El Sigiriya o Lion rock es un popular monolito que fue descubierto en el año 1831. Su altura es sorprendente, ya que alcanza los 180 metros de altura. Además, esta fortaleza rocosa está localizada al norte de Matale y ha causado curiosidad a miles de personas durante mucho tiempo.

Características descubiertas del Sigiriya o Lion Rock

David Childress mencionó que este gran monumento fue conseguido por un líder del ejército británico. Se encontró una enorme roca natural que integra una escalera extensa en uno de sus costados hasta la cima. Y lo más asombroso era el palacio que estaba construido en la parte superior.

En general, es un área muy aislada que se eleva de forma vertical. Por otra parte, el autor de The Cygnus Mystery comenta que este colosal monolito pudo ser un templo budista. Incluso, añade que quizás era usado en el primer milenio, antes de Cristo y que en el año 500 d.C comenzó a ser útil para el Rey.

El misterioso y colosal monolito rocoso

En esta roca gigante se pueden observar jardines, algunos edificios y megalitos. También hay varias cuevas y en su interior se construyeron murales. Todo esto indica que el Rey podía considerar que esta propiedad era prácticamente un palacio.

Vista aérea de la roca de Sigiriya. (Wikimedia Commons)

Los murales en el interior de las cuevas

Los murales que se crearon en las cuevas presentan retratos o dibujos de mujeres. Dichas pinturas eran consideradas por los eruditos como niñas que servían al rey en la corte. Sin embargo, hay quienes afirman que dichas imágenes representan personajes religiosos.

Otros astronautas teóricos antiguos mencionan que algunos dibujos confirman una evidencia de contacto extraterrestre del pasado. Como vemos las opiniones y creencias son variadas y distan unas de otras.

Creencias sobre el origen de sigiriya

El autor de Aliens from the Past, Giorgio Tsoukalos comentó que se observan pinturas fascinantes en el exterior. Algunas de ellas son personas celestiales entre las nubes y, a la vez, flotando en el aire.

Debido a todo esto, alguien podría preguntarse: ¿Querían los ancestros transmitir algún mensaje específico? Pues bien, algunos relatos locales cuentan que Sigiriya se formó gracias a los “dioses que bajaron del cielo”. Los retratos son una forma singular de representar algo dificl de explicar.

Fue la manera más fácil de plasmar algo que no podían haber interpretado de otro modo. Ahora bien, ¿es probable que esta teoría sea cierta? ¿De verdad son dibujos de seres de las alturas? Y si esto es cierto, ¿existe otra razón para que los constructores del pasado hicieran esta gran ciudad?

El sigiriya es un monumento sagrado

El popular Philip Coppens, quien es autor de «The Ancient Alien Question» enfatizó un punto importante. Normalmente, se suele observar que los antepasados le rinden adoración a estas misteriosas rocas. Por tanto, para ellos estos monumentos son portales para comunicarnos con los dioses.

Fortaleza de la Roca de Sigiriya. (Wikimedia Commons)

El Sigiriya no deja ninguna duda de que esto es cierto y es una confirmación de que, efectivamente, los consideran sagrados. En otro orden de ideas, Robert Schoch comenta que esta roca enorme puede tener gran valor para las personas antiguas.

Pero también es posible que cobre relevancia entre la gente en la actualidad, ya que da la impresión de «llegar al cielo». Para muchos este detalle es venerable y les hace pensar en el Monte Meru o en el mundo celestial.

La montaña cósmica o el «Monte Meru»

Según Richard Leviton, el Monte Meru es un nombre usado por los budistas para referirse a la montaña cósmica. Algunos le dicen básicamente Meru pero tiene el mismo significado. Este montículo se encuentra en el núcleo del universo y posee diferentes niveles.

Por supuesto, no existe físicamente sino en sentido energético. Los dioses habitan en palacios y ciudades ubicados en lugares mucho más altos.

(Wikimedia Commons)

Detalles significativos del Monte Meru

Andrew Collins en su obra «The Cygnus Mystery» menciona: este monte era famoso por ser la región de las deidades. Asimismo se consideraba como un lugar favorable para comunicarse con los seres celestiales.

En pocas palabras, se observaba como un punto de acceso entre el mundo de los cielos y el terrenal. Sigiriya es una copia del monte Meru en una medida menor, pues los antepasados seleccionaron este monolito para erigir estructuras.

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