Una serie de penosas imágenes revelan los efectos devastadores que una sequía de 30 años está teniendo en la provincia de Kerman, en el sur de Irán, y el impacto que el cambio climático ya está teniendo en el planeta.
Una imagen muestra a una niña pequeña que lleva barriles vacíos al pozo para llenarse de agua, que se encuentra a dos kilómetros de distancia de donde vive.
Otra fotografía muestra a una anciana ciega que vive desesperada en un pueblo donde los árboles se han secado y el depósito de agua está en ruinas.
Además de la provincia de Kerman, el cambio climático ha causado sequías en varias regiones de la nación, incluso en la provincia de Azarbaijan Occidental, la provincia de Khorasan y Bushehr.
El fotógrafo de documentales, Mohammad Baghal Asghari, viajó a la provincia de Kerman para capturar los devastadores resultados de la sequía causada en gran medida por la agricultura sin restricciones y el cambio climático.
Cruda realidad y una posible antesala a la extinción
Baghal Asghari ha publicado una serie de fotos, titulada Forgotten Dried Land, y que muestra una mirada cruda a las personas que viven en los albores de la sexta extinción masiva en la Tierra, una que podría llegar a ser tan letal como la más mortífera extinción conocida.
Esta sequía ha estado ocurriendo durante 30 años, lo que ha resultado en pozos secos, agricultores que han perdido sus cultivos de palmeras, falta de instalaciones sanitarias y tuberías, por lo que abundan las enfermedades.
Baghal Asghari dijo en un comunicado:
La falta de lluvia ha causado la destrucción de los acuíferos subterráneos y ha hecho el cultivo prácticamente imposible y también ha secado miles de palmeras. La gente en Kerman solía cultivar palmeras y exportarlas a otros países. Han perdido la economía que era la principal fuente de ingresos y prosperidad en la vida de las personas”.
Además, Baghal Asghari dio a conocer que por desesperación, la gente comenzó a usar químicos para cultivar palmeras, lo cual tuvo un efecto severo en la salud de las personas y no restauró su economía.
Baghal Asghari dijo:
La gente comenzó a irse y emigrar a otras ciudades y países. Los nativos que se quedaron están pasando sus días en estas difíciles condiciones”.
Baghal Asghari pretende mostrarle al gobierno iraní estas imágenes para que vean la sequía más seriamente y consideren soluciones efectivas.
También quiere que la gente esté al tanto del uso del agua y no la desperdicie.
Escasez de agua en Irán
Cerca de la ciudad de Sirjan, una larga línea de enormes sumideros como cráteres de bombas marcan los puntos donde un acuífero subterráneo fue bombeado completamente seco, y el suelo simplemente se derrumbó.
Irán enfrenta dos desafíos clave: lidiar con una sequía nacional de un año de duración que muestra pocas señales de disminuir y tratar de convencer a los agricultores para que detengan el bombeo incontrolado de agua.
Cerca de 300.000 de las 750.000 bombas de agua de Irán son ilegales, una gran razón por la cual las Naciones Unidas dicen que Irán está oficialmente haciendo la transición de un estado de «estrés hídrico» a «escasez de agua».
En 2013, la Cámara de Comercio de Irán realizó una encuesta que mostraba que la provincia de Kerman estaba perdiendo aproximadamente 20.000 hectáreas de granjas de pistacho cada año debido a la desertificación.
Durante siglos, Irán se basó en uno de los sistemas de riego más sofisticados del mundo, una red de canales subterráneos conocidos como «qanats» que transportaban agua desde las montañas hasta las áridas llanuras.
Pero luego vinieron las bombas eléctricas y la política caótica del siglo pasado.
La necesidad de preservar el agua era poco conocida y secundaria a la autosuficiencia en la producción de alimentos, una actitud que persistió en la era de las sanciones.
Gracias por escribir éste artículo. estoy tratando de hacer un proyecto de concientización.