Se suele creer que la inspiración para el argumento de la primera película de “Indiana Jones, En Busca del Arca Perdida“, podría haber tenido como inspiración al personaje de Otto Rahn. A pesar de que esta información nunca se confirmó, algunos sugieren que las similitudes entre la historia de Rahn con la búsqueda del supuesto tesoro de cátaros es demasiado obvia.

Sin embargo, es interesante destacar que Otto era un verdadero experto en el Santo Grial, el objeto que desencadenó toda la historia de la tercera entrega de la saga cinematográfica de Indiana Jones.

Pero ¿Quién fue este sujeto y por qué su historia fue tan interesante e importante para los nazis?

La historia de Otto Rahn

Otto Wilhelm Rahn se hizo conocido por su estrecha colaboración con el régimen de Hitler, especialmente en el ámbito de la fascinación nazi por lo esotérico y la historia como parte de su ideología cultural.

Otto Rahn en una fotografía de fecha desconocida. Crédito de imagen: Wikimedia Commons

Dicha inclinación se materializó a través de la creación de una sociedad llamada Ahnenerbe, que formaba parte de las SS y heredaba la tradición de la Sociedad Thule. Esta organización se dedicaba a los estudios ocultistas y folklóricos para explicar el origen de la supuesta raza aria. Este contexto völkisch inevitablemente influyó en la vida de Rahn, nacido en 1904 en Michelstadt, Alemania, en una familia de clase media.

A pesar de que Rahn estudió Derecho entre 1922 y 1926, siguiendo los deseos de su padre, juez en Maguncia, su verdadera pasión residía en la historia y filología germánica. Durante su estancia en la Universidad de Giessen, comenzó a especializarse en la herejía albigense, bajo la influencia de su profesor de religión, quien también era catedrático de Historia.

El catarismo es un movimiento ascético y gnóstico con influencias maniqueístas, el capturó la atención de Rahn, convirtiéndose en el tema central de sus estudios.

Este interés en la herejía albigense fue el punto culminante de una evasión mental que Rahn había iniciado durante su infancia, marcada por la lectura de leyendas y mitologías para escapar de los horrores de la Primera Guerra Mundial. La leyenda de Parsifal, en particular, capturó su imaginación, y durante un viaje al sur de Francia en 1929, investigó los albigenses in situ, alcanzando a instalarse en Lavelanet, el corazón de Languedoc.

La búsqueda del Santo Grial

Emblema de la Sociedad Thule junto a una representación del Santo Grial. Crédito de imagen: Wikimedia Commons / DALL-E

En este lugar, la herejía había tenido una presencia importante y, junto al historiador francés Antonn Gadal, Rahn exploró la conexión entre Parsifal y los cátaros, sugiriendo que esta secta representaba una forma evolucionada de druidismo, vinculada al Santo Grial.

Rahn supuso que este objeto tan importante en la época medieval, pero que nunca se encontró, podría seguir enterrado en las ruinas de Montsegur, la villa amurallada que fungió como última resistencia de los cátaros. La leyenda decía que guardaban un gran tesoro que tenía una “piedra caída del cielo”, que Rahn identificó como el Grial, oculto en un castillo en Montsalvat. El hecho de que estuviera ubicada en lo alto de un castillo del monte Pog era otro elemento que concordaba con su rebuscada teoría, donde creía que habían dos griales diferentes: el cáliz y una estela.

Después de publicar dos libros exitosos fruto de sus investigaciones en 1933 y 1937, Rahn llamó la atención de Heinrich Himmler, quien le invitó a unirse a las SS y encargarse de la búsqueda del Santo Grial. A pesar de su desdén personal por el nazismo y sus problemas para cumplir con los requisitos de los SS, Rahn se unió a la organización en 1936. Sin embargo, su participación estuvo marcada por la paradoja, ya que no compartía la ideología y se sentía ajeno a la organización.

Su estancia en la SS

Otto Rahn con el uniforme de la SS. Crédito de imagen: Wikimedia Commons

A medida que continuaba su búsqueda del Grial en expediciones arqueológicas por Europa, las expectativas no se cumplieron, y en 1937, tras incidentes de conducta deshonrosa y rumores sobre su homosexualidad y antecedentes judíos, Rahn fue degradado y enviado a Dachau. Su experiencia en el campo de concentración contribuyó a su aversión al nazismo, llevándolo a renunciar a las SS en 1939 y buscar una vida discreta dedicada a la investigación.

A pesar de solicitar retirarse al Languedoc, la Gestapo comenzó a interesarse en Rahn debido a rumores y antecedentes. Ante la presión, Rahn optó por abandonar Alemania en marzo de 1939. Desapareció durante dos semanas y fue encontrado muerto, congelado, en la ladera de la montaña Wilden Kaiser en los Alpes austríacos.

Las circunstancias de su muerte, cercanas a la caída de la fortaleza de Montsegur y su posible imitación de un ritual cátaro llamado “endura”, han llevado a especulaciones sobre la naturaleza mística de su fallecimiento.

La vida de Otto Rahn, marcada por su búsqueda del Santo Grial en medio de la ideología nazi y la influencia de la herejía albigense, es una historia que une la mitología y esoterismo. Su muerte en circunstancias misteriosas agrega más enigma e imaginario a su vida, lo cual sigue fascinando a los investigadores.

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