Mientras un equipo internacional de investigadores analizaban los depósitos de nieve recientes en la Antártida, detectaron la presencia de material que proviene de fuera de nuestro Sistema Solar.
Se trata de muestras de un isótopo partícular de hierro, denominado hierro-60, y encontrado en la nieve recién caída. Ahora los científicos están seguros de que vino desde fuera de nuestro sistema planetario.
De acuerdo a los investigadores, este polvo interestelar ha llegado a la Antártida desde hace 20 años
Elemento raro
El tipo de hierro más abundante encontrado es el hierro-56, que tiene 26 protones y 30 neutrones en su núcleo, y constituye casi el 92 por ciento de todo el hierro que existe. Es uno de los cuatro isótopos estables de hierro. El hierro-60, que encontraron, tiene cuatro neutrones adicionales y es ligeramente radiactivo, degradándose con una vida media de 2.6 millones de años.
Este elemento radiactivo puede ser producido en ciertos procesos nucleares y en supernovas. Los astrónomos lo han encontrado en el espacio interestelar, pero también ha sido encontrado en la Tierra en el fondo del mar (que data de hace 2–2.5 millones de años) y en la Luna, lo que sugiere que en los últimos millones de años la Tierra ha sido bañada con material de supernovas cercanas, que deberían aparecer en formaciones geológicas.
En su estudio, los investigadores estaban interesados en ver si esta «ducha» continuaba hasta nuestros días. Para hacer esto, necesitaban analizar material de un sitio no contaminado, por lo que recolectaron 500 kilogramos (1.100 libras) de nieve antártica de los últimos 20 años. Luego lo derritieron y analizaron la composición del agua de deshielo, y justamente allí descubrieron el inesperado hierro-60.
El equipo analizó el escenario más probable para la abundancia de este isótopo raro. Las plantas de energía nuclear y las armas nucleares pueden producir hierro-60, pero no hubo consecuencias globales para justificar el exceso de hierro-60 que se observa en la muestra de la Antártida. Por esta razón, los investigadores señalan con el dedo una fuente interestelar y sugieren que llovió como polvo.
Polvo interestelar
Lo que hace que esta investigación sea potencialmente muy impactante es la percepción que podemos obtener de las nubes interestelares y su enriquecimiento a partir de supernovas. Los investigadores piensan que el radiactivo hierro-60 de las explosiones estelares debería ser atrapado como partículas de polvo en la nube interestelar local.
Se cree que el Sistema Solar cruzó hacia la nube hace aproximadamente 40.000 a 50.000 años, y que podríamos haberlo dejado hace unos 3.000 años, aunque aún podemos estar tocando los bordes. Y durante todo ese tiempo, el material se ha derramado en la Tierra como polvo.
Los investigadores concluyen en su estudio:
Al descartar fuentes terrestres y cosmogénicas, concluimos que hemos encontrado, por primera vez, hierro-60 reciente con origen interestelar en la Antártida”.
Investigar los núcleos de hielo a lo largo de este período de tiempo y comparar la abundancia de hierro-60 desde el momento en que ingresamos a la nube con la muestra actual podría proporcionar nueva información sobre la estructura e incluso el origen de las nubes de polvo interestelar que viajan a través de la Vía Láctea.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Physical Review Letters.
Increíble