Desde hace varios días se ha venido informando sobre un segundo objeto interestelar que había sido detectado acercándose al sistema solar. Aquí lo llamamos como el «nuevo Oumuamua». Ahora, una investigación ha confirmado que dicho objeto ya ha ingresado a nuestro vecindario estelar.
Según la Unión Astronómica Internacional (IAU), el cometa tiene un origen interestelar «inequívoco» y ahora se le ha dado un nombre: 2I/Borisov.
De acuerdo a los astrónomos que han analizado este objeto, se trataría de un cometa, aunque uno bastante singular. Han habido también comentarios alternativos, en especial algunos que no pueden descartar que 2I/Borisov sea una nave alienígena, al igual que pasó con el primero objeto interestelar llamado Oumuamua.
Anteriormente, el cometa tenía el nombre provisional C/2019 Q4 (Borisov). C significa que es un cometa con una órbita hiperbólica, seguido del año en que se descubrió, un código alfanumérico para cuándo fue descubierto y el nombre del cometa entre paréntesis: ese es el astrónomo aficionado de Crimea, Gennadiy Borisov, quien vio el cometa con un telescopio.
2I/Borisov: origen interestelar confirmado
El nuevo nombre ha sido simplificado. 2I, se refiere a «interestelar», y 2 a ser el segundo objeto interestelar descubierto, después de ‘Oumuamua , que se detectó en octubre de 2017.
La IAU publicó en un comunicado:
En este caso, la IAU ha decidido seguir la tradición de nombrar objetos cometarios después de sus descubridores, por lo que el objeto ha sido nombrado 2I / Borisov”.
Los astrónomos no solo han estado ocupados etiquetando el objeto; han estado estudiando furiosamente el cometa para tratar de descubrir más al respecto.
Según las observaciones y análisis hasta ahora, el cometa está actualmente dirigiéndose hacia el Sol, y alcanzará su aproximación más cercana (perihelio) el 8 de diciembre a una distancia de 300 millones de kilómetros (190 millones de millas), aproximadamente el doble de la distancia promedio de la Tierra desde el Sol.
2I/Borisov: dentro del sistema solar
El cometa se acerca al plano orbital planetario, y viaja a una velocidad vertiginosa de 150.000 kilómetros por hora. Tiene entre 2 y 16 kilómetros de diámetro, y las imágenes del objeto muestran un contorno borroso típico de la desgasificación de cometas, e incluso una cola.
Dos análisis recientes, una de las imágenes ópticas que muestran el color del cometa, la otra del espectro del cometa que revela su composición química, han revelado que es similar a los cometas de largo período del Sistema Solar que se originan en la distante Nube de Oort, en lugar de la cometas de período corto que vienen de más cerca.
Ahora, un nuevo artículo recién publicado por astrónomos polacos en el servidor de preimpresión arXiv.org puede haber rastreado la trayectoria del cometa para tratar de determinar de dónde proviene.
Los resultados no apuntan de manera concluyente a un origen, pero el documento sugiere que, hace aproximadamente un millón de años, 2I / Borisov sobrepasó la estrella binaria Kruger 60 que se encuentra a 13 años luz de distancia. El cometa «rozó» esa estrella a una distancia relativamente cercana de 5.7 años luz, y a una velocidad menor que la que tiene actualmente, solo 12.348 kilómetros por hora.
Obviamente, ese es un resultado muy preliminar: trazar una trayectoria precisa llevará meses de observaciones, y estudiar el cometa en sí mismo puede dar algunas sorpresas.
En particular, será emocionante ver cuán similar es realmente a los cometas del Sistema Solar, y si hay diferencias notables.
El descubrimiento, menos de dos años después del descubrimiento de ‘Oumuamua, también muestra que quizás estos visitantes interestelares no son raros en absoluto.
Aunque la corriente principal niegue que este objeto pueda tratarse de una posible nave alienígena, existen voces que han comentado que efectivamente no se puede descartar que se trate de una sonda lanzada por otra civilización y hasta incluso una nave de reconocimiento. Otros, un tanto más arriesgados, han comentado incluso que se trataría de una nave que llegaría a continuar el trabajo de la primera: Oumuamua; y aquí hay que tener en cuenta cuál es el significado de la palabra Oumuamua: «mensajero de lejos que llega primero», en hawaiano. No podemos afirmar aún con certeza que este objeto haya sido enviado con una intención, y es posible que no lo podamos hacer hasta que algo inminente ocurra. F.T.
Fuentes: IAU / Science Alert
0 comentarios