¿Qué sabemos sobre nuestra realidad? ¿Todo lo que vivimos es real?  ¿Vivimos en un mundo paralelo o una simulación? Esas son las cuestiones que nos presenta la última película de Mike Cahill, «Bliss».

La más reciente cinta cinematográfica del director Mike Cahill, Bliss, llegó con una primicia bastante interesante que captó la atención de millones de personas cuando la anunciaron a través de la plataforma de streaming, Amazom Prime.

Tomando conceptos ya utilizados en «Matrix» y en su filme anterior, «Otra Tierra», el cineasta nos presenta la posibilidad de que el mundo en el que vivimos sea realmente una simulación.

A pesar de ser una película de ciencia ficción, por los temas que toca, la película gira más alrededor de un dramatismo mucho más humano que en la acción que suelen llevar este tipo de temas.

Bliss ¿Qué es real?

La película Bliss presenta, de una forma mas humana, la posibilidad de que el mundo sea una simulación. Crédito: Amazon

Protagonizada por dos excelentes actores, como lo son Owen Wilson y Salma Hayek, y estrenada el 5 de febrero de este año, nos cuenta la historia de Greg e Isabel y como van relacionándose, mientras una trama de intriga se desarrolla.

El personaje de Wilson, Greg, ha tocado fondo; su esposa lo ha dejado, acaba de ser despedido de su trabajo y siente que está en un verdadero abismo. Sin embargo, las «casualidades» de la vida le llevan a conocer a Isabel.

Interpretada por Hayek, Isabel es una mujer que vive en la calle, sin embargo, algo en ella llama poderosamente la atención; su forma de pensar.

Isabel está convencida de que el mundo se está pudriendo. La humanidad ha llegado a un punto de contaminación que no tiene salvación, las relaciones no son sinceras ni reales. La empatía entre humanos y el mundo que los rodea ya no existe.

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Pero tiene una explicación para todo lo que está sucediendo: la realidad en la que se encuentran no es real. Viven en un mundo simulado por computadoras o máquinas.

Obviamente, no es la primera vez que se toma una de las teorías más extendidas entre ciertas religiones, filósofos y, ahora, algunos miembros de la comunidad científica y filántropos de la tecnología.

Matrix es el ejemplo inmediato que se nos viene a la cabeza al pensar en un mundo simulado, pero existen ciertos documentales, series y películas que se ciernen alrededor de esta posibilidad. De hecho, el propio Cahill ya había tratado este tema en «Otra Tierra».

La teoría de la Realidad Simulada

Muchos científicos han mencionado la posibilidad de que esta teoría sea real.

Durante los últimos años se han presentado documentales, libros y artículos, más de corte científico y filosófico, que también nos han mostrado esta hipótesis, alejados de los deslumbrantes efectos de la ciencia ficción.

Un ejemplo de ello es el artículo Anil Ananthaswamy, que se publicó en el portal Scientific American. En él, Ananthaswamy explica que existe un 50% de probabilidades de que vivamos en una simulación.

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Pero el artículo no muestra solamente la opinión del científico; presenta diferentes modelos de distintos expertos para argumentar por qué, tomando en cuenta el avance tecnológico actual, el cual nos permite construir mundos virtuales, es posible que la humanidad misma sea una simulación mucha más desarrollada.

Volviendo al tema de Bliss, Cahill quiso mostrarnos una cinta alejada, precisamente, de los elementos que hacen famosas a la ciencia ficción, manteniéndolos siempre al mínimo. Se centra más en el descenso de los protagonistas.

Escena de la película Bliss, en que los protagonistas se encuentran en un mundo simulado o falso. Crédito: Amazon

Aunque la película no ha sido tan alabada por la crítica, tiene un punto interesante en el que todos han coincidido; dejarnos la duda si realmente los personajes viven en una simulación.

En ocasiones, Greg e Isabel se muestran como una pareja psicótica con delirios de atención que sufre alucinaciones. En otras realmente parecen estar en una especie de experimento científico dentro de una simulación.

La película en ningún momento se decanta por uno u otro, y nos deja sutiles pistas en ambas direcciones para que el espectador elija su propia ruta.

Un paralelismo bastante interesante sobre la realidad misma y el «creer o no creer» en esta hipótesis. Algo que atañe a muchas personas en el mundo.

En general, Bliss es una película que, aunque no llena todas las expectativas, es entretenida. En algunos puntos se pierde totalmente el hilo de la trama con diálogos excesivos o rebuscados, pero en otras nos deja en ascuas sobre lo que pasa realmente en la realidad o la mente de los protagonistas. Pero sin duda alguna, nos lleva a cuestionarnos una vez más si vivimos en una simulación o no.