El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha argumentado que los incendios fueron causados por las altas temperaturas en la Amazonía, sin embargo muchos sectores, incluidos expertos, no están de acuerdo. La causa de los incesantes incendios es el estrecho vínculo entre los grupos que buscan tierras para cultivar o ganadería y las laxas políticas de Bolsonaro para hacer frente a esto.
Aunque Bolsonaro trate de cambiar discursos o evadir responsabilidades, los números hablan: los datos muestran que la deforestación ha aumentado durante su régimen. Solo basta ver que la tasa de deforestación de junio 2019 fue 88 % más alta a la tasa de junio 2018. Además, la deforestación se disparó un 278 % en julio de 2019 en comparación con julio de 2018.
Entre la tragedia y los reclamos de todo el mundo señalándolo, Jair Bolsonaro apareció este viernes en televisión nacional expresando su «profundo amor» por la Amazonía y anunciado que su gobierno tiene «tolerancia cero» ante los delitos ambientales.
Claro está que la presión internacional influyó sobre el mandatario, obligándolo a alterar la senda seguida anteriormente. Sin embargo, el historial que lo respalda no podrá ser ocultado y menos aún toda la responsabilidad ante el incidente letal del que la Amazonía fue víctima.
Luego de esto, Bolsonaro se comprometió a enviar a las fuerzas armadas a combatir los incendios, en un intento demasiado tardío por remediar lo que sus políticas causaron.
Cifras alarmantes
Y digo demasiado tarde debido a que, al día 24 de agosto el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), que utiliza imágenes de la NASA, informó que 41.858 incendios vienen ocurriendo en la Amazonía.
Para agravar la situación, los incendios han generado «ríos de humo» en el sur de Brasil (semana pasada). El humo ahora ha llegado hasta Argentina y recientemente a Uruguay. Y el problema que se desprende de esto es alarmante: expertos han informado que se están reportando males respiratorios entre niños y ancianos, principalmente en la localidad de Porto Velho (Brasil).
El impacto del humo generado por los incendios va más allá de Brasil y los países fronterizos, debido a que la cantidad de monóxido de carbono lanzada a la atmósfera ha sido enorme, e intensificará la crisis climática a nivel global.
Fuego para deforestar
A pesar de lo ya perdido, la deforestación parece continuar, siendo los principales causantes las personas que buscan despejar árboles de los terrenos para obtener tierras aptas para la agricultura y la ganadería.
Ane Alencar, directora de ciencias del Instituto de Pesquisa Ambiental da Amazônia (IPAM), dijo:
Lo que sucede es que la gente corta la vegetación y la quema”.
Esta ha sido la práctica empleada para despejar los terrenos, y se ha venido realizando a pequeña escala en tierras de cultivo por lo que el daño no era menor o imperceptible. Sin embargo, en los últimos años las tasas de deforestación han aumentado a un ritmo muy alto.
Los acaparadores de tierras, alentados por las políticas de Bolsonaro, han quemado terrenos de la Amazonía para deshacerse de los árboles y luego vender esas tierras a agricultores o ganaderos. La gestión de Bolsonaro ha quitado poder a las agencias ambientales, que ahora carecen de presupuesto para combatir incendios, y no tienen la autoridad para arrestar a los causantes.
La agroindustria continúa su paso mortal entre la Amazonía sin que el gobierno realice acciones para detenerlo. Una fotografía tomada en el río Jamanxim muestra un puente de madera en construcción, y realizado por madereros ilegales que buscan llegar a nuevas tierras amazónicas, sin que el gobierno lo detenga.
Las últimas posturas condescendientes de Bolsonaro han dado esperanzas a algunos, sin embargo las tribus amazónicas y las personas que han seguido su actuar en meses pasados, no creen que el presidente de Brasil cambie sus políticas de manera definitiva.
Ahora, entre la estación seca que atraviesa Brasil y la poca o nula acción en contra de los «depredadores» de la selva, la Amazonía continúa en llamas y no parece que vaya a detenerse pronto.
Referencias: Mongabay / Gestion.pe
Por Fernando T. para CodigoOculto.com
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