Un equipo de investigadores ha descubierto un cañón submarino de 10 kilómetros de ancho excavado en el fondo del Mediterráneo poco antes de que el mar se secara hace unos 6 millones de años.
Se trata de un gigantesco cañón submarino en el Mediterráneo oriental que probablemente se formó justo antes de que el mar se transformara en un campo de sal de kilómetros de altura.
El cañón se formó hace unos 6 millones de años, al inicio de la crisis salina del Messiniense (CSM), cuando el paso de Gibraltar entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo se estrechó y acabó por cerrarse debido a los desplazamientos de las placas tectónicas. El mar Mediterráneo quedó aislado de los océanos del mundo y se secó durante unos 700.000 años, dejando tras de sí una vasta extensión de sal de hasta 3 kilómetros de espesor en algunos lugares.
Al descender el nivel del mar, las corrientes cada vez más salinas erosionaron el lecho marino y abrieron barrancos de varios cientos de metros de profundidad a lo largo de los bordes más escarpados del Mediterráneo. En un estudio publicado en el número de enero de la revista Global and Planetary Change, los investigadores describen ahora un gigantesco cañón en forma de U situado a 120 km al sur de Chipre, en las profundidades de la cuenca mediterránea de Levante.
Este cañón de 500 metros de profundidad y 10 km de ancho, que los investigadores bautizaron con el nombre del cercano monte submarino Eratóstenes, probablemente se formó bajo el agua poco antes de que la sal se amontonara en el lecho marino. A diferencia de los barrancos más costeros, el cañón no tenía raíces “presalinas” más antiguas, según el estudio.
Los investigadores escribieron en el estudio:
“Para explicar la formación submarina del Cañón de Eratóstenes, sugerimos la incisión por densas corrientes gravitatorias que arañan y tallan el fondo marino de aguas profundas”.
Cargadas de sal y sedimentos, estas corrientes se precipitaron a mayor velocidad que el agua circundante y poco a poco excavaron el fondo marino lo suficiente para formar el colosal cañón. No se sabe con exactitud cuándo ocurrió esto, pero es probable que coincidiera con el inicio del MSC, hace entre 5.6 y 6 millones de años, según el estudio. El proceso de incisión pudo durar entre decenas de miles y medio millón de años.
El descubrimiento arroja luz sobre un debate que ha durado décadas sobre si los barrancos y cañones del Messiniense que ahora yacen bajo el agua se formaron por encima o por debajo de la superficie del mar.
El recién descubierto Cañón de Eratóstenes se encuentra cerca del monte submarino Eratóstenes, en el Mediterráneo oriental. Crédito de imagen: Geological Survey of Israel
Los investigadores escribieron:
“Esta nueva prueba refuerza los argumentos de que al menos parte de la erosión de los márgenes continentales se produjo [bajo el agua]”.
Una red amplia de cañones
El cañón recién descubierto se encuentra dentro de una red más amplia de cañones y canales en una zona conocida como la cuenca del Levante, que se extiende desde la costa de Siria en el norte hasta Gaza en el sur, y hacia el noroeste hasta Chipre.
Al noroeste del cañón, más allá del monte submarino Eratóstenes, se encuentra la cuenca de Heródoto, mucho más profunda y antigua, que recibe corrientes cargadas de sedimentos procedentes del sureste. Según el estudio, es posible que estas corrientes atravesaran la zona que ahora alberga el cañón de Eratóstenes mucho antes de que se produjera su incisión.
Los investigadores escribieron:
“La ausencia de raíces más antiguas bajo el cañón de Eratóstenes no descarta la posibilidad de que un sistema de canales poco profundos anteriores al MSC precediera al cañón de Eratóstenes”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Global and Planetary Change.
Fuente: livescience
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