Hoy vamos a ahondar, en un personaje poco explorado cuando se trata de Tiahuanaco, hablamos de Huyustus, personaje según antiguos registros, habría pertenecido a las llamadas dinastías míticas. Conozcamos su historia.
Huyustus – El Señor del Mundo Entero
“Huyustus había reinado en el Titicaca antes del diluvio del Collao, fundador de Wiñay-Marka, hizo construir esta ciudad monumental en las ruinas de la antigua Chucara, mucho más antigua todavía”. Simone Waisbard. Tiahuanaco, 1971.
Huyustus, el primer señor de Tiahuanaco
La historia de Tiahuanaco se pierde en la noche de los tiempos.
Considerada desde siempre como la «primera ciudad de los hombres sobre la Tierra», la reconstrucción de su historia, sigue siendo para los estudiosos materia de discusión.
En varios artículos aludimos a sus enigmas, ahondando en sus misteriosos orígenes, aunque rozando apenas sus secretos.
Uno de ellos lo constituye sus reales fundadores, que según la tradición vincula, a una antigua civilización desconocida.
La tesis más difundida señala a Lemuria y sus antiguos gigantes, que, en épocas remotas, cuando el continente del Pacífico daba sus últimos suspiros, algunos de sus habitantes buscaron refugio en Sudamérica.
Otros estudiosos en cambio, denuncian cierta predilección por la Atlántida platónica como eje del fabuloso relato.
Dentro de la ecuación, emerge otra vez la cuestión subterránea, donde estas tierras, según esgrime la geografía secreta, estuvieron alguna vez conectadas a través de túneles submarinos.
Trazado el escenario, abordemos Huyustus, nombre que en idioma aymara significa, «estoy construyendo».
Monolito Bennett, una de las esculturas más imponentes. ¿Herencia de los tiempos míticos? Cortesía: unmsm.edu.pe
Según escribe el autor boliviano Carlos Sarmasky, en un trabajo de su autoría, Antecedentes de la disciplina energética, en la cultura tiwanakota:
“Huyustus, formó el primer imperio desde el Tucumán, hasta Quito, y tuvo dos adjetivos que lo acompañaron en sus conquistas, el sabio, y el cruel. Posiblemente se deba sus dos brazos derechos, Makuri, su hijo, el Atila americano, y Tunupa, el Merlín de Huyustus.
Cuenta las leyendas, Makuri solía beber sangre de sus enemigos, en sus cráneos, y que Tunupa solía hacer acuerdos o prodigios, llegando a manejar una ciudad entera en Cacha Pucara con el fuego del cielo, y hacer que se derrita como si fuera de cera su ídolo femenino”.
Lo cierto es, la primera vez que irrumpe Huyustus dentro del panorama histórico de los Andes, es a través de un cronista, y sacerdote jesuita italiano, ya citado en otras ocasiones, Giovanni Anello Oliva, S.J. Este destacado observador de su época, va a legar una obra insigne, que durante mucho tiempo se creyó perdida, debido a un contenido quizás censurado muchos creen, por la propia Orden Jesuita, y titulada como, Historias del Reino y provincias del Perú y vidas de los varones insignes en santidad de la Compañía de Jesús, 1639.
Fue en este texto, del que supone sobrevive una versión abreviada del original, donde Anello Oliva presenta a Huyustus, develando allí algunos de sus misterios.
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Según recoge el historiador peruano Manuel González de la Rosa, que en Francia publicara Les Deux Tiahuanaco (Las Dos Tiahuanaco), 1909, Anello Oliva mientras llevaba a cabo su investigación, recibió por parte Bartolomé Cervantes, canónigo de Chuquisaca, Sucre, 1625, la traducción de un documento entregado por Katari, presentado como informante inca.
Al parecer Katari, fue uno de los más grandes quipocamayuc, (intérprete de quipus), y que, tras el asesinato de Atahualpa por parte de Pizarro, decidió retirarse a Cochabamba. Allí fue acogido por los jesuitas, a quiénes transmitió su conocimiento.
