La comunidad científica, casi en su totalidad, afirma que el objeto interestelar 3I/ATLAS es un singular cometa; sin embargo un reciente estudio científico (aún no revisado por pares) realizado por 20 científicos, sugiere que la apariencia y características de cometa solo serían un “camuflaje”, para ocultar su naturaleza: la de una nave espacial. ¿Suena bastante loco, no? No es momento de que corras a comprar herramientas para construir un búnker, hay aún muchos datos que analizar, y en los siguientes párrafos te brindamos mayores detalles, dejando en claro (y sin sensacionalismos) lo que se sabe hasta ahora de 3I/ATLAS.
Con el reciente descubrimiento del misterioso objeto espacial 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar conocido observado directamente por los astrónomos, el debate sobre sus orígenes —e incluso la posibilidad de que pueda tener un origen tecnológico— ha capturado la imaginación del público.
Ahora, un equipo internacional de astrónomos sugiere que las raras apariciones de objetos interestelares que atraviesan nuestro sistema solar podrían brindar a los científicos la oportunidad de buscar señales de tecnología extraterrestre.
Aunque las pruebas disponibles respaldan firmemente la opinión de que 3I/ATLAS es un cometa, aunque con algunas cualidades bastante inusuales, el equipo responsable del reciente estudio sugiere, no obstante, que hay buenas razones para considerar los objetos interestelares que atraviesan nuestro sistema solar como posibles candidatos en la búsqueda de tecnofirmas alienígenas.
3I/ATLAS: ¿un cometa o tecnología extraterrestre?
Tras el descubrimiento de 3I/ATLAS el 1 de julio de 2025, las especulaciones sobre la naturaleza y el origen del objeto han planteado una serie de posibilidades basadas en algunas de sus características inusuales. Entre ellas se encuentra la idea propuesta por el astrónomo de Harvard Avi Loeb y sus colegas en un artículo preimpreso a principios de este año, en el que se examinaba si la trayectoria y el movimiento no gravitatorio del objeto a través del sistema solar podrían sugerir que tiene las cualidades que los astrónomos esperarían de una nave espacial controlada de forma inteligente.

Observaciones del cometa 3I/ATLAS realizadas con el Observatorio Gemini Sur. Crédito de imagen: International Gemini Observatory / NOIRLab / NSF / AURA
Cabe destacar que Loeb y sus coautores afirmaron en el artículo que su examen de los posibles orígenes tecnológicos de 3I/ATLAS había sido en gran medida pedagógico, aunque mantuvieron que tales opiniones no debían descartarse por completo, incluso si la interpretación más probable sigue siendo, con diferencia, que el objeto es un cometa interestelar.
Ahora, en un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de científicos que revisa décadas de especulaciones y esboza estrategias concretas para examinar los cometas y asteroides interestelares, los autores del artículo sostienen de manera similar que 3I/ATLAS y sus predecesores, 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov, tenían todas las cualidades de los cometas, pero que la búsqueda de auténticas tecnofirmas alienígenas asociadas a objetos interestelares que llegan a nuestro sistema solar no es injustificada.
Autoestopistas cósmicos
Los autores del estudio escriben:
“Dado que la humanidad ha enviado muchas de sus propias naves espaciales en trayectorias interestelares, sabemos que es posible enviar sondas a otras estrellas”.
Del mismo modo, sostienen que una serie de diferentes tipos de tecnofirmas podrían esencialmente “hacer autostop” a través de distancias interestelares y llegar con un objeto interestelar.
Los autores escriben:
“La tecnología podría estar activa durante todo el viaje interestelar de un objeto o despertar de un estado latente al llegar al sistema solar. También se podría encontrar tecnología obsoleta, como naves espaciales cuyas fuentes de energía llevan mucho tiempo inactivas”.

