Este año NASA lanzará su primera nave espacial diseñada para «tocar el sol». Por esa razón, antes de que inicie la misión Parker Solar Probe, NASA quiere estar complemente segura que la nave espacial podrá sobrevivir tanto en su viaje como en su destino.
Obviamente, las pruebas deberán ser muy exhaustivas, para asegurarse que la nave resista el letal calor del Sol. Las pruebas ya están siendo realizadas en el Goddard Space Flight Center de la NASA, donde la sonda llegó a principios de noviembre y permanecerá hasta fines de marzo, cuando saldrá para su sitio de lanzamiento en Florida.
Jim Kinnison, ingeniero de sistemas de la misión que trabaja en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins declaró:
Evaluaremos todo hasta que nos quiten la nave espacial. Mientras más pruebas, más ejercitas el sistema, más descubrirás”.
El siguiente paso, y que ya está sucediendo actualmente, será colocar la sonda en lo que se denomina una «cámara de vacío térmico» durante dos meses y medio. Los resultados que se obtengan de esta prueba confirmarán que la nave espacial soportará las intensas condiciones que encontrará al estar cerca del Sol. Pero no solo deben protegerla del inmenso calor, también de la luz. La nave espacial estará expuesta a una gran cantidad de iluminación, casi 500 veces más de lo que recibimos aquí en la Tierra.
La sonda estará protegida de la luz solar por cuatro y media pulgadas de carbono. Cuando el lado del escudo que mira al sol esté expuesto a temperaturas de 2.600 grados Fahrenheit, el lado más lejano marcará poco menos de 600. El escudo ya ha sido probado en la «cámara de vacío térmico».
Pero no todo que da allí. La sonda tiene un segundo sistema diseñado para mantenerla fresca, que es un sistema de refrigeración que permitirá disipar el calor del viaje.
«En términos de tecnología, eso fue lo más importante que tuvimos que desarrollar. Es muy difícil sobrevivir en este entorno», dijo Kinnison.
Otra de las pruebas realizadas ha sido sacudir violentamente la sonda para asegurarse que pueda soportar las vibraciones producidas durante el lanzamiento. Además, un conjunto separado de pruebas, llamadas pruebas operacionales, también fueron realizadas, para asegurar que la nave espacial pueda maniobrarse y arreglar errores por sí misma cuando no se puede comunicar con la Tierra. Igualmente se han lanzado potentes láseres sobre los paneles solares, para probar su desempeño en condiciones extremas.
Estas pruebas son solo el paso final para el largo proceso de asegurarse de que la sonda se mantenga en condiciones suficientes para cumplir con su objetivo. Kinnison dice que el equipo ha pasado una década pensando en cómo hacer funcionar la nave espacial. A lo largo de los años, también han probado modelos en miniatura de piezas de la nave espacial y han sido probadas. Se han realizado mejoras conforme avanza la tecnología aplicada para los materiales.
De acuerdo a Kinnison, todas las pruebas se han desarrollado sin problemas hasta ahora. El lanzamiento será realizado el 31 de julio.
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