramericanas, los fenicios utilizaron los mismos métodos que los utilizados por los viejos egipcios en el periodo más temprano de la de la vecina Europa.

Estatuilla mortuoria que fue localizada en Illinois a mediados del siglo pasado. Archivo Personal / Débora Goldstern

Los pre-egipcios comenzaron su migración hacia el este desde el punto de longitud 57º 42’45” oeste de Greenwich  y este acontecimiento se menciona en un viejo documento tolteca que está en mi posesión y que, además de dicha información, contiene también una historia corta de los pre-egipcios. Por otra parte, he descubierto en la Amazonia una inscripción que contiene el relato del viaje de cierto sacerdote pre-egipcios al lugar de lo que es ahora Bolivia”. “Las últimas palabras de esta carta tan interesante del Sr. Frot se refieren al parecer a un descubrimiento en la cuenca del río Madeira, una inscripción que provocó una gran polémica en aquella época en la prensa brasileña. Después de descifrar su contenido, se concluyó que, en un periodo remoto, un grupo de pre-egipcios se estableció en las minas de plata bolivianas.”

Buscando más información del misterioso Frot, me encuentro con unos datos aportados por el escritor norteamericano Harold Wilkins que en su fascinante Misterios de la Antigua América del Sur, publicado en 1945, brinda algunas pistas. Narra que su nombre completo es Apollinaire Frot nacido en Francia, y que era un cazador de minas de oro además de un estudioso de lenguas antiguas. Fue en el curso de sus andanzas cuando Frot se topó con antiguas inscripciones rupestres en el Amazonas y Matto Grosso, muchas de las cuales reposaban en esas antiguas excavaciones mineras.

La llamada roca camello de Illinois, todo un misterio. Cortesía: the budget savvy travelers.com

Uno de sus hallazgos según escribe Wilkins reportó lo siguiente:

“Frot había estado explorando estos bosques salvajes de Brasil desde que era un joven. Fue en la provincia de Amazonas que llegó en una antigua roca tallada escondida por una densa jungla cerca de un río, que registró el viaje de un sacerdote proto-egipcio a lo que ahora es Bolivia. La antigua inscripción pasó a hablar de proto-egipcio minas de plata, ubicadas en lo que ahora es la cuenca del río Madeira (al sur de las cataratas de Madeira). Estos portulanos en piedra deben ser las cartas del tesoro más antiguas que se conocen. Uno de ellos dice así: “Mirad con cuidado un cerro alto en cuya cumbre hay seis palmeras. Cerca del pie de esta colina, encontrarás todavía otra roca tallada que te dice lo que hay por delante en el camino a las minas de oro que labramos”.

Un de los llamados cartuchos egipcios perteneciente a la Colección Crespi. the budget savvy travelers.com

Wilkins también agrega, Frot pensaba, los antepasados de los egipcios habían edificado un imperio sudamericano que se extendía desde Bolivia hasta Brasil. Tras esta aventura amazónica de la cuál poco sabemos, se anuncia en 1944 el fallecimiento de Apollinaire Frot.

El caso de las reliquias egipcias de Illinois

“Parece que a mediados del siglo XIX hubo una hambruna en el norte de Illinois. Afortunadamente, hubo una cosecha abundante en el sur. Entonces, la gente del norte dijo que se sentían como los hijos de Jacob que en tiempos de hambruna se vieron obligados a bajar a Egipto para buscar comida para sus familias, y la región de Carbondale que les salvó la vida se conoce hasta el día de hoy como Pequeño Egipto”. Quora. Calle Burt Collins Street. ¿Por qué el sur de Illinois se llama Pequeño Egipto?, 2018.

Desde hace tiempo el estado de Illinois viene siendo escenario de una enorme controversia, debido a una serie de hallazgos que parecen desafiar la historia conocida de Norteamérica. Pero la batalla es más profunda involucrando la resistida tesis difusionista, acerca de antiguos contactos interoceánicos en la antigüedad de América. Por su puesto tal opinión es resistida por los historiadores, que rechazan esta visión argumentando ese pasado propuesto está lejos de cualquier ortodoxia académica. Pero el problema de fondo se avizora mucho más complejo, en opiniones que ameritan más de una discusión.

Establecido este punto examinemos algunos hallazgos irritantes.