Ya desde 1934, existían evidencias de antiguas ruinas, bajo el Lago Titicaca, aunque tal verdad recién se admitió abordado el 2000. Cortesía: atlantisbolivia.org
Katari habría revelado, Huyustus, fue un poderoso rey de Tiahuanaco, así como de los pakajes, terribles Hombres– Cóndor.
Narró, además, Huyustus gobernó en el Titicaca antes del diluvio del Collao, fundando Wiñay–Marka, que hizo construir luego de destruir la misteriosa Chucara (Casa del Sol), mucho más antigua todavía.
Chucara habría sido la capital de los Antis, descrito, «como un pueblo de salvajes», oriundos del Amazonas. Chucara encierra también otro secreto, ya que se cree, fuera subterránea, verdadero misterio
Katari hace también, una descripción física de Huyustus no menos reveladora, ya que infiere el gran monarca, tenía pelo rubio, y ojos azules. La invasión realizada por Katari a las mesetas del Titicaca, se llevó a cabo por el sur.
Suyo habrían sido los Pucarás, uno de los sistemas defensivos andinos más tradicionales, caracterizado por «fortificaciones colosales».
Huyustus logró consolidar su reino, y dio gran impulso a la arquitectura. Antes de morir, su legado, fue repartido entre sus cuatro hijos. Es el nacimiento del Tahuantinsuyo.
El célebre Manco Cápac descendería de Huyustus, quién durante su mandato, buscara retomar las sendas de sus antepasados, recuperando leyes, y ceremonias sagradas, olvidadas tras la tragedia del Diluvio.
Pilares magnéticos, localizados en las cercanías de Tiahuanaco. Archivo Personal / Débora Goldstern
Wiñaymarka – Secretos del Pueblo Eterno
“En un lugar llamado Zapana, los indios me informaron de los vestigios de un palacio monumental, cuyos cimientos emergen de las aguas, para perderse en una espesa capa de tierra. Saben que el fondo del lago hay otras ruinas, y me aseguraron estos palacios sumergidos, son de la verdadera ciudad de los Hombres-Cóndor. Los historiadores de la región, hacen retroceder la edad, treinta o cuarenta siglos”. Simone Waisbard. Tiahuanaco, 1971.
Tras la desaparición de la misteriosa Chucara, que como declaramos en varias oportunidades, aparece vinculada al mundo subterráneo, sobre sus ruinas, Huyustus, fundó Wiñaymarka.
El término, es una palabra compuesta derivada del lenguaje aymara, donde Wiñay significa «eterno», y Marka, alude a «pueblo».
Otros relatos, señalan Wiñaymarka es apodada también, como Apu Marka, que refiere a Ciudad de los Dioses. Tierra de brujos y adivinos, residencia del dios Waco, y que fuera arrasada, según rumores, por un cataclismo volcánico.
Los extraños ídolos hallados en Pomata, que ocultan un secreto increíble. Archivo Personal / Débora Goldstern
Actualmente quien visite Bolivia, encontrará su nombre asociado al llamado Lago Menor, localizado en la parte sur del Titicaca.
Pero apenas comenzamos a desandar Wiñaymarca. Una pista interesante dentro de su enigma, más allá de las leyendas, lo configura la celebración del día de los muertos por parte de la comunidad boliviana, donde Wiñaymarca se interpreta, como la trascendencia del alma tras la muerte. Se trata del retorno al paraíso perdido, todo un concepto esotérico, que remite a un antiguo centro del mundo, ya tratado, cuando abordamos los enigmas de Taypikala. Continuemos.
Wiñaymarca también se enmarca, dentro de esas ruinas submarinas ocultas bajo las profundidades del Titicaca, tema también tratado hace muy poco.
Existe sin embargo una encarnación aún más temible, que conduce al estudioso a las ruinas de Puma Punku, en pleno Tiahuanaco.
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Hay quien dice que estos bloques antiguos, centro de interminables controversias, podrían ser restos de la desaparecida Wiñaymarca.
Un dato qué enlaza más esta cuestión, es que se considera Puma Punku (Puertas del Puma), responde a la arquitectura de un antiguo templo.
