Recientemente, un equipo de científicos han logrado estimar de qué se compone el manto superior de la Tierra y han determinado que contendría aproximadamente un billón de toneladas de diamantes a más de un centenar de kilómetros bajo nuestros pies.
Los científicos utilizaron ondas de sonido para descubrir la composición del manto superior de la Tierra, descubriendo miles de millones de toneladas de piedras preciosas a aproximadamente 160 kilómetros de profundidad.
El estudio ha sido realizado tomando en cuenta décadas de datos de actividad sísmica obtenidos mediante diversos sismógrafos ubicados alrededor del mundo. Estos dispositivos detectan las ondas generadas por los movimientos dentro de la Tierra. Estas ondas se mueven a diversas velocidades dependiendo del material que atraviesen.
Tomando en cuenta estos datos, los investigadores procedieron a reconstruir su versión del interior de la Tierra. Durante su labor se percataron de algo muy interesante. Existen determinadas áreas en donde las ondas sísmicas tienden a acelerar sin explicación. Dichas regiones se denominan «cratonic roots» (o «raíces cratónicas» en español) y son las zonas más antiguas y prácticamente inamovibles en las placas tectónicas continentales. Estas regiones tienden a verse muy a menudo como montañas al revés que se extienden a una profundidad de 320 kilómetros.
Los científicos determinaron que una posible explicación para estos datos sísmicos podría depender de la composición de estas raíces. Finalmente llegaron a la conclusión que estas estructuras estarían compuestas en una 1 a 2 por ciento por diamantes, lo cual concuerda con la velocidad de las ondas sísmicas.
Cabe resaltar que esto excede 1.000 veces más de la existencia de diamantes esperada en la corteza y manto de la Tierra.
El Dr. Ulrich Faul, del MIT, dijo en un comunicado:
Esto muestra que el diamante no es quizás este mineral exótico, pero en la escala [geológica] de las cosas, es relativamente común. No podemos alcanzarlos, pero aún así, hay mucho más diamante allí de lo que jamás pensamos. Es evidencia circunstancial, pero hemos reconstruido todo. Pasamos por todas las diferentes posibilidades, desde todos los ángulos, y este es el único que queda como una explicación razonable”.
Los diamantes necesitan condiciones de altas temperaturas y presiones para poder formarse, por lo que es normal que se les encuentre por debajo de la corteza; sin embargo anteriormente no se había estimado que podría encontrarse en abundantes cantidades como las que sugiere el nuevo estudio.
Los diamantes son extremadamente raros porque solo se acercan a la superficie a causa de erupciones que crean tubos geológicos compuestos por una roca llamada kimberlita. Ahora esta investigación sostiene que se encontrarían en grandes cantidades bajo la corteza, lo cual ha tomado por sorpresa a la comunidad científica. Será necesario realizar muchos más estudios que confirmen esta hipótesis. De ser cierta, es natural esperar una gran oleada de nuevas búsqueda de estas piedras preciosas, basándose ahora en las ondas sísmicas.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Geochemistry, Geophysics, Geosystems.
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