En 1976, Zecharia Sitchin publicó El Doceavo Planeta. Aunque el trabajo gozó cierta repercusión en algunos círculos del misterio, no fue hasta el arribo de Internet casi veinte años después cuando el libro se convirtiera en un suceso impensado.
Gran parte del éxito se debió a la inclusión de unos extraños alienígenas, los Anunnakis, y que según declarara Sitchin, visitaran la tierra en el pasado remoto llegados desde Niburu, un planeta oculto dentro de nuestro sistema solar. Sitchin, quién hasta entonces cultivaba un perfil bajo, vio de pronto su popularidad desbordada, convertido en una celebridad instantánea, y cuyas ideas fueran rápidamente aclamadas por grupos disconformes con la historia oficial.
Sintiéndose portavoz de nuevas revelaciones, Sitchin continuó ajustando cuentas con el pasado, dando continuidad a una saga sobre los Anunnakis y sus aventuras en la tierra, narrativa que hasta el fin de sus días lo mantuvo activo.
Resistido por los círculos académicos más importantes, quienes observaron su trabajo como producto de una distorsión histórica, y no obstante su controversial narrativa, Zecharia Sitchin aún sigue cautivando a un público cada vez más extendido. Propongo el lector me acompañe a un recorrido por su fascinante vida.
Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.
Zecharia Sitchin – Breve biografía de una incorrección
“Una vez que me di cuenta de que esta era la respuesta, que hay un planeta más, todo lo demás encajó en su lugar. El significado de la epopeya mesopotámica de la creación en el que se basan los primeros capítulos de Génesis, y todos los detalles que viajaron desde su planeta a la Tierra y cómo amerizaron en el Golfo Pérsico, y sobre su primer asentamiento, sus líderes, etc., ¡todo quedó claro”. Extractos de una entrevista realizada a Zecharia Sitchin por el sitio Connecting Link durante 1993.
Zecharia Sitchin vino al mundo en 1920 nativo de Bakú. capital de Azerbaiyán, actual Rusia, aunque su crianza transcurrió en Palestina, durante el protectorado británico. Allí se dice empezó a familiarizar con el estudio de la Biblia y las primeras nociones del hebreo, así como su integración en algunas excavaciones arqueológicas. Cuando cumplió diecisiete años Sitchin decide trasladarse a Inglaterra con el fin de iniciar estudios sobre Historia Económica, graduándose mas tarde en el prestigioso London School of Economics.
Antes de lanzarse a la arena pública Sitchin trabajó como oficinista municipal en Tel Aviv, y durante la Segunda Guerra Mundial sirvió para el Comando Aliado en Jerusalén. Seguirían trabajos como editor y periodista en Israel, hasta que en 1950 Sitchin decide emigrar a los Estados Unidos. Instalado en la ciudad de los rascacielos, Sitchin se involucraría en el campo naval destacando como ejecutivo. Un esposa y dos hijos son el resultado de esta feliz etapa.
Hasta aquí nada hace sospechar estemos ante un autor que casi veinte años después, eleve la temperatura mercurial con su controvertido aporte sobre los Anunnakis. Incluso, en las pocas entrevistas concedidas por Sitchin, un cierto velo parece cubrir ciertas huellas, especialmente en lo referido a su conversión como feroz opositor de la historia oficial, así como eximio traductor de lenguas muertas.
Es como si ese impactante ascenso mediático buscara ser silenciado. Tan solo una pista vaga repetida hasta la saciedad, y entregada por el propio Sitchin a sus atribulados interlocutores, señalan el origen de esa disconformidad, iniciada en sus primeros años escolares.
En una entrevista que le fuera realizada por el desaparecido canal Infinito, al ser interrogado sobre su interés en las antiguas tablillas mesopotámicas, Sitchin devela:
“Esto se remonta a mis días de escuela. Estábamos estudiando la Biblia (Antiguo Testamento) en su idioma original, el hebreo; llegamos al capítulo 6 de Génesis, la historia del Diluvio. El capítulo comienza con varios versos crípticos, diciéndonos que en el tiempo justo antes del Diluvio, “había gigantes en la tierra”, y se casaron con las Hijas del Hombre y tuvieron hijos con ellas. Y levanté la mano y le pregunté al maestro: ¿por qué dices “gigantes” cuando la palabra en la Biblia es Nephilim, que significa “los que descendieron”, y no “gigantes”? En lugar de felicitarme por mi conocimiento del hebreo, me regañó. ¡No cuestiones la Biblia! Y eso realmente me dolió y me dejó preguntándome quiénes eran los Nephilim y por qué se llamaban así”.