¿Pudieran tratarse estos restos, fragmentos de un antiguo palacio, alzado alguna en las márgenes del Titicaca, y denunciado por el Inca Garcilaso de la Vega en sus escritos? ¿O se trata de otra cosa?
En 2018, un equipo multidisciplinario compuesto por científicos de varios países, hizo un anuncio increíble. Declaró en la edificación de Puma Punku, se utilizó un cemento especial, dando por resultado la creación de rocas artificiales. Parte de su contenido, tendría al guano como materia prima central, y que se cree provendría de una zona del Pacifico.
¿Tal vez de Guañape, costa del Perú, arriesga esta escritora, donde corren rumores acerca de túneles subterráneos?
Misteriosos ídolos de Pomata, y la conexión Huyustus
“Algunos investigadores opinan que, en efecto, los enigmáticos constructores de la célebre ciudad muerta, habían desenterrado estas estatuas de piedra después del diluvio, y las utilizaron para adornar sus templos piramidales, y sus palacios. Los gigantes petrificados serían, por tanto, la obra de constructores muy antiguos de Wiñay-Marka, ciudad sepultada bajo Tiahuanaco”. Simone Waisbard, 1971.
Fue en 2012, mientras me encontraba releyendo Tiahuanaco. Diez Mil Años de Enigmas Incas, 1971, obra de la escritora francesa Simone Waisbard, cuando un hallazgo denunciado en uno sus capítulos, «El enigma de los cuarenta y ocho sarcófagos», llamó mi atención.
Según Waisbard, durante su estancia en Pomata, localidad peruana cercana al Lago Titicaca, se topó con dos extraños Ídolos, de elevada estatura, representando un hombre y mujer, destacando en su cuerpo, la incrustación de sarcófagos de plata.
Además de su elevada estatura, las efigies, considerados muñecos por los locales, fueron realizados mediante la técnica de barro cocido.
El anuncio realizado en 1999 por Dick Ibarra Grasso, sobre su búsqueda de los sepulcros reales en Tiahuanaco. Archivo Personal / Débora Goldstern
Asombrada, Waisbard escribía sus impresiones, sobre este misterioso descubrimiento.
“Por tanto, no sólo los Ídolos de Pomata constituyen en sí piezas rarísimas, sino que hay muchos detalles que me intrigan. Primero, los diseños extraños, que cubren los cuerpos del hombre y la mujer desconocidos.
Y, sobre todo, la forma. ¿Por qué estos ídolos son tan parecidos a los de los sarcófagos de los faraones? ¿Por qué llevan clavados en el pecho y en las piernas pequeños sarcófagos de plata cincelada que contienen cada uno una momia artificial? Una momia en miniatura de arcilla cocida, y decorada con signos y atributos similares, a los de las divinidades. Y que parecen transmitir un mensaje ideográfico”.
Waisbard agrega, el hallazgo de los ídolos lo realizó un minero norteamericano, aunque sin agregar mayores precisiones.
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Y aquí atención con este aporte, ya que la estudiosa consulta con un sabio peruano, el prestigioso Santiago Antúnez de Mayolo, autor de Las divinidades de las culturas Chavín y Tiahuanaco, 1963, y un eminente físico, quién le ratifica, la importancia de Pomata como lugar ceremonial. Y no es lo único que le confiesa.
Al parecer Antúnez de Mayolo, tuvo oportunidad de examinar, «la tapa de uno los pequeños sarcófagos de plata incrustados», descubriendo en su interior, «una momia artificial, que reproducía uno de los monolitos gigantes de Tiahuanaco».
La opinión de Antúnez de Mayolo, era que aquella momia artificial, según intuía, representaba al gran Huyustus, acompañado por sus cuatro hijos.
Monolito en Tiahuanaco. (Wikimedia Commons)
Tras esta sorprendente información, brindada por Waisbard en su día, decidí investigar el paradero de los ídolos. Mi empeño dio sus frutos, y después de algunas pesquisas, pude localizar los enigmáticos ídolos descubiertos en Pomata. Los hallé en un museo de Arequipa, Casa del Moral.
Las piezas pasaron a integrar la colección del sitio en 1961, adquiridas por Arthur Williams, un cónsul británico, quién por entonces, ocupaba su cargo en Arequipa.
