Un equipo de investigadores han descubierto algunos tipos de movimientos extraños e inesperados en las profundidades de la Tierra mientras analizaban las fallas de San Andrés y San Jacinto en California.
Los investigadores de la University of Massachusetts Amherst han denominado al inusual movimiento como «arrastre profundo», el cual podría ayudar a explicar las rupturas inusuales producidas en las secciones rocosas que se deslizan una sobre otra, muy parecidas a una ola, en vez de deslizarse una sobre la otra de forma horizontal.
Mediante un modelo 3D que se basa en miles de lecturas de temblores registrados, los investigadores pretenden predecir de mejor manera cuándo y dónde podrían ocurrir los grandes terremotos, lo cual es de suma importancia, ya que se cree que California podría sufrir en cualquier momento un megaterremoto conocido como «Big One».
Michele Cooke, miembro del equipo de investigadores, dijo en un comunicado:
Estos pequeños terremotos son un conjunto de datos realmente rico para trabajar, y en el futuro si prestamos más atención que en el pasado a los detalles que nos dicen, podemos aprender más sobre el comportamiento de fallas activo que nos ayudará a entender mejor la carga que conduce a grandes terremotos dañinos”.
Las acciones de onda vertical, es decir el deslizamiento de secciones rocosas, una sobre otra, no se suelen observar muy a menudo y ocurren solamente en un área pequeña de la región. El nuevo modelo ahora ayuda a explicar por qué.
El modelo ha mostrado cómo el deslizamiento tectónico que ocurre a 10 kilómetros debajo de la superficie encaja con las fallas extendidas que ocasionalmente aparecen más arriba. A este se le conoce como «deep creep»
Cooke dijo:
Me di cuenta de que esta cuenca era una extensión en modelos [a largo plazo] a diferencia de las regiones circundantes de huelga-deslizamiento. La extensión se limitó a dentro de la cuenca al igual que el patrón de los terremotos extensos anómalos. Eso me dio una pista de que tal vez esas fallas no estaban bloqueadas como deberían”.
Debido a que las fallas de San Andrés y San Jacinto están demasiado juntas no es posible detectar los eventos desencadenas mediante lecturas de GPS. Hasta ahora nadie había sido capaz de detectarlos, y lamentablemente podría haber sido responsable de una gran parte de los pequeños temblores sucedidos en la zona.
Ahora los investigadores deberán seguir estudiando la región para tener una mejor idea de lo que podría suceder allí. Al mismo tiempo el modelo deberá ser mejorado para que pueda ser considerado como una herramientas importante para realizar pronósticos en el futuro. Para esto, el modelo se alimentará con los pequeños temblores ocurridos, antes de que llegue un megaterremoto, para así afrontarlo de mejor manera y posiblemente llegar a detectarlo antes de que ocurra.
Cooke dijo:
No queremos esperar a que las fallas se muevan en un terremoto dañino, queremos aprovechar todos los pequeños terremotos que ocurren todo el tiempo para comprender cómo se comportan las fallas de San Andres y San Jacinto”.
El estudio científico ha sido publicado en Geophysical Research Letters.
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