Consultada otra entrevista del 2010, Origen de las especies, desde una mirada extraterrestre, realizada por The New York Times, el prestigioso periódico atribuye a Sitchin conocimientos en hebreo antiguo, acadio, y sumerio que al parecer datan de sus años formativos. Pero a pesar de estas reticencias académicas, Sitchin, según narra el ufólogo chileno, José Antonio Huneeus, quién lo frecuentara en la década de los ochenta, fue un miembro activo de la Sociedad de Exploración de Israel, la Sociedad Oriental Estadounidense y la Asociación de Estudios de Medio Oriente de América del Norte. El enfrentamiento entre Sitchin y el sistema educativo religioso, que reclamara represivo en sus formas, y poco abierto a la discusión, va a detonar en el sabio ruso cuestionamientos sobre los orígenes del hombre. A Sitchin le tomará treinta años masticar su venganza. No decepcionará. Veamos.
El Doceavo Planeta. Sumeria y las Crónicas de la Tierra
“En la década de 1970, el interés de toda la vida de Sitchin en la arqueología del Medio Oriente culminó en un libro, The 12th Planet, publicado en 1976. Apareció en el apogeo de la controversia sobre los antiguos astronautas que había sido generada por las afirmaciones de Erich von Däniken de que había descubierto evidencia de la presencia de ovnis y extraterrestres en los artefactos de varias culturas antiguas. Sitchin, a partir de su conocimiento de las lenguas antiguas, propuso una nueva opción sobre la historia antigua y elevó el debate a un nuevo nivel”. Alan Alford. Dioses del nuevo milenio, 1998.
Fue en 1976 cuando Zecharia Sitchin presentó al mundo El Doceavo Planeta resultado de casi treinta años de investigación. Aquel es un año especial, donde la divulgación de la llamada Pseudociencia como despectivamente se refiere a temas que escapan del rígido academicismo imperante, vive su época más productiva. Durante esa época cientos de obras son lanzadas diariamente al mercado, con ventas astronómicas, mostrando una avidez por parte de los lectores que parece no tener fin. Entre la multitud de autores que conducen aquella movida, el nombre de Erich von Däniken es de los más requeridos, con una ascendencia cada vez mayor ante un público fascinando por su audacia. Y es que Däniken pregona a quién quiera escucharlo, fuimos colonizados por extraterrestres en el pasado remoto, erigido como representante de una corriente llamada la de los Antiguos Astronautas, en creciente alza. Mientras tanto, en la presidencia de los Estados Unidos aterriza el demócrata Jimmy Carter, declarado seguidor de los ovnis, y que promete en campaña ayudar a su desclasificación. Curiosamente durante ese mismo año, un incidente producido en Teherán, donde un ovni es acusado de interceptar un avión norteamericano de última generación, parece presagiar el escenario que pronto abordará Zecharia Sitchin acompañado por su tesis incendiaria.
Cuando Sitchin presenta El Doceavo Planeta en 1976, está lejos de imaginar su éxito posterior con más de cuarenta y cinco reimpresiones. Publicado por Stein and Day el libro dotado de tapa dura, recibe en aquel entonces poca atención pasando un tanto desapercibido, quizás porque su escritura resultaba cargada de profunda erudición. Esta cualidad marca una diferencia en cuanto a sus competidores del género, más proclives a empatizar con el lector.
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Y sin embargo, las creencias de Sitchin subscriben a una idea ya citada por otros autores, sobre visitas extraterrestres en nuestro pasado remoto, siendo ideas comunicadas desde un modo más explícito. Una breve síntesis del Doceavo Planeta informa los sumerios estaban muy avanzados en el campo astronómico, según deduce Sitchin, tras sus interpretaciones de viejas tablillas cuneiformes. En esas lecturas Sitchin descubre nuestro sistema solar era muy diferente al actual, donde un astro ya desaparecido llamado Tiamat, se encontraba residiendo entre las órbitas de Marte y Júpiter, y que resultara destruido tras colisionar con un planeta errante aún no detectado, el misterioso Niburu.
