Se trata de una especie de recipientes de piedra antiguos que existen en una región de Laos. Se desconoce su utilidad, pero las leyendas los han relacionado con ancestrales misterios.
En total, hay miles de ellos: un paisaje gigante de extraños frascos huecos, tallados en piedra antigua. Algunos tienen tapas. La mayoría están abiertos al cielo.
Estos megalitos surrealistas en forma de caldero en Laos se conocen como la Llanura de las Jarras, una reliquia arqueológica cuyo propósito original todavía está envuelto en un misterio, y su significado se ha olvidado hace mucho tiempo.
Durante varias décadas, los investigadores han sugerido que los frascos eran parte de las prácticas de entierro prehistórico. Las leyendas y la tradición local sugieren que las tinajas, algunas de hasta tres metros de altura, se usaron para almacenar alimentos, alcohol y agua de lluvia, entre otras cosas.
Por trágicas razones, ha sido casi imposible para los arqueólogos modernos estudiar los sitios y descubrir la verdad.
La región de la Llanura de las Jarras y Laos en su conjunto todavía tienen el terrible legado de millones de bombas sin detonar lanzadas por la Fuerza Aérea de los EE. UU. en la década de 1960.
Hasta el día de hoy, cientos de laosianos inocentes mueren cada año como resultado, décadas después del final oficial del conflicto.
Y así perdura el misterio de las jarras, con menos del 10 por ciento de los megalitos investigados, dicen los investigadores.
Revelando el misterio
Llanura de las Jarras. (Wikimedia Commons)
En los últimos años, sin embargo, han comenzado expediciones dentro de sitios seguros seleccionados, y los arqueólogos ahora están haciendo importantes descubrimientos sobre estos objetos inusuales, algunos de los cuales están separados, mientras que otros están agrupados en grandes grupos.
Los investigadores explicaron en un nuevo artículo:
“Hasta ahora, no ha sido posible estimar cuándo se colocaron los frascos por primera vez en el paisaje o de dónde se obtuvo la piedra”.
Según su análisis, utilizando una técnica llamada Optically Stimulated Luminescence (OSL) para fechar la piedra antigua, los frascos se colocaron potencialmente a fines del segundo milenio a. C.
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La evidencia descubierta de diversas prácticas mortuorias en algunos de los sitios, incluido el entierro primario de esqueletos humanos y también colecciones de huesos agrupados o en jarras, también fue fechada por radiocarbono, lo que sugiere actividad entre los siglos IX y XIII d.C.
Anterior a otros descubrimientos
Llanura de las Jarras. (Wikimedia Commons)
A la vista de la evidencia más reciente, esto significa que la Llanura de las Jarras es anterior a los descubrimientos más recientes y confirmados de prácticas mortuorias, potencialmente en miles de años. En cuanto a lo que eso significa, todavía no lo sabemos.
Los investigadores escribieron:
“Los datos presentados aquí sugieren fuertemente que la colocación de los megalitos precedió a la actividad mortuoria alrededor de los frascos, lo que indica la reutilización de los sitios y un significado ritual duradero”.
Sin embargo, investigaciones anteriores han sugerido que los rituales mortuorios pueden ser tan antiguos como la colocación de piedras, por lo que es posible que búsquedas más amplias revelen una línea de tiempo más continua de la actividad humana.
Otro enigma que queda es cómo los frascos llegaron a sus posiciones actuales.
El examen de los megalitos en un sitio sugiere que la cantera más probable estaba a 8 kilómetros de donde terminaron los frascos, por lo que cómo la cultura antigua que creó estos objetos (que se estima que pesan más de 30 toneladas) logró transportar también ellos, es otro enigma.
¿Creados por gigantes?
Existen leyendas que relaciona estos antiguos artefactos con una raza de gigantes:
“Fueron creados por una raza de gigantes, cuyo rey necesitaba un lugar para almacenar su vino de arroz. El vino debía consumirse en una gran fiesta para celebrar una ilustre victoria militar hace miles de años. La leyenda también habla de un rey malvado, llamado Chao Angka, que oprimió tan terriblemente a su pueblo que apelaron a un buen rey del norte, llamado Khun Jeuam, para que los liberara. Khun Jeuam y su ejército vinieron y, después de librar una gran batalla en la llanura, derrotaron a Chao Angka”.
Seguirá siendo un misterio…
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en PLOS One.
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