Un equipo internacional de científicos de The Australian National University (ANU) y de otras instituciones han hallado moléculas de grasa en un antiguo fósil de Dickinsonia, y que representa el descubrimiento del primer animal confirmado en existir en la Tierra en el registro geológico.

Pero, ¿qué es Dickinsonia? Esta interrogante trae a la memoria un acalorado debate de 75 años de duración. Los científicos han estado discutiendo si se trata de una ameba unicelular, un liquen o algo más (nuevo y desconocido).

Dickinsonia es un enigmático organismo ediacarano que vivió hace alrededor de 560 a 550 millones de años. Tenía rayas o segmentos en el cuerpo, era ancho y ovalado y se han encontrado fósiles que llegan hasta un metro. [Fuente]

Lo que queda claro ahora, es que el hallazgo ha catalogado a la criatura como el primer animal confirmado de la Tierra en el registro geológico.

Jochen Brockss, profesor asociado de la ANU Research School of Earth Sciences, dijo en un comunicado:

La grasa fósil ahora confirma a Dickinsonia como el fósil animal más antiguo conocido, al resolver un misterio de décadas de antigüedad que ha sido el Santo Grial de la paleontología. No solo eso, sino que las moléculas que hemos encontrado prueban que los animales eran grandes y abundantes hace 558 millones de años, millones de años antes de lo que se pensaba”.

Sin embargo, identificar a este animal ha sido una tarea muy complicada, debido a la degradación natural de la materia orgánica y las características morfológicas únicas de la criatura.

Materia orgánica de Dickinsonia. Crédito: The Australian National University (ANU)

Ilya Bobrovskiy, ANU PhD scholar, dijo en un comunicado:

La mayoría de las rocas que contienen estos fósiles, como las de Ediacara Hills en Australia, han soportado mucho calor, mucha presión, y luego se han desgastado después de eso; estas son las rocas que los paleontólogos estudiaron durante muchas décadas”.

Estas difíciles condiciones impidieron que los fósiles de Dickinsonia se encuentren anteriormente. Lo que los científicos han hallado es solo una parte de la criatura preservada, en forma de huellas o rastros, ya que los cuerpos blandos y el caparazón se descomponen al poco tiempo. Sin embargo, en este estudio Bobrovskiy y sus colegas desenterraron un fósil muy bien conservado al que le extrajeron colesterol, la grasa esencial en los animales.

Aunque el colesterol se degrada con el pasar de los años, los productos restantes de su descomposición pueden ser preservados, y eso fue lo que ocurrió en este caso. Mediante un método que evalúa esteroles fósiles, los científicos encontraron una gran cantidad de colesteroides (93 por ciento en el fósil).

Las criaturas conocidas como Dickinsonia pueden ser tan pequeños con una medida de unos cuantos milímetros y tan grandes como una alfombra de baño. El espécimen hallado vivió 20 millones de años antes de que ocurra la explosión del Cámbrico, período en el que la vida compleja y multicelular emergió y evolucionó a un ritmo muy rápido.

Aunque se necesitan más estudios para descubrir detalles aún ocultos en esta criatura, el descubrimiento sugiere que Dickinsonia fue una de las criaturas más antiguas existentes en la Tierra, y nuestro ancestro.

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El estudio científico ha sido publicado en la revista Science.

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