Sitchin también explica que en Niburu habitaba una avanzada civilización, ocupada por seres gigantes. Se trata de los Anunnakis. Un deterioro ambiental lanzó a los Anunnakis a la Tierra, quiénes habían descubierto, echando partículas de oro en su atmósfera, ayudaban a su regeneración. Enormes reservas del preciado metal fueron localizadas en Medio Oriente. Aquello fue el inicio de nuestros propios orígenes, siendo el primigenio homo sapiens, una creación personal de los Anunnakis, resultado del intercambio genético. Desinteligencias posteriores generaron el Diluvio, aunque la Tierra no se extinguió, y los Anunnakis continuaron gobernando la tierra.
Finalmente decidieron su regreso a Niburu. Todo habría sucedido hace eones de tiempo. Tal la síntesis de lo expuesto por Sitchin. Para elaborar esta narrativa, Sitchin evoca como influencia decisiva, no solo la lectura del Antiguo Testamento bíblico (que el escritor supone contenido, basado en relatos sumerios anteriores), sino también, de otro texto más antiguo el Enûma Elish, célebre epopeya babilónica donde se retrata el origen de la creación.
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Quizás, porque en su momento El Doceavo Planeta debió competir con mucho material similar de la época, gozó entonces de un moderado impacto. Veinte años después, como consecuencia de nuevas ediciones, y la llegada de Internet, su historia resultó bien distinta. Aun así, tanta fama no escapó a la crítica, y el libro fue acusado de tergiversar los textos antiguos, entre otras lindezas.
Anunnakis. ¿Antiguos mensajeros divinos?
La introducción del término Anunnakis, traducido como “Aquellos que vinieron del cielo a la Tierra”, según expresa Sitchin, fue saludado por sus seguidores como uno de los aportes más significativos, y que echa luz al pasado histórico del hombre.
Otros estudiosos en cambio, interpretan los Anunnakis no son más que una invención de Sitchin. No obstante, en antiguos textos acadios y sumerios, Anu fue adorado como la principal deidad del cielo. Pero Sitchin también alegó, los Anunnakis estaban lejos de ser un concepto nuevo y muchas veces equivocado, ya que dentro del Génesis bíblico estos seres aparecían mencionado como los Elohim (los hijos de Dios). Uno de los planes de Sitchin, según revelara a su amigo el reconocido conspiranoico Jordan Maxwell, era una reescritura total de la Biblia, basada en sus propias interpretaciones, proyecto ahora inconcluso, debido a su fallecimiento en 2010.
Sitchin y el misterio de Yahveh
Mientras llevaba a cabo mi estudio de Sitchin, me encontré con una referencia muy intrigante acerca de Yahveh, el discutido Dios bíblico, y que tanta controversia despierta entre los conspiranoicos. Al ser interrogado Sitchin sobre su verdadera realidad, el escritor propone una vuelta sorprendente para su decodificación, ya que como sabemos Yahveh significa citando el hebreo, “Yo soy quién soy”. Sitchin, sin embargo, en oposición a esta lectura reclama, “Puedo ser quién yo elija ser”. ¿Nos está queriendo decir Sitchin, Yahveh revela existencia de un dios cambiante, o mejor dicho metamórfico?
El problema de los IFO (Objetos Voladores Identificados)
Para los adherentes de la corriente Antiguos Astronautas, el fenómeno ovni parece incomodar. Aunque la defensa sobre visitas alienígenas en el pasado es un concepto sin discusión entre sus seguidores, cuando el debate se traslada al presente el asunto toma otro cariz. Zecharia Sitchin no fue la acepción a la regla. Consultado en ciertas entrevistas sobre su posición en tema, se refirió a los ovnis en el pasado como un fenómeno indiscutido, y dijo que los IFO, (Objetos Voladores Identificados), eran algo común en la antigüedad, donde nadie tenía dudas acerca de su presencia. En cuanto al análisis de los avistamientos actuales, Sitchin siguió invocando a los Anunnakis con factor en las sombras, aunque sin aportar demasiada evidencia. Y también dijo, y atención, desconfiaba del término extraterrestre. Hasta aquí.
