Exxon calcula que para 2025 estará produciendo 10.000 barriles de biocombustible de algas al día.

Eso sería mucho, y sería a escala mundial, así que sería un gran avance para la ingeniería y la energía alternativa, especialmente para la implementación de energía limpia y energía renovable. Aunque claro, todavía no hay que adelantarse, se debe esperar una verdadera realización del proyecto.

ExxonMobil y Synthetic Genomics, Inc. son las empresas multinacionales protagonistas del desarrollo de este combustible algal que comenzó en 2009. El objetivo era convertir algas en biocombustible a una escala masiva.

Las empresas tienen su laboratorio bioquímico donde se mantiene el estudio fundamental de las algas. También se puso en funcionamiento un estudio de campo al aire libre con la construcción de varios estanques de cultivos en el desierto de California. Lo mejor es que en 2018 ya se comenzaron a utilizar los estanques para el cultivo de algas en una forma comercial.

Ingeniería genética para aumentar el potencial energético de las algas

El campo de desarrollo más importante ha sido el de la ingeniería genética. Genetistas de Exxon han logrado transformar el genoma de las algas con el fin de mejorar el proceso de fotosíntesis y aumentar su potencial energético.

Para aumentar ese potencial energético, los científicos se enfocaron en el uso del dióxido de carbono (CO₂) para producir una cantidad considerable de lípidos o grasa (en proporción con las algas). Manejando el consumo del nitrógeno en las algas se logró aumentar el nivel de lípidos en un 40%. La grasa en las algas conserva gran cantidad de energía.

Gráfico para la producción de un biocombustible a partir de algas marinas. Crédito: Basilio, Wikimedia commons.

Además de la riqueza energética, las algas reducirían a la mitad la emisión de dióxido de carbono (CO2) y demás gases de efecto invernadero. Este es el principal problema de los combustibles fósiles, así que un biocombustible de algas, ¡reduciría el calentamiento global!

Las algas también utilizarían mucho menos suelo que otros cultivos como el maíz y el trigo. Además de que el bioaceite de las algas podrían servir como alternativa de aceites vegetales como el de la problemática palma africana.

Esperamos que realmente avancen a la implementación comercial mundial. Exxon ha anunciado que el biocombustible sería utilizado en medios de transporte como aviones y camiones. Lo mejor es que las algas pueden cultivarse hasta en aguas residuales y con aire contaminado (!), ya que consumirían todo el dióxido de carbono.

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