A las orillas del Mar Muerto se encuentran varios sitios únicos llenos de ceniza blanca y azufre. Muchos piensan que pueden ser los restos de Sodoma y Gomorra, las ciudades bíblicas destruidas por el Dios del Antiguo Testamento.
Descubiertas originalmente por el arqueólogo aficionado Ron Wyatt en 1989, estas localidades, cerca del Parque Nacional de Mesada, pueden ser visitadas por cualquier aventurero, como se puede constatar en algunos canales de YouTube:
Para activar los subtítulos en español en este vídeo, pueden consultar la siguiente GUÍA.
Desde una vista panorámica se notan vestigios de una estructuración citadina. Las estructuras son geométricas y parecen ser restos de construcciones hechas por el hombre.
Los restos deben haber sufrido mucho durante 3.500 años debido a la erosión del viento y la lluvia. El material que las compone es básicamente ceniza blanca, tan frágil que se desintegra sólo con ser tocado. A pesar de esto, aún se pueden observar elementos arquitectónicos de las casas y edificios, tales como ventanas, puertas y arcos. También se encuentran extrañas estructuras que remiten a la forma de una esfinge:
Extraordinaria cantidad de azufre
El Génesis 19:24-25 dice:
Entonces el Señor hizo llover desde los cielos azufre y fuego de parte del Señor sobre Sodoma y Gomorra. Y trastornó aquellas ciudades, toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades y las plantas de la tierra.”
La presencia de azufre es una de las claves para localizar Sodoma y Gomorra. Y en los sitios que ubicamos actualmente, hay gran cantidad de azufre. Se halla en forma de piedra y cristal (que tuvo que haberse quemado, derretido y enfriado para poder cristalizarse). Las bolas de piedra de azufre contienen una pureza tal que pueden quemarse con gran rapidez, desprendiendo un humo abrumador y característico. En este vídeo se puede observar:
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William Fry, químico y arqueólogo que acompañó a Ron Wyatt en 1989, tomó muestras del azufre para ser analizado en un laboratorio y sé demostró que su pureza era de 98 por ciento, a diferencia de todo tipo de azufre encontrado en la Tierra. Uno podría decir que tal elemento podría haber surgido de actividad geotérmica, pero no hay indicios de ello en el área.
La evidencia es abrumadora. Las estructuras parecen restos de una ciudad milenaria arrasada por el fuego. Y los trozos de azufre dan mucho que pensar, como si en verdad hubieran caído en forma de lluvia desde el cielo.
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