En la mitología nórdica, Thor era el dios del trueno y protector de los agricultores. Controlaba el clima y las cosechas y era uno de los personajes más conocidos por su larga cabellera pelirroja y su poderoso martillo, llamado Mjolnir, con el que protegía a los mortales del mal.
En la mitología nórdica, Thor era el dios del trueno y protector de los agricultores. Controlaba el clima y las cosechas y era uno de los personajes más conocidos por su larga cabellera pelirroja y su poderoso martillo, llamado Mjolnir, con el que protegía a los mortales del mal.
Thor, que significa trueno, es hijo de Odín, dios supremo del panteón nórdico y de Fyorgyn, la diosa de la tierra conocida por su gran fuerza. Odín era el dios de las batallas y la muerte y, como tal, era adorado por los vikingos y los guerreros. Destaca en él su naturaleza sencilla, frente a la compleja naturaleza de su progenitor, Odín. Thor es honesto, directo y justo, pero tiene un temperamento iracundo. Sin embargo, muchos de los que antiguamente adoraban a Thor lo preferían antes que a Odín, quien era conocido por su sed de sangre.
En la cosmología nórdica, las dos principales fuerzas del mundo son los dioses en el lado del bien y los gigantes de hielo en el lado del mal. «El destino de los dioses» llamado en el lenguaje nórdico «Ragnarök», consiste en la batalla del fin del universo: es el destino del cual no pueden escapar los hombres y los dioses, donde dioses y gigantes de hielo luchan hasta morir, quedando solo dos supervivientes que serán los encargados de crear a la nueva humanidad, surgiendo de ellos el nuevo mundo. Después del Ragnarök, surge una renovación del universo.
De acuerdo con el mito de la creación nórdica, Odín y sus hermanos crearon de los árboles los primeros seres humanos llamándolos Ask y Embla, cuyos nombres podrían provenir de los árboles ash (fresno) y elm (olmo). Los árboles siempre han desempeñado un papel importante en las creencias de los nórdicos. De hecho, el árbol gigante llamado Yggdrasil, o árbol del universo, alberga en sí mismo los diferentes planos de existencia del universo, entre ellos Midgard, la Tierra, el lugar donde viven los hombres, y Asgard, el reino celestial en el que habitan los dioses.
Los poderes de Thor
Thor a menudo batallaba con los gigantes de hielo armado con su martillo Mjolnir. Mjolnir, que significa «rayo», dispone de varios poderes, incluyendo el de lanzar rayos, no fallar nunca su blanco cuando es arrojado y, después de ello, regresar a la mano de Thor, quien debe usar guantes de hierro para protegerse a sí mismo del poder de su martillo.
Asimismo, Thor utiliza un carro tirado por dos carneros a los que puede sacrificar y cocinar como alimento para después revivirlos con solo colocar el martillo mágico sobre sus huesos, siempre y cuando todos los huesos se encuentren enteros y sin daño alguno. De esto modo, el martillo Mjolnir ostenta dos importantísimos poderes: el de destruir y el de crear. Thor también se viste con un cinturón que duplica su fuerza.
El final de Thor llega en el Ragnarök cuando pelea contra Jörmungandr, una serpiente gigante, terrible y espantosa, que fue engendrada por Loki y la gigante Angrboda. Loki es otro dios, bastante embustero, que traicionó a los gigantes de hielo y que acompaña a Thor en algunas de sus aventuras, aunque la astucia de Loki a veces traiga problemas a Thor.
En su combate contra la horrible serpiente, Thor mata a la bestia aplastando su cabeza con su martillo pero, tras retroceder nueve pasos, Thor acaba cayendo muerto debido al veneno de Jörmungandr.
Después de que Escandinavia fuese completamente cristianizada, la popularidad y la adoración a los antiguos dioses nórdicos desaparecieron. Pese a ello, durante el período de conversión al cristianismo, algunos creyentes de Thor usaron el símbolo de su mágico martillo como muestra de desafío a los misioneros cristianos.
Este artículo fue publicado anteriormente en Ancient Origins en español y ha sido publicado nuevamente en CodigoOculto.com con permiso.
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