Existen muchas historias relacionadas con los viajes en aviones. Pero ninguna guarda tanto misterio e intriga que el Vuelo 513 Santiago, el cual despegó en 1954 y aterrizó 35 años después, con todos sus pasajeros convertidos en esqueletos…
El vuelo 513 de Santiago había salido desde Aachen, en la ya extinta Alemania Occidental, un 4 de septiembre del 1954. El Lockheed Super Constellation tenía a bordo 88 pasajeros y cuatro tripulantes más. Se suponía que sería otro viaje típico para la aerolínea y los tripulantes. No había razón alguna para sospechar lo que sucedería después.
En algún punto sobre el atlántico, los radares y los controladores de vuelos dejaron de tener contacto con el vuelo. El avión había dejado de emitir señal alguna, desapareciendo hasta el 12 de octubre de 1989, cuando realizó un aterrizaje perfecto en Porto Alegre. Ningún trabajador reconoció al avión, ni este había hecho contacto alguno con sus controladores.
La situación era extraña, por lo que la seguridad del aeropuerto se acercó de forma cautelosa a investigar. La tecnología era antigua y cuando notaron el nombre de la aerolínea, descubrieron que se trataba de la antigua Santiago, que había dejado de funcionar en 1956. Nada tenía sentido.
Sin embargo, lo peor estaba por verse; cuando ingresaron a la nave se encontraron con la horrorosa imagen de 92 esqueletos humanos a bordo. Todos sentados en sus respectivos asientos. Al punto de que el esqueleto del capitán, Miguel Victor Cury, aún tenía los controles y estos se encontraban en marcha ¿Qué sucedió?
Las investigaciones sobre el caso
Apenas la macabra escena se descubrió, las investigaciones comenzaron y el debate se abrió entre las autoridades. Esto se mantuvo oculto por mucho tiempo, de hecho, en el mundo se pensaba que solo se trataba de una leyenda urbana, hasta que Celso Atello, un investigador británico, especializado en lo paranormal, declaró que lo único que podía explicar el evento era una distorsión temporal.
Sin embargo, Atello no consiguió explicar lo que había sucedido con las personas a bordo del avión, ni el por qué habían terminado como esqueletos. Mucho menos como es que el capitán, en ese estado, pudo aterrizar perfectamente el avión.
A pesar de las constantes exigencias al gobierno brasileño para que diera detalles de la investigación, estos se negaron totalmente. De hecho, la única «confirmación» que dieron públicamente, es que el avión apareció de un momento a otro, aterrizando exitosamente.
¿Están encubriendo la realidad?
La polémica sobre el vuelo y el secretismo de parte de las autoridades no caló bien en aquellos que querían saber la verdad, incluyendo a Atello. Los investigadores realizaron múltiples llamadas al gobierno, solicitando que se les permitiera a los civiles colaborar en la investigación.
Académicos y estudiosos de otras partes del mundo también se unieron al llamado, declarando que el público tenía derecho a saber la verdad.
Roderigo de Manha, profesor de física retirado, declaró que era un crimen en contra de la ciencia ocultar información. Mencionó que si el avión había entrado en un túnel del tiempo y habían pruebas de ello, todo debíamos saberlo y que ello podría cambiar todo lo que conocemos sobre nuestro mundo.
Otras personas se oponían a esto, declarando que si la verdad era «demasiado» y el gobierno la revelaba, se podría generar un pánico colectivo en la ciudadanía.
¿Vórtice temporal?
El viaje temporal es una obsesión para la ciencia. De hecho, existen científicos que han dedicado toda su vida a construir una máquina del tiempo funcional, la cual se pueda controlar a voluntad, y no como los vórtices temporales impredecibles que pudieran existir en cualquier parte del universo.
Si el vuelo 513 Santiago entró en un vórtice temporal o no, es algo que quizás no sabremos nunca ya que, por algún motivo, todos los testigos fallecieron en circunstancias extrañas. Pero existen otros casos de viajes en el tiempo documentados en la historia.
Otros extraños casos
En 1974 sucedió un hecho sumamente extraño y que se asemeja en cierta medida con el vuelo 513 Santiago. El 21 de mayo de ese año, un autobús con 67 personas a bordo se dirigía desde Tulcan, Ecuador, hasta Pasto e Piales, Colombia, en un viaje de excursión. Sin embargo, el vehículo nunca llegó a su destino. Cuando se realizaron las investigaciones, pasajeros que iban por la zona aseguraban haber visto el autobús pero que, de un momento a otro, no lo vieron más, como si hubiese desaparecido.
Durante meses se realizó una búsqueda por la zona, priorizando la teoría de un secuestro por delincuentes. Sin embargo, jamás se descubrió algo y la investigación se detuvo.
Otro caso similar sucedió en 1935, cuando Sir Victor Goddard, comandante de la Real Fuerza Aérea británica piloteaba su avión biplano Hawker Hart. Había despejado en Edimburgo, Escocia hasta Andover, Inglaterra. Durante su viaje, pasaría sobre un viejo aeródromo abandonado en Drem, cerca de Edimburgo.
Desde su perspectiva podía ver el estado deteriorado de lo que un día fue un aeródromo operativo. Con la naturaleza reclamando su lugar y vacas pastando en lo que un día fueron pistas de aterrizaje.
Sin embargo, debió dejar de mirar el paisaje cuando una especie de tormenta se atravesó en su camino de la nada, envolviéndolo en una especie de nube amarillenta que le hizo perder el control. El avión se fue en picada por unos segundos y después se enderezó de forma misteriosa. Pero nada de eso se compararía con lo que vería al salir de la «tormenta».
Percibió un amanecer que no tenía sentido, ya que era casi el mediodí. Además, el aeródromo de Drem estaba totalmente operativo, con su personal desplazándose por el lugar con un extraño uniforme y algunos aviones despegando.
Obviamente sobrevoló por unos minutos el lugar, pensando en que aquello no podía ser posible, hasta que una tormenta similar volvió a golpearlo con un resultado a la inversa.
Cuando llegó a su destino contó a todos su experiencia, algunos la recibieron entre bromas, otros sencillamente no le creyeron. Hasta que, cuatro años después, los «extraños uniformes» que Goddard que vio en aquella pista se empezaron a usar. Además, el aeródromo fue remodelado y volvió a estar operativo para 1939.
No sabemos si se trata de un viaje en el tiempo, ello tampoco podría explicar el estado de cada uno de los pasajeros. Pero como hemos demostrado, estas historias, a pesar de no ser tomadas muy en cuenta por los medios tradicionales, sucedieron y continúan sucediendo en la actualidad. La teoría de los vórtices temporales es cada vez más aceptada y la ciencia desea crearlos artificialmente ¿Podrá la humanidad controlar este fenómeno? ¿Qué supondría para nuestro futuro?
Referencias:
- El avión que estuvo desaparecido más de medio siglo – BBC (Enlace)
Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!
Muy interesante
Quedan más preguntas que respuestas
que interesante este articulo, no habia escuchado sobre esta historia nunca