En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay un agujero negro supermasivo, con varios millones de veces la masa de nuestro Sol.
Hasta hace poco, los científicos no estaban seguros de cómo estos gigantescos agujeros negros alcanzaban esas ridículas proporciones. En general, los astrónomos asumieron que lo hacían alimentándose de sus dietas cósmicas habituales de estrellas descarriadas y otras cosas espaciales que se acercaban demasiado.
Pero resulta que algunos de estos agujeros negros supermasivos han experimentado brotes repentinos de crecimiento durante los cuales rápidamente absorben grandes cantidades de gases del área circundante, según una nueva investigación publicada este lunes.
Algo nunca antes visto
Tales brotes de crecimiento nunca se han observado antes, y este nuevo descubrimiento podría permitir a los científicos una mejor comprensión de cómo surgieron las galaxias como la nuestra.
La nueva investigación se basa en datos recopilados por científicos de la Tel Aviv University que trabajaron en la All Sky Automated Survey for Supernovae en febrero de 2017. Fue entonces cuando los científicos observaron lo que parecía ser una explosión masiva alrededor de un agujero negro distante.
Originalmente, pensaron que la radiación brillante era el resultado de un evento de disrupción de marea, que es cuando una estrella se acerca demasiado a un agujero negro hambriento y es consumida. Pero este evento fue 50 veces más brillante que un evento típico de disrupción de mareas.
Lair Arcavi, un astrónomo que contribuyó a la investigación, dijo en un comunicado:
Seguimos este evento durante más de un año con telescopios en la Tierra y en el espacio, y lo que vimos no coincidió con lo que habíamos visto antes”.
Burbuja de gas
La investigación muestra que esto no podría haber sido un evento normal de disrupción de marea, ya que duró 14 meses, mucho más tiempo del que necesita un agujero negro masivo para «engullir» una estrella. Más bien, muestra que los agujeros negros supermasivos alcanzan su tamaño gigantesco al participar en periodos de crecimiento rápido a largo plazo durante los cuales aspiran gases de su entorno.
Los científicos de Tel Aviv no están seguros de por qué, exactamente, estos brotes de crecimiento ocurren, pero el trabajo allana el camino para una nueva comprensión del agujero negro supermasivo que dio forma a nuestra galaxia.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Nature Astronomy.
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