¡Quién lo diría!, ni en los sueños más anhelados de los seguidores del personaje de DC Comics hubiese podido existir un lugar que en verdad luzca como la mismísima Fortaleza de la Soledad.

Pero existe y queda en México, exactamente a 140 kilómetros al sur del estado de Chihuahua, esos son más o menos 240 kilómetros separados de la frontera con Estados Unidos.

Al día de hoy, este lugar recibe muchos nombres, pero todos apuntan al mismo yacimiento. Así, podrás identificarla como: Gruta de Naica, Cueva de Naica, Fortaleza de la Soledad, Cueva de los Cristales y Fortaleza de Superman para los más geeks.

Pero, ¿qué es en realidad esta formación de cristales gigantescos?, te lo contamos.

Puro yeso

Y no sería la forma en la que uno se imaginaría este mineral, pero sí, es yeso que, al contacto con una cámara de magma (sinónimo de calor, mucho calor), a dos kilómetros de profundidad, da origen a estos cristales también conocidos como selenita, un nombre poco más técnico.

Y entonces ¿qué es la selenita?, pues es yeso cristalizado, de formas brillantes y transparentes, lo que aporta un espectáculo digno de comparar con la fortaleza en donde nuestro súper héroe reposaba, meditaba y recibía revelación de su padre, Jor-El.

¿Hace cuánto fue descubierta?

No se sabe con exactitud la fecha de su descubrimiento, pero se dice que fue para el año 1794, también cuentan los expertos que esta cueva data de unos 500.000 años de antigüedad, aunque otros estudios refieren que los cristales de selenita tendrían 400.000 años de haberse formado y cómo no, entre más se estudian estos cristales más respuestas se encuentran, llegando algunos científicos a afirmar que estos podrían haberse formado hace un millón de años.

La suerte la tuvieron dos mineros para el año 2000, que al descender aproximadamente 290 metros a unos 37 C°, hallaron la cueva repleta de estos cristales. Su tamaño es de 45 metros aproximadamente.

En realidad, fue un bonito accidente, dirían lo más románticos, pues no estaba en sus planes hallarla.

El tamaño sí importa

En un principio las formaciones más grandes alcanzaban el tamaño de un hombre promedio, pero las altas temperaturas dieron forma a cristales más grandes.

Se dice que la temperatura que puede llegar a experimentarse allí dentro es de 50C°, algo que un humano de a pie no podría soportar, razón por la que los expertos, cuando deciden adentrarse en ella, utilizan ropa especial y su permanencia dentro de la cueva no puede ser mayor a diez minutos.

La humedad también hace difícil su estancia allí, alcanzando su máxima de 100%, es decir, un aire exageradamente saturado nada recomendado para cualquier mortal. Cada vez más cerca de convencernos de que solo Superman podría sentirse a gusto en tal ambiente.

Pero volvamos a lo del tamaño, en efecto, la cueva ya tiene récord Guinness, como el lugar del mundo que guarda los cristales más grandes, llegando a medir algunos hasta 12 metros de largo, lo mismo que un autobús (para hacerte la analogía más completa), ¿ya te imaginaste al autobús?, bien, pues ahora piensa en el nivel de grandeza de estos cristales.

Qué pasa en Naica

En realidad, muy cerca de este espectacular yacimiento hay una mina, que provee a México de plomo, zinc y plata, siendo Naica la mina productora de plomo más grande de todo el país.

Desde 1952 la exploración y explotación de minerales se encuentra a cargo de Grupo Peñoles, una compañía minera que empezó a operar en 1887.

No te dejes engañar

Si hubieses tenido la oportunidad de visitar esta fortaleza, te habrías enamorado al instante de los hermosos cristales que a simple vista asemejan el hielo, pero, ¡no te equivoques!

Si hubieras querido tocarlos te habrías quemado pues son muy calientes y también te habrías cortado pues son filosos como navajas.

En definitiva, solo alguien con los poderes de Superman podría sentirse a gusto en tal ambiente, finalmente es el hombre de acero, ni las altas temperaturas lograrían derretirle.

Tú, como simple mortal, podrías morir pues una humedad del 100% no es para nada recomendable y sí, la cueva ha alcanzado esos niveles.

Bajo el agua

En realidad, esta inmensa fortaleza permanecía bajo el agua, alejada del ojo humano, una vez fueron descubiertas, empezaron a ingeniárselas para elaborar un sistema de drenaje.

Bombas gigantes (15 en total) que trabajan sin parar drenan 1.600 galones de agua por minuto, permitiendo así que el trabajo de extracción de minerales en la mina de Naica pueda ser llevado a cabo por los obreros.

El agua que sale de la mina, ha formado una especie de lago que los habitantes de la zona han sabido aprovechar para actividades de agricultura.

Vida en Naica

Los últimos estudios han demostrado que allí hay vida microbiana, formada hace 50.000 años. Al parecer quedaron atrapados dentro de los cristales cuando estos crecían.

Para 2008, hubo un primer grupo de científicos y exploradores que quisieron ahondar en las maravillas de la fortaleza y descubrirlo todo.

Pero la falta de equipo adecuado para permanecer mucho tiempo dentro de la cueva hizo casi imposible la labor, sin embargo, esto solo sentó un precedente para intentarlo nuevamente en años posteriores.

Lo primero que hicieron fue medir su resistencia al calor sin los trajes especiales, lo que arrojó no más de cinco minutos dentro de la fortaleza.

Descubrieron que los cristales crecen en todas las direcciones y que algunos parecieran dispuestos como pilares, como verdaderas joyas arquitectónicas.

Pasados los cinco minutos, salen exhaustos, con el corazón bombeando aceleradamente, los médicos toman signos vitales para saber en qué condiciones se encuentran y si en realidad pueden volver a entrar a la fortaleza ya con los trajes especiales, si descubren alguna anomalía, no podrían volver jamás.

En resumen, la fortaleza de Naica (La Cueva de los Cristales de Naica) sigue siendo explorada, los científicos ya saben que con trajes especiales pueden adentrarse hasta 30 minutos por sesión y aunque lo que arroje la ciencia será un proceso lento dadas las condiciones de permanencia dentro de la cueva, al menos verla en fotografías ya es sorprendente.

Al parecer los súper héroes sí existen, aunque no tengan capa ni provengan del planeta Krypton.

Por: Alexandra Ruan

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