La mayoría hemos estado en algún terremoto o sismo de mediana a alta intensidad; sabemos lo atemorizantes que pueden ser. Pero luego de que pasa el terremoto no siempre viene la calma, vienen las réplicas. En algunas ocasiones estas repeticiones tienen casi la misma o menor intensidad, sin embargo pueden causar mucho daño.
Sabemos que las réplicas son una característica común de los grandes terremotos, y que se presentan generalmente cerca del epicentro.
Ahora, por primera vez, un equipo de investigadores han hallado evidencia de que los terremotos desencadenan eventos sísmicos en el otro lado del mundo, lo que sugiere un llamado «efecto dominó» que puede ser utilizado para predecir catástrofes a futuro.
Un grupo de investigadores de la Oregon State University han analizado aproximadamente medio siglo de datos sobre terremotos acontecidos en varias partes del mundo, y han determinado la sorprendente conclusión de que cuando se producen grandes terremotos, existe una buena probabilidad de que otro terremoto ocurra al otro lado del planeta en los siguientes días.
La mayor parte de los sismos son causados por trozos de la corteza que son triturados al ser empujados y tirados por la rotación gradual de las entrañas fundidas de la Tierra.
En algunas ocasiones, en que la tensión sobrepasa la fricción entre las placas gigantes, se da una liberación repentina de energía que frecuentemente puede causar una cascada de temblores más pequeños a lo largo del límite.
Robert O’Malley, científico agrícola, dijo en un comunicado:
Los terremotos son parte de un ciclo de la acumulación de esfuerzos tectónicos y liberación. Como zonas de falla cerca del final de este ciclo sísmico, puntos de inflexión pueden ser alcanzados y disparo puede ocurrir”.
Las ondas de energía generadas tienen la capacidad de generar una buena sacudida en la superficie circundante, y además existen ondas de presión que resuenan a través del manto. Sin embargo, esto ya se sabía hace mucho tiempo, y se usa frecuentemente en sonares que analizan la estructura interna del planeta.
Durante el año 2004, un terremoto sucedido en Sumatra hizo que el planeta sonara como si se tratara de una campana, causando que toda la corteza se moviera lentamente hacia arriba y abajo hasta un centímetro.
El zumbido habría sido muy lento como para que la gente lo perciba, pero es posible que estas reverberaciones hayan sido lo suficientemente intensas como para inclinar puntos de presión distantes sobre el borde, generando grandes terremotos en todo el mundo.
Aunque hasta ahora no se ha tenido evidencia de un efecto de arrastre considerable, existe mucha especulación. Ahora, los científicos que realizaron este estudio se preguntan si fueron demasiado limitados en su búsqueda.
En esta ocasión han ampliado la ventana de oportunidades para terremotos distantes y potentes de más de 5.0 en la escala de Richter para generar nuevos temblores luego de tres días de un importante movimiento.
Aunque los científicos excluyeron los temblores que podían catalogarse como réplicas, los investigadores identificaron más terremotos de los que podían esperar dentro de un periodo de tres días luego de producidos eventos sísmicos que sobrepasan la escala de 6.0.
Mientras mayor sea el terremoto inicial, mayor será la probabilidad de un seguimiento. Los investigadores no se explican porque este patrón es ausente en la primeras 24 horas, y creen que esto ayudaría a explicar por qué otros estudios no lograron detectar un patrón.
Otro aspecto a tomar en cuenta, es que la mayoría de estos eventos ocurren dentro de los 30 grados del lugar opuesto al otro lado del globo.
O’Malley agregó:
La comprensión de la mecánica de cómo un terremoto podría iniciar otro mientras se separaba ampliamente en la distancia y el tiempo sigue siendo en gran medida especulativo. Pero independientemente de la mecánica específica involucrada, la evidencia muestra que se produce la activación, seguida de un período de reposo y recarga”.
Los científicos creen que este nuevo estudio puede ser simplemente más sensible, aunque el contraste indica que hay mucha investigación por hacer antes de poder estar seguros de que hay un vínculo.
Poder detectar de forma precisa cuándo y dónde ocurrirán los terremotos catastróficos podría salvar muchas vidas, por lo que cualquier estudio que permita esto será muy útil.
El estudio científico ha sido publicado en Nature Scientific Reports.
Una publicación de CodigoOculto.com – Autor: Fernando T. – Todos los derechos reservados.
0 comentarios