La luna más interior y grande de Marte, Phobos (o Fobos) posee diversos surcos en su superficie. Hasta ahora se han dado algunas explicaciones a su origen, sin embargo ninguna ha podido asegurar la causa.
Ahora, una nueva teoría pretende explicar el por qué de la existencia de dichas marcas y surcos en la superficie de la luna marciana.
De acuerdo a un nuevo estudio, las marcas fueron causadas por rocas rodantes que fueron lanzadas por un gran impacto que creó el cráter Stickney, el inmenso agujero distintivo en la superficie de Phobos y que le brinda su apariencia de «estrella de la muerte».
El estudio plantea que cuando estas rocas comenzaron a caer sobre la luna deforme, rodaron sobre su superficie, creando las marcas peculiares
Ken Ramsey, investigador de la Brown University, dijo en un comunicado:
Estos surcos son una característica distintiva de Phobos, y la forma en que se formaron ha sido debatida por los científicos planetarios durante 40 años. Creemos que este estudio es un paso más para concentrarse en una explicación”.
Desde su inicio, la idea de las rocas que tallan la luna tiene muchas pruebas de apoyo. Phobos tiene 27 kilómetros de ancho en su punto más ancho, el cráter Stickney tiene aproximadamente un tercio de esa longitud. Obviamente, ha lanzado muchas rocas grandes al espacio y, ciertamente, algunas regresaron a Phobos. Pero hay ciertas características que no coinciden con esta hipótesis.
Por ejemplo, no todas las ranuras se extienden radialmente desde el cráter. El cráter tiene ranuras en su interior, y hay una gran área de Phobos sin ranuras. El equipo construyó un modelo de computadora para simular cómo se verían los cantos rodados en Phobos y quedaron gratamente sorprendidos de cómo se abordaron estas preocupaciones.
Debido a su pequeño tamaño y su débil gravedad, las rocas rodantes pudieron rodar durante mucho tiempo, a menudo moviéndose a través de la luna entera, cruzándose en un ángulo ligeramente diferente, apenas unas horas después de que llegaron a la superficie.
En la simulación, algunas de las rocas terminaron rodando hacia el cráter Stickney, una buena explicación para los surcos que se encuentran allí. El área sin surcos tiene la mejor explicación de todas: está rodeada por un borde de elevación más alto y el modelo ha demostrado que las rocas que se aproximan terminarán dando un salto sobre ella.
Los investigadores creen que el modelo representa la mayoría, si no todos, los surcos de Phobos. Será interesante ver qué harán los proponentes de otras explicaciones.
El estudio ha sido publicado en Planetary and Space Science.
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