Muchas personas al escuchar el nombre, “Valle de la Muerte”, pueden pensar que es un sitio escalofriante, pero en esta ocasión el nombre no es lo que parece. Este es un lugar bastante extraño, y por un tiempo fue un completo misterio lo que sucedía aquí, pero parece que los científicos tienen la respuesta.
Ubicación y datos interesantes sobre el Valle de la Muerte
Este misterioso destino se encuentra en California, al sureste de la ciudad, es un valle específicamente ubicado en el desierto de Mojave. Está en la zona límite del desierto de la Gran Cuenca. Pero también se extiende al sureste de Utah, al noreste de Arizona y al sur de Nevada.
Valle de la Muerte. Crédito: Carlos Galisteo / Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)
En ocasiones el clima en el Valle de la Muerte puede variar, su nombre se debe a que es uno de los sitios más calurosos de Norteamérica. Incluso, tiene un récord por haber registrado la temperatura más alta de todo el mundo, de 58.1 grados Celsius.
El paisaje más caluroso donde el misterio abunda
El panorama árido y el extremo calor que hay en el desierto, sin duda alguna, no es el mayor atractivo del Valle de la Muerte. Hace algunos años, existía una “leyenda” que decía que en este lugar “las rocas caminaban o se movían” sin ningún motivo aparente.
Los científicos estuvieron investigando si esto era verdad, así que empezaron a observar las piedras de manera remota. Cuando corroboraron el fenómeno quedaron muy sorprendidos y con muchas incógnitas al respecto. Así que realizaron muchos más estudios para saber por qué en este lugar las piedras se movían solas.
El lugar más enigmático del mundo
Desde que las personas se dieron cuenta de que en el Valle de la Muerte las piedras “caminaban” solas, empezaron las especulaciones, hipótesis y leyendas. Se creía incluso, que este fenómeno se debía a que, en el lugar había vientos huracanados.
Dos piedras que se deslizaron. Crédito: Daniel Mayer / Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)
Otros decían que las piedras eran movidas por magnetismo o terremotos que ocurrían a diario, algunas rocas pueden llegar a pesar hasta 320 kilogramos. Sin embargo, estas solo eran conjeturas, después de un tiempo los científicos hicieron sus investigaciones y encontraron una explicación al fenómeno.
Explicación científica
Los expertos procedieron a instalar una estación meteorológica que sería capaz de medir la velocidad y frecuencia de las ráfagas. También montaron unidades de GPS para detectar movimiento en el lugar. Uno de los científicos a cargo mencionó que pensó que este sería el trabajo más aburrido que había tenido.
Los estudiosos debían esperar que algo sucediera, la investigación empezó en el año 2011 y en diciembre del año 2013 ya habían obtenido resultados increíbles. Los científicos dijeron que estaban realmente sorprendidos, porque creyeron que debían esperar unos diez años o más para poder descubrir qué era lo que ocurría.
¿Qué sucede realmente en el Valle de la Muerte”?
Una de las piedras que “caminan solas” en el Valle de la Muerte. Crédito: Jon Sullivan / Wikimedia Commons (Public domain)
Una revista científica y académica llamada PLOS ONE ha publicado estudios de varios científicos donde se le da respuesta a este misterioso movimiento de las piedras. Explicaron que el proceso inicia cuando llueve, en ese momento empieza a formarse una capa de agua encima del terreno seco.
El agua se empoza y se forma un pequeño lago en el que se reposan las piedras. Cuando anochece, el agua se convierte en una pequeña capa de hielo de manera progresiva, de aproximadamente 3 a 5 milímetros de grosor. Por lo tanto, las bases de las rocas quedan estancadas.
El proceso de derretimiento
Cuando sale el sol de la mañana, el hielo empieza a fracturarse y derretirse. Finalmente, aparecen las placas de hielo, que, junto con el viento, son las encargadas de que este fenómeno ocurra. ¿De qué manera? La superficie se vuelve mucho más resbaladiza.
Piedra “viajera”. Crédito: Trialsanderrors / Wikimedia Commons (CC BY 2.0)
Por lo tanto, las condiciones se prestan para que las piedras puedan empezar a moverse, incluso, algunas rocas recorren hasta 5 metros en un minuto. La trayectoria puede variar, todo depende de que tanta agua haya al anochecer, de la dirección del viento y su velocidad.
Por último, las piedras dejan marcas de todo tipo y direcciones de su recorrido en todo el terreno árido. Incluso, una de las rocas más sorprendentes viajó 60 metros sin parar, por supuesto para lograr esto debió tener condiciones específicas.
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