Existen muchas historias y leyendas antiguas que mencionan razas de criaturas espeluznantes bajo nuestro planeta. Sin embargo, pocas se comparan con el Misterio Shaver que involucró al editor Ray Palmer.
Debido a un accidente de su niñez que destrozó su Columna, Ray Palmer pasó la mayoría de su vida recluido en su habitación, nutriéndose de revistas de ciencia ficción y fantasía. Cuando finalizaba su adolescencia, creó su propia revista llamada The Comet.
Sin embargo, en 1938, Ziff-Davis, editora de la famosa revista Amazing Stories, trasladó su estudio de Nueva York hasta Chicago. Como había despedido a su editor y sabiendo que Palmer no vivía lejos y hacía un excelente trabajo con The Comet, decidió darle la oportunidad de trabajar a tiempo completo con ellos.
La inclusión de Palmer en Amazing Stories se recuerda por dos cosas; comprar y publicar el primer relato de ciencia ficción escrito, nada más y nada menos, que por Isaac Asimov, y ser el protagonista de uno de los sucesos más extraños, conocido como el Misterio Shaver.
El misterio de las criaturas bajo la superficie
Ray Palmer, editor de Amazing Stories. Crédito: The Best of Fate Magazine
Si el Misterio Shaver fue real o ficticio, es algo que a día de hoy, sigue sin tener respuesta. Esta historia comenzó en plena Segunda Guerra Mundial, en 1943. Mientras revisaba su correspondencia, Palmer encontró una carta de un tal Richard Shaver.
La misiva explicaba que el hombre había descubierto un secreto “sensacional y aterrador”, una raza de entidades antiguas, desarrolladas y que vivían bajo la superficie, en cavernas y cuevas enormes que se conectaban a través de túneles kilométricos. Esta raza había abandonado la Tierra para establecerse en un mundo nuevo, a años luz de distancia al otro lado de la galaxia. Sin embargo, cuando partieron, dejaron algo abominable; su descendencia enferma, que decía, se llamaba “Los Deros“.
Estas criaturas eran belicosas, malignas, cuyo único propósito era desestabilizar a las sociedades para usarlas como alimento. Según Shaver, los humanos estaban siendo devorados sistemáticamente por criaturas subterráneas.
Palmer era un gran editor e inmediatamente captó el potencial que tenía la historia y decidió publicarla como un relato más de ciencia ficción. Fue un éxito rotundo e inmediatamente, se dio cuenta que necesitaba más de Shaver.
Necesitaba respuestas sobre si él personalmente había estado en ese mundo subterráneo o si se había encontrado con un Deros… pero más importante aún, necesitaba saber de dónde había sacado la información.
Es ahí donde las cosas se ponen extrañas. Shaver, efectivamente, le respondió; explicó que, en 1932, trabajaba como soldador en una fábrica de autos. Un día, por increíble que parezca, su máquina soldadora le “empezó a hablar por algún fenómeno de sintonía de campo de su bobina”.
En su mente, comenzaron a parecer telepáticamente, historias horribles relacionadas con los Deros y sus comportamientos inescrupulosos en ciudades subterráneas. Escribió una historia con más de 10.000 palabras, contando los puntos más destacados, relatando como había sido capturado por estas criaturas durante años y como logró escapar antes de ser devorado.
Criptoterrestres
Según Mac Tonnies, estas criaturas son llamadas Criptoterrestres. Crédito: Scarystudies
La historia se publicó en Amazing Stories en 1945, en un artículo titulado “Recuerdo Lemuria”. Todo iba relativamente bien con la publicación, hasta que miles de cartas comenzaron a llegar a las oficinas de la revista, fascinados por las historias de Richard Shaver.
El Misterio de Shaver continuó durante décadas, sumando otros personajes que aseguraban haber mantenido contacto con las criaturas. Actualmente, los investigadores consideran que toda la historia es ciencia ficción, inventada por él mismo y ampliada por Palmer.
Aun así, esta leyenda continúa teniendo una base sólida de seguidores que aseguran que la historia es real.
De hecho, el difundo investigador Mac Tonnies, antes de su fallecimiento en 2009, actualizó el Misterio de Palmer, indagó en el enigmático mundo al que llamó “criptoterrestres” y teorizó que, tal vez, las inteligencias detrás del fenómeno OVNI no eran extraterrestres o seres interdimensionales, sino criaturas terrestres.
