Un equipo de investigadores se toparon con una extraña especie de pez ciego de las cavernas con una misteriosa estructura en forma de cuerno que sobresale de su cabeza y carece de escamas o pigmentación. Debido a eso ha sido llamado “pez unicornio”.

En las oscuras aguas de las cuevas chinas se esconde una extraña especie de pez que guarda un asombroso parecido con la mítica criatura equina. Según revela un nuevo estudio, estos extraños peces, que los investigadores descubrieron escondidos en un estanque negro como el carbón del tamaño de una mesa de cocina, carecen de escamas y color, tienen unos ojos rudimentarios diminutos que probablemente no les permiten ver nada y un cuerno inusualmente grande que sobresale de su frente.

Los investigadores descubrieron estos peces monótonos, parecidos a un unicornio, mientras estudiaban peces cavernícolas del género Sinocyclocheilus. Los peces de este género sólo se encuentran en China, normalmente en pequeños estanques envueltos en la oscuridad. Se conocen 76 especies de Sinocyclocheilus, la mayoría de las cuales comparten características similares con la especie recién descubierta, como visión reducida o nula, falta de escamas y ausencia de pigmentación. Sin embargo, sólo algunos peces Sinocyclocheilus poseen un cuerno, y otros han perdido completamente los ojos en un proceso conocido como evolución regresiva, en el que las especies pierden características complejas a lo largo de generaciones. También hay un puñado de especies de Sinocyclocheilus que viven en aguas iluminadas y carecen de los rasgos inusuales asociados a sus extraños primos.

Los investigadores descubrieron al nuevo pez nadando en un pequeño estanque de 1.8 metros de ancho y 0.8 metros de profundidad, dentro de una cueva de la montañosa provincia de Guizhou. El equipo recogió ejemplares para llevarlos al laboratorio y examinarlos, sin saber que estaban recolectando una especie nunca vista. Tras comparar los peces con otras especies conocidas y analizar su ADN, los investigadores se dieron cuenta de lo que habían descubierto.

Pez unicornio

En el nuevo estudio, publicado el 17 de enero en la revista ZooKeys, el equipo describe la especie, a la que denominan Sinocyclocheilus longicornus. Los peces miden entre 10.5 y 14.6 centímetros (4.1 y 5.7 pulgadas) y poseen dos pares de barbillas en forma de bigotes que utilizan para orientarse en la oscuridad. Pero quizá su rasgo más interesante sea la estructura inusualmente larga en forma de cuerno, que no tiene un uso claro y no se encuentra en especies estrechamente emparentadas. (El nombre longicornus deriva de las palabras latinas longus, que significa “largo”, y cornu, que significa “cuerno de la frente“).

Una mirada de cerca a un espécimen fallecido de S. longicornus. Crédito: Xu et al. 2023

Estas estructuras en forma de cuerno difieren mucho entre las especies oscuras de Sinocyclocheilus; varían en longitud y pueden ser bifurcadas o no, como en S. longicornus. Dado que las especies que viven en la luz no tienen cuernos, es probable que estos apéndices tengan algo que ver con la vida en la oscuridad, pero no está claro cuál es su propósito, escriben los investigadores en el artículo.

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La explicación más lógica sería que los cuernos ayudan a estos peces a “ver” en la oscuridad, pero sus barbillas ya les permiten navegar por su “piscina”, que no es muy grande, por lo que probablemente requeriría unas habilidades de navegación mínimas de todos modos. La mayoría de las especies de Sinocyclocheilus, incluido el S. longicornus, también tienen una línea lateral completamente formada (un órgano formado por células muy sensibles que recorre lateralmente el cuerpo del pez y detecta cambios de presión, temperatura y salinidad), por lo que tampoco es probable que el cuerno sea necesario para detectarlos.

Sin embargo, el tamaño inusual del cuerno de S. longicornus, junto con el hecho de que la nueva especie no está estrechamente relacionada con otras especies de cuernos largos, sugiere que los cuernos largos han surgido al menos en dos ocasiones distintas en el género, escribieron los investigadores. Por lo tanto, la comparación de las condiciones ambientales de S. longicornus con algunas de las otras especies de cuernos largos podría revelar finalmente para qué se utilizan realmente estas misteriosas estructuras.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista ZooKeys.

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