En las profundidades del lago Titicaca existe un misterio de más de 1.000 años anterior a los Incas: un ancestral templo construido por una civilización desconocida. A pesar de representar un hallazgo único y extraordinario en su tipo, no ha sido difundido de la manera en que lo merece.
Se sabe que hace unos años un equipo de investigadores se planteó descubrir los secretos de estos restos arqueológicos. Sin embargo, la noticia solo fue difundida por algunos pocos medios. ¿Acaso, no es del beneplácito de la corriente principal el modificar la historia?
El lago Titicaca se encuentra en las hermosas montañas de los Andes entre dos de los países más enigmáticos del planeta, Perú y Bolivia. Es el mayor lago de agua dulce de América del Sur, pero también es considerado como el lago navegable más alto del planeta.
Un ancestral templo sumergido en el lago Titicaca
En el año 2000, un equipo de arqueólogos internacionales realizó un increíble descubrimiento de los restos de un misterioso templo bajo el agua. El templo, que se cree es anterior a los Incas por más de 1500 años se cree pudo haber sido construido por la cultura Tiwanaku o Tiahuanaco, que realizaron la proeza de construir un de templo más 200 metros de longitud.
¿Qué nos pueden decir aquellos misteriosos restos de una antigua civilización, hoy bajo el Titicaca, sobre nuestra historia? ¿Es posible que estas impresionantes ruinas, puedan ofrecer respuestas que podrían ayudarnos a entender como la antigua humanidad edificó sitios increíbles y complejos como Puma Punku, Tiahuanaco o Machu Picchu? La verdad detrás de estas ruinas submarinas apunta hacia un pasado mucho más misterioso del que nos podríamos haber imaginado.
Exploración de buzos descubre antiguos secretos en el lago Titicaca
En el año 1966 tres buzos de nacionalidad argentina realizaron una exploración en el lago en una expedición denominada “Punta de Lanza“, descendiendo hasta 8 metros de profundidad en sus aguas. Lo que ellos descubrieron los dejó totalmente maravillados:
El estudioso argentino Federico Kirbus, escribió en Enigmas. Misterios y Secretos de América (1976):
“Ante sus ojos aparecían construcciones de piedras de diferente tipo y sorprendentemente bien conservadas, aún cuando estaban recubiertas de algas”.
Es así como el grupo de argentinos se topó con enigmáticas ruinas mientras exploraban El Lago Titicaca.
En el capítulo que Kirbus dedica a Tiahuanaco se incluye la sorprendente aventura, información que le fuera transmitida por Enrique León Bremmer, uno de los tres participantes de la llamada expedición Punta de Lanza.
Kirbus escribe en su libro:
“No solo hallaron simples muros, sino recintos en forma de U, con la parte abierta señalando hacia el centro del lago. Es más: también distinguieron el trazado de un camino empedrado perfectamente conservado, de unos treinta metros de longitud”.
Se encontraron siete edificaciones de unos cinco metros de ancho, y diez de largo cada una, veintidós muros paralelos y finalmente la calle empedrada, todo esto unos ocho metros debajo del espejo del Lago Titicaca”
El equipo argentino documentó el hallazgo, a través de filmaciones y fotografías. Este logro inspiraría el interés de un reconocido oceanógrafo francés, nada menos que Jacques-Yves Cousteau, quién impresionado por el material argentino, decidió encarar su propia expedición llevada a cabo también en 1968.
La expedición de Jacques-Yves Cousteau al lago Titicaca
Como se esperaba, la expedición de Cousteau a Bolivia alcanzó una gran repercusión. Sin embargo, una vez finalizadas las investigaciones en las aguas del Titicaca, estas no revelaron al equipo francés nada inusual. Sin embargo ese non era el fin de la historia…
En el año 1974 en el libro “Tree Adventures: Galápagos, Titicaca, The Blue Holes“, Cousteau confesó lo siguiente:
“Hemos encontrado algunas piedras formando un padrón en el fondo con dirección a Tiahuanaco. Son similares a las descritas por nuestro amigo Avellaneda, pero nuestros buzos no han podido cavar alrededor de estas enormes piedras, las mismas que eran paredes marchitas, o fueron colocadas para formar un rectángulo. ¿Será que el barro se ha tragado todo? En la vecindad de Oré (o Chukuperka), encontramos una imponente ruina de piedras perfectamente colocadas. Esta estructura parece ser cimiento de un edificio, sin dudas un templo bien conocido por los arqueólogos”.
Las declaraciones de Cousteau revelaban la existencia de los restos de un templo bajo las aguas del Titicaca.
Otras exploraciones descubrieron más secretos sumergidos
En los siguientes años se realizaron otras expediciones, resaltando la de Hugo Boero Rojo, importante estudioso boliviano quién en 1979 mientras llevaba adelante la filmación de El Lago Sagrado.
En el film Boero Rojo informó el avistamiento de ruinas, y que los medios de la época titularon como: “Murallones ciclópeos similares a los de la Fortaleza de Sacsayhuaman“.
Boero Rojo dijo:
“Se hallaron monumentales bloques piedra que parecen ser muros de templos semidestruidos, caminos enlosetados que se pierden en las cavernas profundas, caminos que se internan en las profundidades del lago”.
A pesar de la oleada de hallazgos realizados, estos no parecían interesar a las autoridades bolivianas. Recién con la llegada del nuevo milenio, los enigmas del lago Titicaca empezaron a ver la luz…
En el año 2000, un equipo de arqueólogos internacionales realizó un increíble descubrimiento de los restos de un misterioso templo bajo el agua. El templo, que se cree es anterior a los Incas por más de 1500 años se cree pudo haber sido construido por la cultura Tiwanaku o Tiahuanaco, que realizaron la proeza de construir un de templo más 200 metros de longitud.
Además del antiguo templo bajo el lago Titicaca, los arqueólogos submarinos han encontrado enormes terrazas para cultivos, carreteras y una enorme pared que se extiende 800 metros bajo la superficie del lago.
Las tradiciones Incas mencionan que el origen de su cultura vino del Lago Titicaca. Algunos investigadores han sugerido que en un pasado distante, anterior a los Incas, civilizaciones presentes en aquellos lugares se desarrollaron y fueron los antecesores. Aquí entra a tallar el relato de una “gran inundación” que habría causado que sus templos quedaran sumergidos bajo las aguas del lago.
Referencias:
- Boero Rojo, Hugo. Descubriendo Tiwanaku. Cochabamba: Los Amigos del Libro, 1980.
- Cousteau, Jacques Yves. Tree Adventures: Galápagos, Titicaca, The Blue Holes. Londres: Casell, 1974.
- Kirbus, Federico B. Enigmas. Misterios Secretos de América. Buenos Aires: La Barca Gráfica, 1976.
- Crónica Subterránea Goldstern, Débora. Hayumarka, la puerta del misterio.
https://cronicasubterranea.blogspot.com/2011/05/hayumarka-la-puerta-del-misterio.html?m=1
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