Aunque suene un poco complicado y en un plazo bastante corto, para un futurólogo e informático la inmortalidad humana será posible en 2030.
El informático y futurólogo Ray Kurzweil ha fijado unos plazos muy concretos para cuando la humanidad alcance la inmortalidad y la inteligencia artificial (IA) llegue a la singularidad. La buena noticia, si se cumplen sus predicciones, es que sólo hay que esperar a los próximos siete años para tener la oportunidad de vivir para siempre.
Kurzweil tiene un historial razonable de predicciones sobre tecnología: en 1990 predijo correctamente que un ordenador ganaría a los campeones mundiales de ajedrez en el año 2000, el auge de los ordenadores portátiles y los teléfonos inteligentes, el cambio a una tecnología más inalámbrica y la explosión de Internet antes de que fuera obvio para todo el mundo.
En 2010, incluso revisó sus propias predicciones de 20 años antes para ver cómo iban. En el artículo, afirma que de las 147 predicciones que hizo en 1990 sobre los años previos a 2010, 115 resultaron ser “totalmente correctas”, mientras que otras 12 fueron esencialmente correctas y sólo 3 fueron totalmente erróneas.
Por supuesto, se equivoca en algunas cosas, como al predecir que los coches autoconducidos estarían en uso en 2009.
Predicciones de Kurzweil
Kurzweil tiene un historial razonable de predicciones sobre tecnología: en 1990 predijo correctamente que un ordenador ganaría a los campeones mundiales de ajedrez en el año 2000, el auge de los ordenadores portátiles y los teléfonos inteligentes, el cambio a una tecnología más inalámbrica y la previsión de la explosión de Internet antes de que fuera evidente para todo el mundo.
En 2010, incluso revisó sus propias predicciones de 20 años antes para ver cómo iban. En el artículo, afirma que de las 147 predicciones que hizo en 1990 sobre los años previos a 2010, 115 resultaron ser “totalmente correctas”, mientras que otras 12 fueron esencialmente correctas y sólo 3 fueron totalmente erróneas.
Por supuesto, se equivoca en algunas cosas, como al predecir que los coches autoconducidos estarían en uso en 2009.
Así que, aunque las afirmaciones sobre la inmortalidad son atrevidas (y, admitámoslo, probablemente erróneas), al menos no deberían descartarse sin más. Kurzweil lleva tiempo haciendo predicciones audaces como ésta, y se ha ceñido notablemente a las fechas que fijó inicialmente.
Kurzweil dijo a Futurism en 2017:
“2029 es la fecha consistente que he predicho para cuando una IA pasará una prueba de Turing válida y, por lo tanto, alcanzará niveles humanos de inteligencia.
He fijado la fecha de 2045 para la ‘Singularidad’, que es cuando multiplicaremos por mil millones nuestra inteligencia efectiva al fusionarnos con la inteligencia que hemos creado”.
¿Inmortales para el año 2030?
En cuanto a la inmortalidad, Kurzweil cree que para el año 2030 seremos capaces de “avanzar la esperanza de vida humana” en “más de un año cada año”. Una parte de este avance -en sí mismo un avance hacia la singularidad 15 años después- verá cómo los nanobots fluyen por nuestro torrente sanguíneo, realizan reparaciones y conectan nuestro cerebro a la nube. Cuando esto ocurra, podremos enviar vídeos (o correos electrónicos, si quieres pensar en los aspectos más aburridos de ser un maldito cyborg) directamente desde nuestros cerebros, así como hacer copias de seguridad de nuestros recuerdos.
Para Kurzweil, la singularidad no es algo que haya que temer, sino algo que mejorará a los humanos, convirtiéndonos finalmente en “dioses”.
Kurzweil dijo en 2015:
“Vamos a ser más divertidos. Vamos a ser más sexys. Vamos a ser mejores expresando sentimientos amorosos.
Si quiero acceder a 10.000 ordenadores durante dos segundos puedo hacerlo de forma inalámbrica, y [mi potencia de cálculo] se multiplica en la nube diez mil veces. Eso es lo que vamos a hacer con nuestro neocórtex.
Así que voy caminando y veo venir a Larry Page, y más me vale pensar en algo inteligente que decir, pero 300 millones de módulos en mi neocórtex no van a bastar. Necesito mil millones para dos segundos. Podré acceder a eso en la nube, igual que hoy puedo multiplicar por miles la inteligencia de mi smartphone”.
Los nanobots se han utilizado para administrar cargas útiles de fármacos en tumores cerebrales, pero sin avances significativos en los próximos años es difícil ver cómo podríamos llegar a ese punto en siete años. Las interfaces cerebro-ordenador han avanzado mucho: los pacientes paralíticos pueden deletrear frases con la mente y los monos pueden (por fin) jugar al Pong.
Sin embargo, estamos muy lejos del futuro descrito por Kurzweil, en el que las interacciones entre el ser humano y la inteligencia artificial se producirán en gran medida a la antigua usanza. Sólo el tiempo dirá si está en lo cierto. Afortunadamente, según sus predicciones, tiempo no nos va a faltar.
Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.
Ojo al piojo:
También creo que sea posible que el humano se fusione con la tecnología para repotencias ciertas características: aumentar la inteligencia, la velocidad de procesamiento, realizar tarea antes imposibles e incluso para reemplazar órganos dañados. Pero que esto ocurra en 2030, creo que muy improbable. Quizá hagan faltan varias décadas más, para que ocurra. Fernando T.
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Crédito imagen de portada: depositphotos.com
La vida es triste y amargaa