Al decir de los arqueólogos peruanos, estas figuras podrían representar copias de un monolito hayado en la década de 1930, cercano al volcán Kayappia, actual cerro Khapia, y que los locales mencionan como el ombligo del mundo. Nuevamente otra conexión subterránea.
Sin embargo, estas opiniones se ven disputadas, y los monolitos continúan generando, un sinfín de interrogantes entre los especialistas.
Cabe agregar que las fantásticas piezas, sufrieron un olvido público por más de cuarenta años, cuando en 2012, se las rescató del depósito de Casa del Moral.
En busca de los Sepulcros Reales
En 1999 el eminente especialista argentino, Dick Ibarra Grasso, fue invitado por el gobierno boliviano para realizar excavaciones en Tiahuanaco. Ibarra Grasso declaró a la prensa de ese país, uno de los objetivos, era buscar los sepulcros reales pertenecientes a los antiguos constructores, jamás hallados, y narró su conocimiento de nuevos sitios que podrían arrojar luz.
Monolito en Templo de Tiahuanaco. (Wikimedia Commons)
Sin embargo, el proyecto sufrió una baja, tras el repentino fallecimiento de Ibarra Grasso en el 2000.
En una reciente entrevista, realizada por Rafael Mercado Benavente al matemático peruano, Sergio Huanca Yuri, este le declaró hace quince años mientras visitaba Bolivia, un arqueólogo responsable de las excavaciones en Tiahuanaco, dijo se había descubierto el cuerpo del mítico Huyustus.
Decir el hallazgo nunca vio la luz. Y es que el cuerpo de Huyustus, agregó Huanca Yuri, involucra a un gigante. Hasta aquí.
Conclusión
Espero el lector haya disfrutado este trabajo, donde exponemos los misterios de Huyustus, a través de datos desconocidos. Continuará.
Bibliografía
Libros
- Allen, J.M. La Atlántida. La Solución: Los Andes. México: Tomo, 1999.
- Antúnez de Mayolo, Santiago. La Divinidad de las Culturas Chavín y Tiahuanaco. Perú: Corporación Peruana del Santa, 1966.
- Asensio, Matilde. El Origen Perdido. Barcelona: Planeta, 2003.
- Charroux, Robert. El enigma de los Andes. Barcelona: Plaza & Janes, 1974.
- Charroux, Robert. Historia Desconocida de los Hombres. Santiago de Chile: Zig-Zag, 1982.
- Girao, Pedro. El Enigma de Tiahuanaco. Barcelona: ATE, 1980.
- González de la Rosa, Manuel. Las Deux Tiahuanaco. Viena: Hartleben’s Verlag, 1909.
- Loma Lange, Guillermo. El Mensaje del Sol. Eslabón de los Andes. Cochabamba: Kipus, 2009.
- Parellada de Cardellac, Juan. Reinos Perdidos y Claves Secretas. ¿Un gobierno oculto del mundo?. Barcelona: Plaza & Janes, 1979.
- Sieveking, Oscar Fonk. Construyamos Arcas. Los Enigmas del Pasado. Buenos Aires: Pineda Libros, 1973.
- TIHUANACU. Buenos Aires: Empecé, 1943.
- Villarrubio Mauso, Pablo. Un viaje mágico por los misterios de América. Madrid: Edaf, 2000.
- Waisbard, Simone. Tiahuanaco. Díez mil años de enigmas incas. México: Diana, 1971.
Sitios web
- Kuprienko
Juan Anello Oliva. Historias del Reino y Provincias del Perú.
https://kuprienko.info/juan-anello-oliva-historia-del-reino-y-provincias-del-peru-1631/amp/ - Parque La Reja
Sarmasky, Carlos. Antecedentes de la disciplina energética en la cultura tiwanakota.
https://parquelareja.org/storage/app/media/producciones/carlos-sarmasky_antecedentes-de-la-disciplina-energetica-en-la-cultura-tiwanakota.pdf
Artículo escrito por Débora Goldstern, escritora y colaboradora de CodigoOculto.com
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