El plástico lo ha invadido todo, desde peces hasta incluso la sal que comemos. Nuestro organismo no está acondicionado para descomponer las partículas de plástico, y parece que nuestro ácido estomacal tampoco puede hacerles frente. Ahora, un reciente estudio ha determinado que nuestras heces contienen microplásticos, es decir estamos defecando plástico.

Lo que comes definirá la salud de tu organismo, lamentablemente muchos de los productos que ingerimos están contaminados no solo por sustancias químicas, también por plásticos.

Un equipo de científicos de la Oxford University han realizado un estudio que comprendió a ocho personas dispersas por todo el planeta, quienes registraban todo lo que comían a diario durante una semana. Luego de esto, se regogieron las heces y encontraron 10 diferentes tipos de plástico.

Se hallaron nueve de estos plásticos en una tasa promedio de 10 partículas por cada 10 gramos de heces. El tamaño de los plásticos varió entre 50 y 500 micrómetros, y fueron hallados en los residuos de todos los participantes, a pesar de que ellos no comieron pescado durante el experimento.

Los fragmentos microscópicos de plástico (o microplásticos) son piezas de plástico de menos de 5 mm de diámetro y son un contaminante marino global. Crédito: Current Biology, Wright et al.

La partícula de plástico más encontrada fue el polipropileno, que son usadas en molduras de plástico y pañales. También se halló tereftalato de polietileno (PET), que es más común en las botellas de refrescos.

El Dr. Philipp Schwabl, principal investigador del estudio presentó los resultados en la Conferencia de Gastroenterología denominada UEG Week.

Schwabl dijo en un comunicado:

Este es el primer estudio de este tipo y confirma lo que hemos sospechado durante mucho tiempo, que los plásticos finalmente llegan al intestino humano. De particular preocupación es lo que esto significa para nosotros, y especialmente para los pacientes con enfermedades gastrointestinales”.

Lamentablemente, los microplásticos se almacenan en el intestino y no en nuestros estómagos. Esto causaría muchas más secuelas negativas al organismo. Pero esto no es lo peor, Schwabl plantea una perspectiva aún más aterradora.

Las partículas microplásticas más pequeñas son capaces de ingresar al torrente sanguíneo, al sistema linfático e incluso pueden llegar al hígado. Ahora que tenemos la primera evidencia de microplásticos dentro de los humanos, necesitamos más investigación para comprender qué significa esto para la salud humana”.

No solo estamos acabando con la naturaleza y el planeta, estamos atentando contra nosotros mismos, sin saberlo.

El estudio científico ha sido publicado en este ENLACE.

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