Existe una línea muy delgada entre la realidad y la ficción, en cuanto entramos en temas relacionados con lo paranormal, lo misterioso y, finalmente y no menos importante, en lo referido a los OVNIs.

Y si incursionamos en los OVNIs, tenemos tantos sub-tópicos distintos que se podrían escribir (y se escriben, de hecho) cientos de libros. Uno de los temas más conocidos y polémicos es el de los Hombres de Negro (o HDN, como vamos a llamarlos aquí).

Sin dudas, prácticamente quien habla o escucha acerca de los OVNIs, conoce el tema de los HDN. Es tan importante en la casuística como los círculos de las cosechas, de las abducciones y los avistamientos, y como estos, no exento de la etiqueta de “falso”.

También es verdad que, gracias al cine, la temática de los HDN se ha popularizado y, por lo tanto, mucha más gente ha visto y/o ha tenido encuentros con los HDN. Sin lugar a dudas, muchos de estos encuentros son falsos y solo sirven para “ensuciar” la casuística.

Representación de hombres de negro

Es bueno hacer un poco de historia.

Década del 50 – Primeras apariciones

El primer informe de estos seres extraños, se produce en 1953, cuando Albert K Bender anuncio que había descubierto “la verdad sobre los OVNIs” y que lo publicaría en la revista que el mismo dirigía. Bender, era en ese entonces presidente de la IFSB (International Flying Saucer Bureau – Oficina Internacional de Platillos Voladores), es decir, una oficina que se dedicaba a la investigación de los OVNIs. La cuestión es que ese número de su revista nunca vio la luz, ya que como el propio Bender contó más tarde, tres hombres lo visitaron y lo “obligaron” a que desistiera de su empeño. Por supuesto, estos tres seres lo amedrentaron, pero a la vez confirmaron las investigaciones de Bender, aunque le prohibieron hablar de ello. Años después, Bender, muy de a poco, fue contando su encuentro con los HDN, aunque nunca reveló lo que estos seres le prohibieron decir. Así es el miedo que infunden.

Albert K Bender. Circa 1953. Cortesía: CTPost

Apariencias vs apariencias

Una de las cosas que más miedo infunde de los HDN, es su apariencia. Generalmente se los describe como altos, vestidos con trajes y corbatas negras, camisa blanca, sombrero negro. Casi siempre son de raza blanca, terriblemente pálidos, aunque en algún informe se los describe como “levemente orientales”, o lo que esto signifique. También se los ha descrito como lampiños, sin cejas, ni restos de barba o bigote y hasta con los labios ligeramente pintados (como si tuvieran que dar una apariencia de vida, lo que dio una de más hipótesis, de que son androides o hasta extraterrestres).

Suelen manejar autos grandes, como Cadillac, mayormente, siempre negros.

Al hablar, suelen tener un acento indescriptible y hasta “robótico”, que se une a las hipótesis presentadas en el párrafo anterior.

Claro que, si vamos viendo cada detalle, veremos que están “diseñados para amedrentar” a los testigos. Su apariencia robótica, su hablar tan calmado, no hace más que amenazar en cada palabra. Y me pregunto ¿serán tan así? ¿Es decir, que pasaría si no cumpliéramos con sus demandas? Volveremos a ese tema más adelante…

Representación de Hombres de Negro

Los HDN en EE. UU.

Más allá del caso del Sr Bender, existen cientos de reportes de testigos OVNI (llámenme ridículo, pero me niego a llamarlos UAPs) que fueron “visitados” por los Hombres de negro. Estas visitas, lejos de ser violentas, eran casi amables, simplemente se dirigían al testigo con palabras “amables” del estilo de “si le cuenta a alguien o que vio, volveremos a visitarlo” o gentilezas por el estilo. Nunca amenazaban de muerte. De hecho, tengo el informe de un testigo que afirma que “le cambiaron el rostro”…

¿Qué le ocurrió al sr. Mundt?

