Las exploraciones del mundo antiguo han comenzado a revelar ciertas similitudes entre los mitos y las ruinas arqueológicas. Los hallazgos del pueblo Anasazi, de Norteamérica y los Anakim, del antiguo Oriente Próximo, parecen demostrar que existen más semejanzas entre pueblos lejanos de lo que se cree.
El término Anasazi es un xenónimo usado por los navajos, el cual ha sido traducido como «antiguos», «antiguos enemigos» o «antiguos enemigos ancestrales».
Eran un grupo genético y único, culturalmente considerados hostiles por los primeros miembros de las tribus modernas. Este grupo gobernaba al suroeste americano antes de ser desplazados.
Otras tribus hacían referencia a este grupo hostil en sus leyendas. Los Paiute llamaban «Si-Te-Cah» a una raza de gigantes pelirrojos que eran caníbales, los cuales ellos mismos se encargaron de exterminar.
Por otro lado, los Anakim eran una tribu de gigantes temibles que ocupaban la tierra de Canaán cuando los hebreos llegaron.
El Libro de Números 13:32-33, cuenta la historia de doce espías enviados hasta la región de los Anakim:
“Y allí vimos a los Nefilim, los hijos de Anak, que vienen de los Nefilim; y estábamos a nuestra vista como saltamontes, y así estábamos a su vista”.
Pruebas de la existencia de los Anakim
Representación de los Nephilim y ángeles rebeldes. Crédito: Hieronymus Bosch / Wikimedia Commons
Los términos Nefilim y Anakim han sido de los más polémicos en cuanto a los estudios bíblicos. Los orígenes del término son muy escasos, sin embargo, los hallazgos, relatos y el contexto donde se han encontrado dejan claro la existencia de gigantes en la tierra de Canaán.
Una leyenda sumamente parecida a la contada por los Anasazi en Norteamérica.
Las primeras interpretaciones griegas de la palabra Nephilim la tradujeron como «gigante». Traducciones posteriores los llamaron «caídos» y «supervisores» o «prisioneros». Aunque en el Torá se les llamó «Héroes de la antigüedad».
Textos apócrifos, como el Libro de Enoc, arrojan más pistas sobre los Anakim o Nephilim. Sin embargo, los académicos consideran estos textos inválidos, pues no cuentan para el canon bíblico.
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El origen del término apócrifo proviene del griego apo y krytein, que significan «lejos» y «ocultar». Así podemos entender que estos libros no están dentro del canon por ser simple mitología, sino que se ocultaron por algún interés ajeno.
De hecho, los académicos actuales aún sostienen que la interpretación fundamental o literal de estos textos es errónea al tratarse de mitología. Pero ¿Qué pasa si existen pruebas arqueológicas de su existencia?
Arqueología Anasazi
Ruinas Anasazi en Colorado.
La arqueología americana está repleta de restos humanos con extraños rasgos físicos y existe una investigación abierta de un grupo étnico desaparecido.
Esta narrativa ha sido rechazada sistemáticamente, incluyendo instituciones como Smithsonian y la National Geographical Society, a pesar de que sus mismos exploradores son partidarios de la teoría.
Lo que no se puede negar es que Estados Unidos posee cientos de ruinas y petroglifos extraños que son anteriores a las tribus conocidas.
Un artículo de National Geographic del 2016, donde Aaron Sidder mostró como la élite de la Cultura Chaco, tenía seis dedos en manos y pies.
Patricia Crown se muestra totalmente sorprendida por los «poderes divinos» de estos seres existentes entre los mayas, quienes eran asociados especialmente con importantes rituales, riquezas y estatus.
El hallazgo se sustentó con las huellas de manos y pies con seis dedos en las paredes de yeso de antiguas estructuras. El problema es que estas construcciones son muy poco conocidas; se cree que son espacios para rituales subterráneos llamados kivas. Pero se desconoce porque lo construyeron bajo tierra y se hicieron con estructura de panal.
Su ubicación también es un misterio; el acceso a recursos naturales es sumamente complicado, por lo que se cree que se basaron en las alineaciones geográficas, geométricas y astronómicas.
Cuando los conquistadores llegaron a la zona, estas estructuras ya estaban abandonadas. Las tribus usaban instrumentos de roca, hueso y piel y las construcciones se observan muy complejas para haber sido realizadas con tales materiales.
Otra cosa a tener en cuenta, es que muchas de las construcciones Anasazi muestran signos de haber sufrido una guerra, por las marcas de fuego en sus paredes.
El canibalismo en los rituales
Ruinas subterráneas Anasazi. Crédito: Ori~/Wikimedia Commons
En el año 2000. Se publicó un artículo en la Cambridge University Press sobre otro yacimiento Anasazi en el suroeste de Colorado llamado Mesa Verde.
Ahí se descubrió pruebas de canibalismo en restos humanos encontrados en el lugar. Otro yacimiento en el Cañón Chelly, en Arizona, horrorizó a los investigadores durante su exploración.
El informe del proyecto Gutenberg menciona la ausencia de restos de animales, ropa o camas. Las habitaciones solo tenían recipientes de agua. Otra habitación en la que se encontraron utensilios de cocina, también estaba vacía.
De que vivía esta población fue un misterio, solo se sabía que iban al sur en invierno y cultivaron en los valles, regresando al norte durante el verano.
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Se cree que las tribus actuales que habitan Arizona son descendientes de los esclavos de esta civilización que habitaba en cuevas. Lo más espantoso es el hallazgo de los restos de 14 niños en una cista cubierta de losas usada de depósito. Bajo estos, se encontraron restos de 4 niños más, empacados en una cesta.
Los expertos están seguros que miles de años antes de Cristo, una civilización avanzada habitó la zona.
Petroglifos en el cañón Dry Fork, de Utah, cuentan historias de violencia y canibalismo. Los petroglifos de Fermont también muestran una figura conocida como «El hombre del pie grande», con la cabeza en forma de cono y seis dedos. Este se muestra orgulloso sobre víctimas decapitadas.
Esqueletos gigantes
Petroglifos Anasazi que muestra gigantes similares a los Anakim.
En 1911, mineros encontraron una serie de huesos y artefactos antiguos en la cueva de Lovelock. En 1912 hasta 1965 se realizaron una serie de excavaciones donde se recuperaron decenas de artefactos y unos huesos extrañamente grandes.
Estos objetos fueron almacenados en el Museo Humboldt de Winnemucca, en Nevada y jamás se exhibieron. Actualmente, los representantes del museo aseguran que los objetos fueron devueltos a sus tribus por «respeto a las antiguas costumbres».
Obviamente sin las pruebas pertinentes, es imposible saber a qué tribu pertenecen los restos y los artefactos en el museo son réplicas en su mayoría, pues los originales los posee Smithsonian y permanecen sin exponerse.
Sin embargo, la poca información disponible nos muestras datos inquietantes, como los dientes limados en forma puntiaguda, algo común en tribus caníbales. Además, el tamaño de al menos uno de los esqueletos: 2.50 metros de altura.
Con pruebas tan contundentes ¿Es imposible relacionar los hallazgos de los pueblos Anasazi con los Anakim / Nephilim? Sabemos que los académicos continuarán negándolo, pero la contundencia de las evidencias no deja lugar a dudas…
Por: Erick Sumoza, redactor para CodigoOculto.com
Fascinante!!!!