Quizás el más punzante fue el realizado por Russel Burrows en 1982, que luego de una década de silencio tras realizarse su hallazgo, afirmara en una cueva al sur de Illinois se topó con un tesoro de increíbles proporciones, compuesto por más de 7.000 artefactos. Tal parece, según narrara Burrows, se trataría de un botín perdido involucrando un antiguo gobernante egipcio, mencionándose el rey Juba II. Aunque las afirmaciones de Burrows fueron respaldadas por ciertas evidencias, involucrando en su divulgación figuras académicas de prestigio, como el reputado Joseph P. Mahan, arqueólogo y antropólogo, además de fundador del Instituto para el Estudio de las Culturas Americanas, la comunidad científica condenó el descubrimiento tachándolo de fraude descarado. Un amargado Burrows confesaría luego, que debido a la indiferencia y ataques recibidos, decidió dinamitar la entrada de la cueva para preservar el legado, acción que me recuerda a János Móricz y lo ocurrido con Tayos. Próximamente abordaremos este tema en profundidad.

El descubrimiento de Russell Burrows en una cueva de Illinois. donde se localizara evidencia egipcia. Cortesía: oom2.com

Otro hallazgo y también intrigante se produjo en Libertyville, noroeste de Illinois, caracterizada por su comunidad de agricultores, realizado según se cree a mediados del siglo XX. Se trataría de una antigua estatua mortuoria como la ya mencionada en El Salvador, conocida como ushabti. La hermosa pieza actualmente forma parte de una colección privada.

SÍGUENOS EN TELEGRAM

Colección Crespi y un enigma faraónico

“Hace décadas la mente del Padre Crespi comenzó a cambiar y él llegó a estar fascinado con la idea que las civilizaciones ecuatorianas antiguas habían saltado de Egipto. El creyó que uno de los Faraones había dejado Egipto y navegado a través del Océano Atlántico a la boca del Amazonas. Entonces él navegó ese gran río, cruzó la gama oriental andina oriental y se estableció con un tribunal en la parte meridional de lo que hoy es conocido como Ecuador”. Pino Turolla. Más Allá de los Andes, 1980.

Muchos son los artículos donde me referí a la enigmática Colección Crespi que en vida de su principal albacea, Carlos Crespi Crocce supo estar resguardada en varias salas de María Auxiliadora, la iglesia salesiana de Cuenca, en Ecuador. Actualmente algunos de esos artefactos se encuentran en manos del Banco Central.

Sin embargo, las piezas más asombrosas que alguna vez integraran aquel extraño patrimonio se hallan en colecciones privadas. Como ya escribí en esos trabajos, Crespi durante su juventud fue un apasionado de la historia antigua, así como la arqueología. De hecho el museo instalado en Cuenca, tuvo como inspiración el Museo Egipcio de Turín. Crespi estaba convencido la globalización en la antigüedad había existido, y no era descabellado pensar en una conexión intercontinental, que incluyera viajes marítimos a través de las corrientes oceánicas.

Tal eran sus ideas. Cuando los indígenas de la selva ecuatoriana empezaron a llevarle piezas de factura oriental, su tesis pareció cobrar vida. Pronto grabados egipcios hicieron su irrupción. Pero había más. Una de las historias narradas por el propio János Móricz, que pareció conocerla de primera mano, hacían alusión a una antigua presencia egipcia en el Ecuador. Móricz reveló como la momia de un farón egipcio fue lanzada a un río por la tribu jíbara, cuyo botín incluía oro y escritura, esto último resguardado. Incluso llegó a señalar la existencia de una antigua ciudad sepultada de procedencia egipcia. Tales fueron sus revelaciones. Hasta Aquí.

Conclusión

Aunque cada uno de estos casos puedan parecer hallazgos aislados no cabe dudas que estos descubrimientos abren un intenso interrogante en cuanto a Egipto y sus incursiones en el pasado de América. Continuará.

Un artículo escrito por Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com

Bibliografía

Libros:

• Allen, Jim. Atlántida. (2008). El Reino Perdido de los Andes. Cambridge.
• Fell, Barry. (1983). América A.C. Los Primeros Colonizadores del Mundo. México: Diana.
• Goldstern, Débora. (2016). Cueva de los Tayos. España: Corona Borealis.
• Joseph, Frank. (2006). Misterios de América. Barcelona: Robin Book.
• Joseph, Frank. (2003). The Lost Tresaure of King Juba. Vermont: Bear & Company One Park Street.
• Wilkins, Harold. (1945). Misterios de la Antigua América del Sur. London.

Sitios web:

• Amazigh World
  Jospeh, Frank. El Tesoro Perdido del Rey Juba.
  http://www.amazighworld.org/eng/history/index_show.php?id=181
• PDA
  Acuña, Juan Cornejo. La Casa Pintada de Tinguiririca.
  https://pda.vi.cl/columnas/la-casa-pintada-de-de-tinguiririca
• Terra Formando Terra
  Arclein. ¿El Antiguo Egipto en Illinois?
  https://globalwarming-arclein.blogspot.com/2013/09/ancient-egypt-in-illinois.html

Gracias por leernos. Te invitamos a seguirnos en nuestra Página de Facebook, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes unirte a nuestro Grupo oficial de Facebook, y a nuestra comunidad en Telegram.