El mes pasado una «alerta falsa» de un ataque de misil llegó a los dispositivos móviles de los residentes en Hawaii. El trabajador que envió dicha alerta ha sido despedido de su trabajo; y afirma que estaba 100% seguro de que dicha alerta era real.
Como si una alarma de misil no fuera suficiente, la agencia encargada demoró 40 minutos en desmentir oficialmente el ataque. La gente de la isla entró en pánico; muchos trataron de contactarse con sus seres queridos, algunos de ellos con el propósito de despedirse de sus seres queridos en los pocos minutos que posiblemente les quedaban de vida. La mayoría de residentes no poseían un refugio antibombas donde protegerse del supuesto ataqu.
Ahora, el ex-trabajador (de 50 años), que lanzó la alarma ha hablado con un grupo de periodistas, con la condición de no ser identificado, debido a las amenazas que ha recibido. Él dijo que una llamada de turno que entró el 13 de enero no parecía un simulacro. Funcionarios estatales han dicho que otros trabajadores escucharon claramente la palabra «ejercicio» repetida varias veces; según informa The Guardian.
Inmediatamente después, descubrimos que era un simulacro y yo me encontraba devastado. Todavía me siento mal por eso. Luego de eso me sentí muy enfermo. Fue como un golpe al cuerpo. Ha sido un infierno para mí las últimas dos semanas”; dijo el ex-trabajador
Además, el hombre dijo que tuvo dificultades para comer y dormir.
Como se suponía, la agencia de manejo de emergencias de Hawaii despidió al trabajador luego del incidente. Además, sus superiores dijeron que sabían por años que el hombre tenía problemas para realizar su trabajo. Dieron a conocer que el trabajador anteriormente también cometió un error en ejercicios de tsunami y las advertencias de fuego; y también dijeron que sus colegas no se sentían cómodos trabajando con él.
Según las autoridades, la agencia mantuvo al trabajador por década en un puesto que debía renovarse cada año. Sin embargo el ex trabajador no está de acuerdo con ello, diciendo que no estaba al tanto de ningún problema de rendimiento.
Mientras comenzaba un turno de sábado en el centro de operaciones de emergencia en un antiguo búnker en el cráter Diamond Head de Honolulu el 13 de enero, el hombre dijo que un compañero de trabajo tomó una llamada telefónica de la línea segura del Comando del Pacífico de Estados Unidos que sonó como una advertencia real, dijo.
«Cuando entró la llamada telefónica, alguien levantó el auricular en lugar de presionar el altavoz para que todos pudieran escuchar el mensaje», dijo. El hombre dijo que no escuchó el comienzo del mensaje que decía «ejercicio, ejercicio, ejercicio».
«Escuché la parte, ‘esto no es un ejercicio’», dijo. «No escuché el ejercicio en absoluto en el mensaje o de mis compañeros de trabajo».
De acuerdo a los informes federales y estatales, a agencia no poseía un método de verificación adecuado para las alertas de misiles, lo que causaba que los trabajadores interpreten los pasos a seguir de manera diferente. Además, los gerentes no requirieron que una segunda persona firmara las alertas antes de enviarlas y la agencia carecía de preparación sobre cómo corregir una advertencia falsa.
Esos detalles surgieron el martes en los informes sobre las investigaciones sobre cómo la agencia confundió por error los teléfonos celulares y las estaciones de radio con la advertencia de misiles.
Bruce Oliveira, general de brigada retirado, y que escribió el informe sobre la investigación interna de Hawai, dijo en una conferencia de prensa:
Los protocolos no estaban en su lugar. Era urgente instalarlo lo antes posible. Pero esos protocolos no se desarrollaron hasta el punto en que debieron tenerlo”.
El administrador de la agencia de manejo de emergencias de Hawai, Vern Miyagi, renunció cuando se publicaron los informes. Los funcionarios revelaron que el empleado que envió la alerta fue despedido el 26 de enero. El estado no lo nombró.
Las autoridades también dieron a conocer dijeron que el hombre se negó a cooperar con las investigaciones estatales o federales más allá de proporcionar una declaración por escrito. Dijo que no estaba tratando de impedir ninguna investigación: «Realmente no había nada más que decir»; dijo el ex trabajador.
No olvidemos que días después se dio otra falsa alarma de ataque de misil, esta vez en Japón. Además, el ex trabajador que lanzó la alerta en Hawaii dice que estaba muy seguro de que el ataque era real, y que no pudo escuchar al teléfono que solo se trataba de un ejercicio. Esto nos plantea la posibilidad de que se haya tapado un verdadero ataque. Fernando T.
Qué fácil es desprestigiar a una persona, ¿Uds. Creen qué por años estuvo allí trabajando y la empresa por compasión nunca lo despedía de su empleo, aún sabiendo que debía renovar ése puesto? Si no les eres eficiente te corren en todos lados! La empresa desde mi punto de vista muy personal, se lava las manos tapàndole el trasero a una de éstas pruebas reales que están realizando. Nadie es tan tonto, ni los protocolos que se diseñan lo son, para hacer algo así, sólo por error. Además de instaurar el miedo, cínicamente la empresa sigue vigente, ¿por qué no retirarla y darle sus funciones a otra empresa qué si tiene personal capacitado y protocolos avanzados? Nadie los tiene definitivamente pues éstos son flexibles a sus intereses.