Según declaraciones de un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente el 70% de la humanidad deberá vacunarse para asegurar el fin de la pandemia.

Si las vacunas contra el COVID-19 que se encuentran en la última fase de desarrollo tienen éxito, aproximadamente el 70% de la población mundial debería ser inmunizada para asegurar el fin de la pandemia, dijo el científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan.

Aunque queda por ver cuán efectivas serán las futuras vacunas, Swaminathan y la directora del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O’Brien, estiman que ese sería el porcentaje ideal, aunque la meta para 2021 es llegar al 20%.

O’Brien dijo:

“Ninguna empresa que esté investigando podrá disponer inmediatamente de dosis para todos”.

O’Brien indicó que por eso es importante que todos los laboratorios continúen con sus investigaciones aunque uno de ellos esté por delante de los demás.

Soumya Swaminathan, científica jefe de la Organización Mundial de la Salud, durante una entrevista este 11 de noviembre del 2020. Crédito: CNN

El número total de infecciones ha llegado a aproximadamente 52,788,524, mientras que el número de muertos llegó a 1,294,082, según la OMS.

En un encuentro con internautas para analizar los nuevos y prometedores avances en vacunas que se han reportado esta semana en EE. UU. y Rusia, los dos expertos señalaron que las nuevas tecnologías desarrolladas en la actual lucha contra el coronavirus «pueden ayudar a protegernos mejor de futuras pandemias».

En este sentido, aludieron a tecnologías como Messenger RNA (mRNA), utilizada en las vacunas candidatas de Pfizer-BioNTech y Moderna, y que en lugar del habitual recurso a formas debilitadas de un virus, utiliza moléculas que dan instrucciones al organismo humano sobre cómo fabricar anticuerpos.

Swaminathan subrayó con respecto a la noticia de un 90% de eficacia en los estudios clínicos del proyecto germano-americano Pfizer-BioNTech que estos son resultados preliminares y que «se necesitan más datos» para asegurar que se pueda obtener la licencia de producción.

Aunque las hipotéticas vacunas finalmente lleguen a estar disponibles para el público en general, los expertos de la OMS insistieron en que los primeros en inmunizarse deben ser los trabajadores de la salud y las personas de grupos de riesgo, como los ancianos o los pacientes con determinadas patologías.

O’Brien insistió especialmente en que no se deben almacenar las primeras vacunas que puedan llegar en los primeros meses en los que habrá mayor demanda que oferta, y advirtió a los países contra la creación de grandes stocks de ellas.

Más de 200 laboratorios de todo el mundo están investigando vacunas contra el COVID-19, enfermedad de la que se han confirmado más de 52 millones de casos en todo el mundo, y de estos proyectos unos 40 se encuentran en fase de ensayos clínicos en humanos.

Crédito: Pixabay

De estos, una decena de candidatos a vacunas de países como China, EE. UU., Rusia o Reino Unido se encuentran en su última fase, en la que los sujetos testados ya son decenas de miles y sus resultados se comparan con los de otros grandes grupos de probar a los que han recibido un placebo.

Swaminathan explicó que normalmente se necesitan diez años para que se desarrolle una vacuna y que el récord de velocidad ahora es de aproximadamente cuatro años y medio, pero el hecho de que una parte tan grande de la comunidad científica internacional se haya unido en esta investigación podría ayudar a que el tiempo sea mucho menor.

O’Brien agregó que la OMS necesita aproximadamente $ 20 mil millones para su plataforma Covax, destinada a financiar algunos de los laboratorios a cambio de que la vacuna se distribuya de manera equitativa en los países en desarrollo.

Fuente: efe