Insólitas y místicas pirámides circulares en el oeste de México. Marcarían unos llamados «lugares dedicados a las fuerzas divinas», de la Cultura Teuchitlán.
De arquitectura impresionante e hipnótica, las pirámides circulares de Guachimontones son construcciones indígenas precolombinas utilizadas para fines místicos y espirituales. Lugares de conexión con los dioses o portales para que entraran las «fuerzas divinas».
El diseño de cono megalítico posee varios círculos que sirven de niveles o escalones. Se pueden encontrar pirámides circulares similares en otros estados de México, como Zacatecas, Colima o Michoacán, pero las de Guachimontones siguen teniendo un diseño único en la arquitectura precolombina de Mesoamérica, y quizá del mundo.
Fueron construidas por la Cultura Teuchitlán entre los años 100 a. C. y 100 d. C., aproximadamente. Se encuentran en la localidad Teuchitlán, cerca de Guadalajara, Jalisco y todo el sitio arqueológico fue descubierto en 1970 por el arqueólogo Phil Weigand y su esposa Arcelia García. Además de las pirámides, hasta el día de hoy se han excavado 10 complejos urbanos, 2 canchas de juegos de pelota mesoamericano, 1 anfiteatro y varios edificios. Además de una asombrosa cantidad de isletas artificales de cultivos, ubicados en lagunas del área.
La Cultura Teuchitlán tuvo su auge entre los años 300 a. C. y 300 d. C. Se pensaba que Guachimontones era de origen azteca, pero con las excavaciones de 1970, los arqueólogos establecieron que se trataba de una sociedad diferente que se desarrolló de forma independiente. Se cree que ya para el año 900 d. C. la Cultura Teuchitlán había desaparecido o dispersado por la influencia del reino de Tarasco desde el noroeste.
Pirámides circulares dedicadas a las «fuerzas divinas»
La Cultura Teuchitlán fue una sociedad de clases sociales, con una élite gobernante. Se han encontrado 10 complejos urbanos con diseño circular, en la ciudad de Guachimontones. Cada complejo tiene su pirámide circular en el centro, con un patio circundante, aceras y plataformas rectangulares alrededor. Algunas plataformas cubren tumbas (probablemente de gobernadores y sacerdotes). Uno de los complejos era un centro ceremonial, otro era para casa de sacerdotes y los demás eran unidades habitacionales y talleres.
El nombre Teuchitlán viene del náhuatl teotzitlán, que significa «el lugar dedicado a las fuerzas divinas». Guachimontones era un centro de veneración a los dioses, principalmente a Ehécatl, el dios del viento. Esto podría relacionarse con el diseño «ondular» piramidal (los remolinos).
Eran puntos de reunió para la meditación y fiestas religiosas. Desde el punto de vista chamánico, los los arquitectos pudieron pudieron haber diseñado las pirámides circulares como un sistema de «amplificación» del flujo de energía emanado del cuerpo a través la meditación. ¡Y sería un sistema masivo!
Incluso hoy en día, las Pirámides circulares de Guachimontones son centros de reunión religiosa indígena como el Festival Teuchitlán Equinoccio. Todavía hace falta mayor investigación ya que solamente se ha explorado el 1.3 por ciento de la ciudad. Definitivamente necesita ser visitado por académicos y arqueólogos alternativos.
Referencias: GuachimontonesOficial – MexicoUnexplained
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