En 1977, Charles Mundt vio un OVNI. En agosto de ese año, el Sr Mundt regreso a su casa en Flaxton, Arkansas a eso de las 21:30 y antes de entrar, decidió cerrar las ventanillas de su automóvil. Cuando se disponía a entrar a su casa, vio unas luces a la altura de los arboles cercanos. En un principio, pensó que eran relámpagos, porque los zigzagueos eran muy rápidos, luego supuso que eran luciérnagas, aunque pronto aumentaron de tamaño. Estos despedían una luz tan potente, que iluminaban todo el lugar como si fuera de día. Miró hacia izquierda y derecha, en busca de otros testigos, y solo vio a dos hombres vestidos de negro. Buscando complicidad, Mundt quiso acercarse a estos, pero no podía caminar. Simplemente estos lo miraron con indiferencia, de manera muy fría y no hicieron nada más. De pronto, ambos hombres giraron y desaparecieron en la noche. Toda la experiencia no duro más que unos minutos.

En el mismo instante que los HDN se iban, Mundt sintió como un rayo que lo atravesaba, mientras en todo el cuerpo sentía una extraña vibración.

Representación de un Hombre de Negro en las sombras

Según sus palabras, Mundt describe aquel hormigueo:

“No era desagradable, tampoco me producía terror o pánico, simplemente sentía como si no fuese yo mismo, algo alteraba mi ritmo biológico”.

Una vez que la vibración, el rayo y las luces cesaron, entró corriendo a su casa, para contar a su esposa Lisa, lo sucedido. Mientras Mundt hablaba, su esposa lo interrumpía preguntando quien era y que quería. Lisa también se dirigió a la puerta y comenzó a llamar a los gritos a su marido, diciéndole que un desconocido entro a su casa. Todo esto, desconcertó a Mundt. Estaba allí, parado, hablándole y ella no solo no le prestaba atención, sino que lo buscaba afuera. Entonces, giró un poco a un espejo que se encontraba en el recibidor de la casa y casi cae desmayado por la impresión: la cara que veía no era la suya.

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Según cuenta el propio Mundt:

“En la actualidad, a meses del suceso, me he dado cuenta de que la composición de mis moléculas ha sido cambiada y alguien ha ocupado mi lugar físico. Mi cara y mi cuerpo son la cara y el cuerpo de otro hombre. Por alguna razón me han forzado a asumir una nueva identidad. Mi esposa no me acepta como su marido, como el verdadero Charles Mundt; sé que soy Charles Mundt, pero nadie me cree. He perdido todo: afectos, amigos, y lo más triste es que he perdido mi identidad.”

Si debo ser sincero, que a alguien le cambien la cara por ver luces, me parece exagerado. Pero este relato se encuentra en el libro “Los verdaderos Hombres de Negro” del Gran Fabio Zerpa. Entonces, no debería tener dudas acerca de su veracidad.

Fabio Zerpa, escritor e investigador uruguayo y las dos obras de las que se extrajeron algunos de los casos presentados en este articulo.

Solo me pregunto, ¿Qué pretendían esconder los HDN? Porque son millones los testigos que informan de luces y solo Mundt cuenta este tipo de historia de “cambio de persona”.

Al menos, solo este informe tengo al respecto… Pero no solo la gente está en su mira. Una revista de los EE.UU., Official UFO, fue asaltada por tres HDN en busca de los archivos de avistamientos.

Los Hombres de Negro en América

Si bien la gran mayoría de los casos de encuentros con HDN registrados se han dado en EE. UU., no significa que sea solamente en ese país donde se producen. En todo el mundo se han registrado encuentros.

De hecho, en mi país, Argentina, ha ocurrido un hecho que también fue registrado por Fabio Zerpa en el libro “Los Hombres de Negro y los OVNIs”. Cuenta el propio Fabio que estando en la redacción de la revista que él dirigía –la mítica Cuarta Dimensión– se le presento una señora que le conto la historia que le sucedió a ella y su marido. Cuenta la señora que ella y su esposo viajaron en su viaje de bodas a un país limítrofe (no lo nombra, aunque por ciertos datos podemos pensar que se trata de chile, mas precisamente el sur de este país.) a pasar unos días a casa de la madre de ésta. Corría el mes de agosto de 1981.