3I/ATLAS viajando a través de un fondo de estrellas visto por los telescopios terrestres del Observatorio Las Cumbres. Crédito de imagen: ESA
Otras posibilidades incluyen tecnología que podría estar enterrada bajo la superficie de un objeto interestelar. Según esta premisa, a medida que el material de la superficie comienza a sublimarse cuando el objeto se acerca a nuestro Sol —los mismos procesos que producen la coma o “halo” de material cometario que actualmente rodea a 3I/ATLAS—, cualquier tecnología alienígena podría revelarse a través de dichos procesos naturales. Esto permitiría el despliegue de una sonda que antes estaba enterrada, pero solo si su portador interestelar logra llegar a las proximidades de una estrella como nuestro Sol.
Otras posibilidades incluyen asteroides interestelares modificados para producir “naves mundiales”, objetos que pueden incluir estructuras naturales y otras características tecnológicas que permitirían a los “nómadas interestelares” a bordo utilizar hábitats generacionales que podrían transportarse junto con cualquier cometa potencial capaz de recorrer distancias interestelares.
Los autores escriben:
“Dada la extrema distancia entre los sistemas estelares, enviar objetos físicos entre estrellas puede ser ventajoso para una civilización extraterrestre, en comparación con la comunicación directa”.
Cuatro vías para la búsqueda de tecnofirmas alienígenas
En su artículo, el equipo examina cuatro categorías principales de posibles búsquedas de tecnofirmas, que incluyen: 1) trayectorias anómalas (la presencia de aceleraciones o maniobras inesperadas que no pueden explicarse por la desgasificación natural o la presión de la radiación), 2) anomalías espectrales o de coloración (incluida la reflectancia inusual, los recubrimientos o el calor residual detectable en el infrarrojo), 3) objetos con formas antinaturales, como cilindros o “velas ligeras” delgadas, y 4) cualquier transmisión detectable en forma de señales de radio de banda estrecha u ópticas, incluidos los láseres, que puedan indicar una comunicación intencionada o incidental.
Curiosamente, se realizaron observaciones de este tipo de ‘Oumuamua y Borisov, aunque no se detectaron señales discernibles. A medida que continúa su viaje por nuestro sistema solar, 3I/ATLAS ya ha sido objeto de observación por parte del Allen Telescope Array y de múltiples observatorios, incluidos los telescopios Webb y Hubble de la NASA. Según todos los datos disponibles, todo lo que los astrónomos han observado hasta ahora sugiere que estos objetos tienen un origen natural.
No obstante, los autores del nuevo artículo enfatizan que sigue existiendo la posibilidad de que incluso algunas observaciones mundanas, como el monitoreo de la rotación de un cometa, su color o su aceleración, puedan proporcionar un contexto crítico que resulte útil para identificar posibles valores atípicos que puedan llegar en el futuro.

La mejor imagen del cometa interestelar ha sido capturada durante una cooperación internacional entre estudiantes y astrónomos. Crédito de imagen: NSF’s NoirLab via AP /picture alliance
Por qué son importantes las búsquedas de tecnofirmas
Actualmente, con la previsión de que el Legacy Survey of Space and Time del Observatorio Rubin descubra entre seis y más de 50 objetos interestelares en la próxima década, el equipo responsable del nuevo estudio sostiene que las investigaciones de tecnofirmas no deben pasarse por alto y deben incorporarse a los seguimientos rutinarios. Las campañas coordinadas que rastrean las frecuencias de radio, ópticas, infrarrojas y de radar podrían maximizar las posibilidades de detectar cualquier cosa inusual, en el improbable caso de que existiera.
Por ahora, aunque las especulaciones sobre las sondas alienígenas capturan la imaginación del público, el verdadero valor de tomarse en serio estos estudios radica en la creación de un marco sistemático para distinguir los fenómenos naturales de cualquier posible anomalía que podamos encontrar.
Los autores escriben, subrayando la necesidad de protocolos rigurosos y una verificación independiente si —o quizás cuando— detecten algo verdaderamente anómalo:
“Cualquier posible detección de tecnosignaturas procedentes de un [objeto espacial interestelar] requerirá la confirmación más rigurosa y detallada posible”.
Los hallazgos de la investigación titulada “Technosignature Searches of Interstellar Objects” han sido publicados en el servidor de preimpresión arXiv.org.
[FT: UT]
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Por: CodigoOculto.com
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