En este mundo actual donde los influencers son portada de la mayoría de medios masivos y se llevan la atención de millones de personas, otros jóvenes que trabajan en proyectos que tienen el potencial de cambiar el mundo y brindar un beneficio a la humanidad no obtienen el reconocimiento que merecen. Sin embargo, ellos siguen trabajando en las sombras. Uno de estas prometedoras personas es Jack Andraka.
Andraka, de 22 años en la actualidad, posee una historia digna de admiración. A sus cortos 16 años desarrolló una nueva tecnología para diagnosticar el cáncer de páncreas, pulmón y ovario en las primeras etapas. No es exactamente un típico adolescente.
Andraka ha contado su historia varias veces, diciendo que se inspiró para buscar una forma de abordar el cáncer de páncreas después de que un amigo cercano murió de la enfermedad. Se le ocurrió la idea de su dispositivo en la clase de biología en North County High School en Crownsville, Maryland. Leía subrepticiamente un artículo sobre nanotubos al mismo tiempo que el profesor hablaba sobre los anticuerpos.
Su historia
Si eres un adolescente que lee esto, es posible que tengas que luchar contra los sentimientos de inferioridad; si eres padre de un adolescente, es posible que tengas que sientas algo de sana envidia.
Sin embargo, Jack no es un bicho raro, ni un prodigio único en la vida, ni un producto de padres dominantes. Jack es un joven bastante ordinario de una familia bastante ordinaria, que solo sirve para hacer que sus logros sean aún más extraordinarios.
Nació y creció en Crownsville, un pueblo de menos de 2.000 personas, cerca de Baltimore, en el estado de Maryland, en la costa este de los Estados Unidos.
Su madre, Jane, una enfermera de teatro especializada en anestesia, y su padre, Steve, ingeniero civil de una empresa de construcción local, estaban interesados en las matemáticas y la ciencia y transmitieron su entusiasmo a Jack y su hermano mayor, Luke. Pero igualmente alentaron a sus hijos a probar deportes, instrumentos musicales y otras actividades.
Pero eso es solo una parte de la historia de Jack, porque no solo es un genio, sino que es un «genio gay», lo cual fue muy difícil para él, especialmente por la cultura del mundo en que vivimos que causó sea atacado por su opción «diferente» cuando estaba en escuela, tanto por alumnos como por maestros. Pero esta parte de su vida no empaño su parabrisas, ni detuvo su caminó.
Así transcurrió la vida de Jack, hasta que un querido amigo de la familia, a quien había conocido toda su vida como tío Ted, se enfermó de cáncer de páncreas.
A partir de ese momento comenzó a investigar y a transitar temas poco habituales para alguien de su edad.
Su incansable búsqueda
Así fue que Andraka dio inicio a su investigación que terminó en un gran logro: encontrar una manera de detección temprana del cáncer de páncreas, y que también se puede aplicar al de ovarios y pulmón.
Fue su talento, junto con una notable persistencia, lo que permitió dar origen a este gran regalo para el mundo: detección temprana y económica del cáncer, en especial tipos de cáncer que casi siempre son fatales cuando se descubren con retraso.
Andraka confesó en una presentación de TED:
Encontré una base de datos de más de 8.000 proteínas y me las puse a investigar. Buscar modelos de cánceres fue como jugar al Pokemón”.
Es así como empezó a realizar ensayos con información que encontró en Internet. Le pidió a su madre que le comprara tubos de ensayo en vez de regalarle juguetes, y ocupó su tiempo fuera del colegio en hacer pruebas de ensayo y error como las que suelen hacer los científicos.
Su motivo era encontrar una forma de detección temprana del cáncer.
El 85% de los cánceres de páncreas se detectan tarde. ¿Por qué tardamos tanto?, me pregunté. Tiene que haber una mejor solución”.
No tardó mucho tiempo en encontrar lo que tanto buscaba.
Andraka indicó:
Comencé haciendo experimentos en el jardín de mi casa pero necesitaba tener un laboratorio. Solo quería eso”.
Entonces tuvo la gran idea de mandarles un e-mail a 200 profesores universitarios para contarles que estaba intentando progresar en la lucha contra el cáncer. Él pensaba que tendría una respuesta masiva pero solo uno le contestó. El oncólogo Aniban Mairtranm, del hospital John Hopkins, fue el único que creyó en su experimento.
Su invento
Toda su voluntad y ganas de hallar una respuesta tuvieron sus frutos. Andraka desarrolló una pequeña sonda de tira reactiva que usa solo una sexta parte de una gota de sangre parece ser mucho más precisa que los enfoques existentes y tarda cinco minutos en completarse.
Se trata exactamente de un sensor de papel que cuesta solamente tres centavos. Andraka dice que el asunto principal consiste en detectar la mesotelina, una proteína que se dispara en etapas tempranas de la enfermedad.
Andraka indicó:
Detecta una de las miles de proteínas (la mesotelina) que hay en la sangre de los enfermos de cáncer. La mecánica fue utilizar anticuerpos y entretejerlos en una red de nanotubos de carbono, de modo que se obtiene un marcador que únicamente reacciona ante dicha proteína”.
Su invento incluso se podría utilizar para otras aplicaciones muy necesarias hoy en día. En declaraciones a National Geographic, Andraka dijo:
Al cambiar el anticuerpo, este sensor podría detectar biomarcadores de Alzheimer, enfermedades cardíacas, VIH/SIDA, malaria y otros tipos de cáncer”.
Sus últimos estudios lo han llevado a trabajar en la creación de nanorobots que puedan atacar a las células cancerígenas una por una sin dañar al resto. Según sus investigaciones, una persona podría estar libre de cáncer en solo seis semanas.
Andraka se caracterizó por ser un joven, talentoso, atrevido, observador y emprendedor. Hoy, con 22 años, ha logrado avanzar exponencialmente en la lucha contra tres tipos de cáncer.
Cada día muchas personas mueren debido a esa cruel enfermedad, y otras luchan por sobrevivir. Andraka es una persona que trabaja por estas personas y para que en el futuro sea posible disminuir las estadísticas de muerte. Él se considera un optimista y dice que continuará con su labor, en la cual (sin duda alguna) grandes logros llegarán.
Me quedo con una de las frases de Jack:
Si un chico de 13 años puede encontrar la forma de combatir el cáncer, imagínense lo que podríamos hacer todos nosotros si trabajamos juntos”.
Además, les recomiendo ver este vídeo bastante reciente donde Jack Andraka trata el tema del poco acceso al sistema de salud para las personas con pocos recursos económicos.
Referencias: Smithsonian Mag / Irish Examiner / Forbes / Infobae
lo admiro profundamente .
ojalá no lo maten la farmafia y las élites