Mientras buscaban un taxi para trasladarse a la casa de su madre, la señora vio un hombre de gran estatura, vestido de traje y sobretodo, “leyendo” un periódico. Las comillas no son un error. La manera extraña que sostenía el periódico es lo que llamo la atención del matrimonio, además del tamaño, claro. Este hombre, era moreno, nariz aguileña, mirándolos casi sin disimulo. Si intentaba disimular su presencia, no lo lograba, todo lo contrario.

Representación de Hombres de Negro

La pareja se sintió incomoda. La señora no sabía a qué se debía aquella presencia, hasta que lo discutió con su esposo. Además del viaje de bodas, su esposo –investigador OVNI- se iba a encontrar con alguien (diplomático afincado en aquel país) que le daría información trascendental para una investigación en la que se encontraba trabajado en ese momento. El esposo, le comento esto a su esposa y le conto que varias veces en su vida había sido visitado por este tipo de personas y le conto acerca de los Hombres de Negro. El esposo sintió la necesidad de investigar a ese hombre y comenzó a ir todos los días al mismo lugar, aunque sin éxito, ya que nunca más vio a ese hombre allí.

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3 años después en febrero de 1984, algo le ocurrió a ella misma. Estaba viajando desde la capital federal a una localidad del norte de la provincia. Debía tomar dos colectivos para llegar al acupunturista. Al bajar del primer bus, y caminar dos cuadras al segundo, un hombre con un diario se le acerco, caminando junto a ella. Ella apresuro el paso pensando que podría tratarse de un ladrón o secuestrador. Pero pronto se dio cuenta de que no era eso. Subió al colectivo y el sujeto también, sentándose cerca de ella. Entonces ella bajó del colectivo y lo vio en la parada. ¿Cómo hizo esto? ¿Cómo logro estar en la parada si ella no lo vio bajar? Entonces, presa de miedo, entro en una peluquería y se quedó allí un rato, luego regreso a su casa. Se bañó y salió nuevamente a viajar para encontrarse con su esposo. Tomó nuevamente un colectivo y allí lo vio, mirándola. Se bajó y tomó un subte, donde nuevamente lo vio. Se bajó una estación antes y cruzó la avenida porque volvió a verlo fuera de la estación. Entró en un negocio a comprar cospeles (fichas) para el teléfono público y lo vio sentado en una mesa. Llamó a su esposo y le dijo que volvería a su casa. En febrero en Argentina, hace calor. Ese día hacía unos 35° y el sujeto, vestía de negro, con sobre todo.

En ese momento, la señora entró en el subterráneo y es seguida por otro hombre en la misma actitud del anterior, y vestido de la misma manera que el anterior. En un momento, en la estación solo quedaron ella y él. Ella salió de la estación intentando escapar, cada vez más aterrada. Entonces paró un taxi. El taxista le dijo que otro taxi los está siguiendo, entonces, sorpresivamente, este segundo taxi comienza a golpear al primero. El taxista intenta una evasión exitosa y pierden de vista al segundo taxi.

Representación de Hombres de Negro

Entonces, surge la pregunta: ¿Por qué la seguía en primer lugar? Pues resulta que la señora misma se juntó con la “gente equivocada”, investigando ella misma, acerca del mundo esotérico, para escribir en conjunto un libro acerca del mundo esotérico unido a los OVNIs y extraterrestres.

Como se enteraron los HDN si la investigación llevaba a cabo desde hacía dos años, aunque no había sido publicada.

Más allá de si este hecho es real (debo confesar que cuando lo escuché –primero me lo conto un amigo investigador- no lo creí) nos deja un mal sabor de boca ya que, de ser real, es inquietante la manera de amedrentar a los testigos-investigadores.