Conclusión
Como muchos otros lectores fui seducida por Zecharia Sitchin a mediados de los noventa, sobre todo porque El Doceavo Planeta discutido o no, es una de las obras más importante en su área y dueño de un impacto difícil de ignorar. No quiere decir esto su reescritura del pasado me convenza del todo, pero, independiente de mis propias dudas, su trabajo merece seguir ateniéndose. El tiempo dirá si tuvo razón o no. Continuará.
Curiosidad
En 2005 se anunció rodaje de una trilogía basada en saga de Sitchin anunciada como Anunnakis, sin embargo, el proyecto quedó suspendido, envuelto en un sinfín de rumores. Películas como Campo de Batalla: la Tierra, (2000), Into Darkness. Stark Trek, 2013), y Alien: Covenant, (2017), rinden homenaje a las ideas plasmadas por Sitchin. Otro fin homónimo llamado también Anunnakis, fue estrenado en 2018, y cuyo argumento bebé también de Sitchin.
Un artículo escrito por: Débora Goldstern; colaboradora de CódigoOculto.com
Bibliografía
Libros:
- El 12º Planeta. (1976). New York: Harper.
- La Escalera al Cielo (1980). New York: Avon Books.
- La Guerra de los Dioses y los Hombres (1985). New York: Avon Books.
- Los Reinos Perdidos. (2002). Barcelona: Obelisco.
- Al Principio de los Tiempos. (2002). Barcelona: Obelisco.
- El Código Cósmico. (2003). Barcelona: Obelisco
- El Final de los Tiempos. (2007). Barcelona: Obelisco.
- El Génesis Revisado, 2006, Ediciones Obelisco.
- Encuentros Divinos, 2006, Ediciones Obelisco.
- El Libro Perdido de Enki. (2003). Barcelona: Obelisco.
- Las expediciones de Las Crónicas de la Tierra. (2006). Barcelona: Obelisco.
- Viajes al Pasado Mítico. (2010). Barcelona: Obelisco.
- Hubo Gigantes en la Tierra. (2010). Barcelona: Obelisco
- The King Who Refused to Die: The Anunnaki and The Search for Immortality (2013). New York. Bear & Company.
Sitios web:
- APO
Aparicio, Luis. Entrevista con Zecharia Sitchin.
‘https://www.apovni.org/entrevista-com-zecharia-sitchin/ - Axis Mundi
Martini, Mateo. No es terrestre (y no pretende serlo).
‘https://axismundi.blog/es/2018/05/29/no-es-terrestre-y-no-pretende-serlo/ - Nasdat
Rouse, Robert K. Entrevista a Zecharia Sitchin.
‘https://nasdat.com/?p=3413 - Centinela 66
Zecharia Sitchin. No estamos solos en nuestro sistema solar.
‘https://centinela66.org/2012/12/zecharia-sitchin-no-estamos-solos-en-nuestro-sistema-solar/ - Conciencia Fractal
Paleocontacto Extraterrestre: Entrevista a Zecharia Sitchin.
‘https://concienciafractal.wordpress.com/2008/11/26/paleocontacto-extraterrestre-entrevista-a-zecharia-sitchin/ - Solo en el Universo
El último deseo del Dr. Zecharia Sitchin.
‘http://www.soloseneluniverso.com.ar/wp/arqueologia/el-ultimo-deseo-del-dr-zecharia-sitchin - El Ojo Crítico
Aubeck, Chris. Zecharia Sitchin., Niburu y los Anunnakis: Una reflexión crítica.
‘http://elojocritico.info/zecharia-sitchin-nibiru-y-los-anunaki-una-reflexion-critica/ - Jason Colovito
El mundo de Zecharia Sitchin.
‘https://jcolavito.tripod.com/lostcivilizations/id14.html - Open Minds TV
Huneeus, Antonio. Entrevista con Zecharia Sitchin.
‘https://www.openminds.tv/1996-interview-sitchin
Huneeus, Antonio. Fallece Zecharia Sitchin, uno de los gigantes del Paleocontacto.
‘https://www.openminds.tv/zecharia-sitchin-passes-530/6242 - The New York Times
Kilgannon, P. Origen de las especies, desde una mirada extraterrestre.
‘https://www.nytimes.com/2010/01/10/nyregion/10alone.html
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