La Atlantic Meridional Overturning Circulation (AMOC) o Circulación de vuelco meridional del Atlántico es un gran sistema de corrientes oceánicas que hace circular el agua por el océano Atlántico, llevando el agua caliente hacia el norte y el agua fría hacia el sur. Se cree que la dinámica de este sistema es esencial para la relativa calidez del Hemisferio Norte, pero también es vulnerable al cambio climático.
Numerosos estudios han demostrado que este sistema oceánico probablemente se ralentizará con el cambio climático, pero no se sabe con certeza cuándo y con qué rapidez podrían producirse estos cambios. El sistema también ha sido identificado como un elemento de inflexión en el sistema climático, lo que significa que puede sufrir un cambio rápido y repentino tras años de exposición a una fuerza climática de desarrollo lento.
En un nuevo estudio, publicado en la revista Science Advances, investigadores de la Utrecht University (Países Bajos) crearon un modelo matemático de este sistema para investigar cómo nuestro clima cambiante podría influir en él y las repercusiones que esta alteración tendría en el resto del mundo.
Afectaría drásticamente la distribución del calor en todo el planeta
Según sus modelos, este colapso cambiaría drásticamente la distribución del calor en todo el planeta, provocando un enfriamiento rápido y severo en el hemisferio norte y un ligero calentamiento en el sur. Este rápido enfriamiento sería especialmente acusado en Europa, donde las temperaturas descenderían más de 3 grados centígrados por década.
Los autores del estudio escribieron:
“En comparación con la tendencia actual de la temperatura media global en superficie, de unos 0.2 grados Celsius por década, ninguna medida de adaptación realista puede hacer frente a cambios de temperatura tan rápidos en caso de colapso del AMOC”.
Afortunadamente, sus modelos también han detectado un cambio observable en la dinámica del transporte de agua dulce en el océano Atlántico unos 25 años antes de que se alcance este punto de inflexión, lo que ofrece una posible señal de alerta temprana para un inminente colapso del AMOC.
Jon Robson, profesor e investigador del National Centre for Atmospheric Science y la University of Reading, que no participó en el estudio, dijo en un comunicado:
“Este estudio aporta nuevas pruebas preocupantes sobre la posibilidad de que se produzcan cambios bruscos y perturbadores en la región del Atlántico Norte. Tal colapso del AMOC tendría profundas repercusiones en la sociedad y los ecosistemas a través de cambios en las temperaturas regionales, las precipitaciones y los vientos”.
Colapso ocurrirá de forma inminente
Los científicos indicaron que este colapso no se prevé a corto plazo.
Andrew Watson, profesor de investigación de la Royal Society y profesor de la University of Exeter, dijo en un comunicado:
“Esto suena alarmante, pero es importante señalar que esto no es lo mismo que decir que el colapso va a ocurrir de forma inminente. Tienen que hacer funcionar su modelo durante mucho tiempo (1.700 años) y presionarlo bastante para que se produzca el colapso, así que, suponiendo que tengan razón, la “ruta” aún podría ser larga y podríamos estar a tiempo de cambiarla”.
Watson también subrayó que es importante recordar que los modelos son sólo una predicción, no una realidad.
Watson agregó:
“El sistema real puede ser más, o menos, propenso al colapso de lo que sugiere este modelo. Sin embargo, se trata de un estudio muy útil, porque con un modelo comparativamente realista, el mecanismo del colapso de la AMOC se revela con cierto detalle, y eso permite a los autores sugerir observaciones prácticas que podemos hacer y que ayudarían a predecir si un punto de inflexión está cerca.”
Jonathan Bamber, director del Bristol Glaciology Centre y profesor de la University of Bristol, también destacó que el modelo utiliza escenarios climáticos bastante extremos para crear estas predicciones.
“Lo hicieron imponiendo un enorme forzamiento de agua dulce al Atlántico Norte que es totalmente irreal incluso para el escenario de calentamiento más extremo durante el próximo siglo. Su forzamiento de agua dulce aplicado al Atlántico Norte equivale a 6 cm anuales de aumento del nivel del mar al final del experimento, lo que es más de lo que se observó durante el colapso de la capa de hielo que cubría América del Norte durante la última glaciación.
Es difícil saber hasta qué punto un experimento de este tipo puede utilizarse para inferir un comportamiento robusto en el sistema climático, pero es interesante que sí se observe un colapso en el AMOC, incluso en este caso artificial”.
Queda por saber cuán cerca estamos del punto de inflexión
Lo que aún no está claro, sin embargo, es lo cerca que estamos realmente de este punto de inflexión.
Tim Lenton, director del Global Systems Institute y profesor de la University of Exeter, dijo en un comunicado:
“El estudio demuestra de forma convincente que el AMOC se está acercando a un punto de inflexión gracias a un sólido indicador de alerta temprana basado en datos físicos. Lo que no puede decir (y no dice) es lo cerca que está el punto de inflexión, porque como demuestra que no hay datos suficientes para hacer una estimación estadísticamente fiable de ello”.
Independientemente de cuándo pueda ocurrir, este estudio aporta importantes datos sobre los sistemas climáticos de nuestro planeta y cómo podrían cambiar en el futuro.
Lenton agregó:
“Tenemos que prepararnos para lo peor. Deberíamos invertir en recopilar datos relevantes y mejorar la estimación de lo cerca que está un punto de inflexión, mejorar la evaluación de cuáles serían sus impactos y prepararnos de antemano para saber cómo podríamos gestionar y adaptarnos mejor a esos impactos si empiezan a producirse.”
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Science Advances.
Fuente: iflscience
Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!
0 comentarios