Más que vigilantes

Dr. Manson Valentine y Morris K. Jessup

Además de vigilar, presumiblemente los HDN son “soldados” que ejecutan ordenes, cualesquiera sean. Incluso, si un investigador se acerca mucho, simplemente lo “suicidan”. Este sería el caso del investigador Morris K Jessup.

En 1955, lanzó su libro El caso de los OVNIs. Poco después que el libro saliera a la venta, un ejemplar de él fue enviado a F N. Furth (Jefe de Investigación Naval en el verano de 1955) donde al borde de las páginas del libro existían anotaciones, que, al estudiarlas y analizarlas, funcionarios de la Oficina de Proyectos Especiales y de la de Proyectos Aeronáuticos, comprobaron que fueron escritas por tres personas diferentes; (diferencias el estilo al escribir, la tinta y otros)y estas anotaciones demostraban un avanzado conocimiento de los OVNIs –su historia, orígenes, tecnología, etc).

Una de las anotaciones, escritas junto al prólogo del libro, decía:

“Las anotaciones implican un íntimo conocimiento de los OVNI(s), sus medios de movimiento, origen, pasado, historia y costumbres de los seres que los ocupan y constituyen un valiosísimo material para la investigación. Fueron encontradas en un ejemplar del libro de Jessup. Debido a la importancia que otorgamos a la posibilidad de descubrir pistas que conduzcan hasta la naturaleza de la gravedad, ningún posible motivo, por desacreditable que sea el punto de vista de ciencia clásica, debe ser descartado”.

Estas anotaciones se dice que pertenecen a los HDN. Cuando el libro llegó a manos de Jessup, este encontró que conocía la letra de una de las personas que escribieron en ese ejemplar: un conocido de Jessup, llamado Carl M. Allen (también conocido como Carlos Miguel Allende). Lo extraño es que Allen o Allende, era una especie de informante de Jessup, mientras este investigaba el llamado “Experimento Philadelphia“, del que hablaremos en otro artículo.

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Unos años después, Jessup había sumado un archivo importante para contar lo sucedido en este experimento y llamó a su amigo, el oceanólogo Mason Valentine, para contarle sus investigaciones. Habían acordado cenar el 20 de abril de 1959, y discutir las investigaciones de Jessup y entregarle el manuscrito del libro para tener las apreciaciones de Valentine. La hora acordada era las 19 horas.

Jessup jamás llego a la cita. De hecho, se “suicidó” a las 6:30 de la tarde, en el parque Matheson’s Hammok, en el condado de Dade (Miami), según el informe, “inhalando monóxido de carbono, tras haber acoplado una manguera al tubo de escape e introducido al otro extremo en el interior del vehículo”. No fue encontrado ningún “borrador” en el interior del automóvil de Jessup.

Fotografía de un supuesto Hombre de Negro (Lee Más)

Conclusiones

Tengo muchos más casos acerca de los Hombres de Negro en mi archivo. Cientos de informes donde estos extraños seres atacan, amedrentan, advierten y hasta amenazan a testigos e investigadores, incluso, se dice que los “suicidan” y (no es algo que haya inventado yo, y me parece una exageración, pero los serios investigadores que me preceden dice que es real) les generan Cáncer.

Si los HDN son extraterrestres (es una de las hipótesis más populares) tendrían (observar el potencial que utilizo) la habilidad de “enfermar” a los testigos. Es decir, si pueden inocular una enfermedad en los seres humanos, sería una teoría muy diferente de las más conocidas, que dicen que vienen a ayudarnos, a observarnos.

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Si tengo que ser sincero, mucho de lo aquí escrito me suena a fantasía. Como investigador, tengo que tener la mente abierta a todas las hipótesis, pero a veces hasta me parecen exageraciones. Así y todo, creo que los Hombres de Negro existen, son reales, aunque no tengo tan en claro el porqué de sus acciones e, incluso, no creo en muchas de las acciones que les achacan.

Creo que en un momento debemos separar “la paja del trigo” para quedarnos con lo real y verdadero, ese “trigo de la investigación” es el que nos alimenta y nos nutre y nutre a la casuística.

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