Tonnies explicó que estos seres eran una raza muy antigua y avanzada, emparentadas con la raza humana, que conviven con nosotros secretamente en una región subterránea desde hace milenios.
También dijo que actualmente, dicha civilización podría estar disminuyendo. Tonnies propuso que los criptoterrestres podrían realizar todo tipo de artimañas para aparentar ser más avanzados que nosotros, pero puede que no lo estén tanto.
También teorizó sobre porque los alienígenas suelen advertir constantemente a los abducidos que debemos cuidar nuestro planeta; no tendría mucho sentido si tan solo somos un pequeño mundo dentro de un vasto universo poblado de civilizaciones mucho más avanzadas. Sin embargo, si los extraterrestres son realmente criptoterrestres, que viven bajo la superficie, su deseo está más que justificado. Su supervivencia está ligada estrechamente a que el mundo sobreviva.
Cabe destacar que esta teoría no es nueva y, de hecho, existen cientos de leyendas, mitos e historias antiguas que hablan sobre criaturas que pueblan un mundo subterráneo.
Roswell y su otra versión
Diario que reseñó el incidente Roswell. Crédito: Roswell Daily Record / Wikimedia Commons
En su libro “Los Criptorrestres“, Tonnies incluso especula que la nave de Roswell fue construida por humanoides que habitan las profundidades del planeta, e hizo observaciones interesantes para justificar su teoría.
“El artefacto que se estrelló cerca de Roswell en el verano de 1947, fuera lo que fuese, presentaba propiedades al menos superficialmente parecidas a los trenes de globos de gran altitud citados finalmente como explicación por la Fuerza Aérea.
Los detractores, por supuesto, han aprovechado la falta de componentes de ‘alta tecnología’ reveladores encontrados entre los restos para descartar la posibilidad de que el accidente fuera otra cosa que un caso de identificación errónea; ni siquiera el mayor Jesse Marcel, el oficial de inteligencia que abogó por un origen extraterrestre para las inusuales láminas y vigas estructurales, mencionó nada que se pareciera remotamente a un motor o planta motriz”.
También hace mención a la posibilidad de que estos seres no sean tan avanzados científicamente como quieren hacernos creer:
“La hipótesis criptoterrestre ofrece una alternativa especulativa: tal vez el artefacto de Roswell no era de alta tecnología. En efecto, podría haber sido un dispositivo de vigilancia transportado en globo y derribado en una tormenta, pero no se deduce lógicamente que fuera uno de los nuestros. Al encontrarse con un hallazgo tan preocupante, el excesivo secretismo de la Fuerza Aérea empieza a tener sentido”.
Otros casos en el mundo
Es posible que el famoso Chupacabras, sea un Criptoterrestre. Crédito: Hunt for the Chupacabra / IMDB
Quizás, esta podría ser la respuesta de Lustleigh Cleave, Reino Unido. En este lugar han sucedido numerosos incidentes inexplicables y fenómenos anómalos. Además, posee restos de cabañas prehistóricas de piedra y un antiguo monumento funerario conocido como “La Piedra de Datuidoc“, que data del 550 o el 600 d. C., el cual sigue casi intacto.
También se rumorea de la existencia de antiguos túneles y cuevas muy por debajo de la superficie. Las historias hablan de criaturas primitivas que aun acechan y habitan este lugar.
Jon Downes, del Centro de Zoología Forense, ha recibido denuncias de numerosos avistamientos de criaturas en Lustleigh Cleave. Sin embargo, el más sorprendente fue el avistamiento de una “familia” de seres desnudos y cubiertos de pelos o envueltos en pieles peludas, que deambulaban alrededor del círculo de piedra, en lo alto de la hendidura.
En Sudamérica existe la historia del “Chupacabras“. Uno de los detalles más importantes de esta o estas criaturas, es que son increíblemente escurridizos. Esto plantea la posibilidad de que habiten bajo la superficie.
En Puerto Rico, por ejemplo, es conocido por su gran cantidad de cuevas, como la Cueva de la Cucaracha, al sur de Aquadilla, en la Cordillera Jaicoa, por lo que es posible que estas criaturas habiten estos sistemas subterráneos.
¿Compartimos el mundo con una raza de seres espeluznantes que, además, serían nuestros depredadores? Cómo mencionamos anteriormente, estas historias datan desde hace miles de años y, aunque no se han encontrado pruebas físicas, todo es posible.
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